Mi Daga Más Profunda | Draco Malfoy

I will be yours

                              Draco
Mire nerviosamente la salida de las escaleras que se unía a la vez con la sala común, me mantenía apoyado en la pared con una mano en el bolsillo mordisqueando mi labio inferior algo corrompido por los nervios y el agobio, no sabía nisiquiera porque había citado a Ginger conmigo. Todo estaba a oscuras salvo una esquina que mantenía la luz de una pequeña vela haciendo ver algo iluminado el lugar. Comenze a escuchar algunos pasos acercándose, el aroma cálido de vainilla se podía oler a kilómetros.

                              Ginger

Caminaba hacia la sala común como había recitado Draco hace unas horas, sentía una extraña presión en la parte baja de mi estómago , mis pasos se escuchaban decidido, pero los latidos de mi corazón cardiacamente insanos debido a la velocidad tan fugaz que mantenían decían lo contrario. Trague saliva dificultosamente.

Veía como solo quedaban 4 escalones para llegar al destino, y mi figura se conseguía distinguir entre toda la oscuridad del lugar. Lo justo para saber de mi presencia.

En cuanto mis sentidos captaron el brusco olor a Perfume y manzanas verdes me sentí acogida por el ambiente.

                               Draco

Mi fugaz mirada lograba distinguir la figura de cierta persona entre todo el lugar, especialmente por ser ella. Note como mi corazón latía por toda la sala reclamando poder salir de mi cuerpo y gritar para hacer saber su presencia. De un momento a otro la mirada esmeralda y la mía se cruzaron entrelazándose comodamente.

Percibí tensión, pero de la que te hace arder cada milímetro de la piel a cada que avanza.

En cuanto pude ver la belleza etérea más iluminada aproximándose hacia mi despegue mi espalda de la pared, la que tanto rato había estado ahí apoyada confesando haber venido tiempo antes para asegurarme de que nada se saliera de su lugar.

En cuanto Dagger puso estar ante mi, yo le concedí una sonrisa nada timida.

Escuche una leve risa de su parte, me quedé algo atónito cuando hizo el amago de alzar los brazos y empezar a desatarme la corbata.

Me aparte un poco riéndome , no esperaba que fuera tan lejos desde el principio.

Ella se quedó algo confusa.

—Me parece raro que no digas hola ni nada y ya vayas a desvestirse: Pero no me voy a quejar.

Ella sonrió algo divertida, mientras que yo sonreía curioso ¿Acaso estaba cortocircuitando?

—Tienes la corbata mal atada, trataba de colocarla correctamente. Mis intenciones no son tan hormonales.

Se empezó a reír melodiosamente posicionando de nuevo sus cálidas manos alrededor de mi cuello para poder alcanzar mejor mi corbata verde, se relamió los labios concentrada en atar el nudo bien. Yo solo la observaba silenciosamente. Atento a cada movimiento que hacía. Sabiendo que cada roze que hacía en mi provocaba que tuviera escalofríos

Note como cuidadosamente colocaba los dos extremos apretar el nudo, note como su mirada se alzaba hacia mi.

—Dime si te apreta mucho, no quiero hacerte daño.
Dijo con un tono suave, para después colocar sus manos de nuevo en la tela.
Yo asentí un poco mientras ella tiraba del nudo para poder apretarlo, no le dije nada, lo hacía con tanta suavidad: Era como si yo fuera de porcelana.