Hechicero en la Sociedad de Almas

Capítulo 13

[Rukongai, puerta oeste]

Incluso antes de que se acercara el amanecer, la mayoría de los examinados que tuvieron éxito ya estaban de pie y esperando que se abriera la puerta.

Gojo, todavía con la venda en los ojos, bostezaba exageradamente. Había deseado dormir un poco más, pero Toshiro estaba demasiado emocionado y como tal se había visto obligado a seguirlo.

Además, parecía que los instructores habían predicho esto y no esperaron mucho.

De pie frente a la puerta gigante que se alzaba frente a todos ellos, Jidanbo la levantó lentamente por encima de su cabeza.

Para la gente de Rukongai, fue como la apertura de un nuevo mundo.

Detrás de la puerta, estaban los instructores con una sonrisa, "Bienvenidos al Seireitei".

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[Seireitei; Academia Shin'o.]

La distancia desde la puerta oeste hasta la academia no había sido tan larga y era bastante directa, pero había sido una revelación para Gojo.

Aunque el sentimiento todavía estaba en una era feudal, la diferencia entre el Rukongai y el Seireitei era como la diferencia entre el cielo y la tierra.

Incluso el aire se sentía más limpio y todas las personas en general eran más ricas y fuertes.

Después de recibir su uniforme, se les entregó un kimono compuesto por una mezcla de blanco y azul a los niños y blanco y rojo a las niñas, se les dijo que su Asauchi solo se les daría durante la primera clase de Zanjutsu.

El instructor no dijo mucho sobre esto, ya que todo se explicaría una vez que los estudiantes se unieran a sus respectivas clases y solo procedió a darles al menos la información necesaria.

Una vez hecho todo esto, ellos, así como todos los estudiantes de la escuela, fueron llamados a pararse en el patio para escuchar el discurso del fundador de la academia.

Fue entonces cuando Gojo, que había estado más o menos completamente aburrido, se concentró.

En el podio, con la ayuda de un bastón, estaba de pie un anciano encorvado con una barba muy larga y cejas grandes que vestía un kimono negro y una hakama blanca con el número uno.

"Soy Yamamoto Shigekuni Genryusai Capitán de la 1ra división, capitán comandante del Gotei 13 y fundador de la Academia Shin'o. Para todos ustedes, aspirantes a shinigami, tengo una palabra. Bienvenidos".

El silencio cayó mientras todos estaban asombrados por la leyenda viviente que estaba frente a ellos. Lo mismo ocurrió con Gojo, pero por una razón muy diferente.

'Este viejo es un monstruo'.

Por primera vez en mucho tiempo, Gojo sintió un sudor frío en la espalda. Ninguna otra palabra podría explicar lo que estaba viendo.

Ya había visto a un capitán, pero comparado con el anciano parado frente a él, Soi Fon no era más que una suave luz de vela, mientras que este hombre era un verdadero infierno.

¿Pero tenía miedo?

La respuesta fue no. Era todo lo contrario, se sentía eufórico.

Gojo era fuerte. Se vio a sí mismo como el más fuerte. Pero no sintió ningún placer aplastando a aquellos mucho más débiles que él.

'¡Jajaja, esto es lo mejor!'

Mientras tanto, Yamamoto continuaba con su discurso: "Seré directo. Creé esta academia hace más de dos mil años con un objetivo simple. Formar y entrenar a los soldados que lucharán por la Sociedad de Almas. A partir de este momento, ustedes son soldados y serán tratados como tales. Como soldados, debéis tener en cuenta este simple precepto".

Yamamoto los miró a todos lentamente, su mirada solo se detuvo por un momento tanto en Toshiro como en Gojo. "No busques la belleza en la batalla, ni la gloria en la muerte. No pienses en tu vida como si fuera tuya, y para proteger lo que debe protegerse, corta a tu enemigo por la espalda si es necesario".

Incluso mientras decía esto con calma, su Reiatsu cubría todo el campo, si no toda la escuela. A pesar de que esta aura no tenía malas intenciones detrás, era tan pesada que nadie dudaba de que podría aplastar al 90% de todas las personas presentes si así lo deseaba solo con su aura.

Gojo era uno de los pocos que aún podía estar de pie sin sentir que le faltaba el aire, y tenía que decir que apreciaba bastante esos preceptos.

Aunque los nombres eran diferentes, en esencia, Sorcerers y Shinigami no eran tan diferentes. No eran ni caballeros ni héroes. No lucharon por el honor o la justicia.

Tenían un objetivo simple, exterminar a los huecos (maldiciones) y para eso, nada era demasiado sucio.

Lamentablemente, como uno de los altos mandos de la comunidad de hechiceros de jujutsu cuando estaba vivo, sabía que las realidades no podían ser tan fáciles y que todas las organizaciones tenían sus partes de oscuridad y política.

Pero esto no importaba.

Nunca había luchado por nadie ni por una causa en particular. Nunca le había invadido un sentimiento de justicia o una necesidad de salvar el mundo como algunos de sus alumnos o compañeros.

Al final de los días, lo único que importaba era que necesitaba ser fuerte, porque solo los fuertes podían decidir su propio destino y vivir como deseaban.

Esta era la verdad cuando estaba vivo, y parecía que también era la verdad en el mundo de las almas.

Mientras tanto, Yamamoto, aparentemente satisfecho con el pesado silencio, asintió y dijo: "Esto es todo. No te aburriré con un discurso inútilmente largo. Ahora, sigue las instrucciones y únete a tu clase principal para que te presenten el plan de estudios. tendrán este año. Les deseo a todos un buen año".

Con esas palabras, se dio la vuelta y bajó.

Así comenzó el primer día de Gojo Satoru en la academia.