Hechicero en la Sociedad de Almas

Capítulo 6

Después de su extraña pregunta, Gojo había estado sorprendentemente en silencio por un rato.

Momo e incluso Toshiro habían estado un poco preocupados. Después de todo, a pesar de que solo habían pasado unas pocas horas desde que lo conocieron, pudo ver que estaba algo sorprendido.

Gojo, por supuesto, comentó que los estaba preocupando. Pero simplemente estaba demasiado ocupado pensando para preocuparme.

Después de hacerle algunas preguntas más a Momo, estaba seguro de que los dos sin duda habían vivido y muerto en Japón. Aunque se sorprendió al saber que surgió durante la era feudal. Vivieron en Japón sin duda.

Una cosa era que no aprendieran sobre maldiciones cuando estaban vivos, ya que los hechiceros jujutsu siempre hacían todo lo posible para ocultar las cosas a los normales. Pero era raro que Momo no lo supiera después de ingresar a una academia que formaba soldados.

Luego, dedujo dos posibilidades.

Uno, las maldiciones eran un secreto de alto grado que los estudiantes de primer año no podían saber. Pero la existencia de huecos hizo esto imposible.

Luego, el segundo y más probable era que estaba en el más allá de una dimensión paralela.

Cuando borras todas las posibilidades hasta las más imposibles se vuelven realidad.

Una vez que sus pensamientos llegaron a esta conclusión, no pudo evitar sentirse un poco perdido.

Una de las razones por las que había decidido convertirse en shinigami era porque quería ver qué sucedía en el mundo de los vivos. Pero ahora que este objetivo probablemente era imposible, no sabía qué hacer.

"¿Gojo-San? ¿Estás bien?"

Hinamori sabía que era una pregunta estúpida, pero no pudo evitarlo.

Con una sonrisa tranquilizadora, le dio unas palmaditas en la cabeza, "No te preocupes. Estoy más que bien".

Deprimirse era inútil. La realidad no podía cambiar solo porque él no estaba dispuesto a aceptar o no podía avanzar.

Es más, si aterrizaba aquí, significaba que no era imposible hacer lo contrario.

¿No era simplemente viajar a través de la dimensión? Él era Satoru Gojo y no había nada imposible para él.

'Todavía necesito convertirme primero en un shinigami para tener más acceso a información o secretos. También necesito recuperar Limitless.

"Bueno, vamos."

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Mientras tanto, en el lugar donde Gojo eliminó al hueco, un grupo de 6 personas que vestían kimonos negros con Kahana enfundada a su lado examinaban la escena.

Uno de ellos, una pequeña niña rubia con ojos grises preguntó: "Vice-capitán Shiba, ¿qué está pasando?"

El hombre llamado Shiba, un hombre alto con cabello negro puntiagudo, fruncía el ceño mientras miraba la tierra quemada a su alrededor.

"Por el rastro de la batalla, está claro que el enemigo era un hueco... En cuanto al que lo borró, al menos debería estar entre el tercer asiento y el nivel de vicecapitán".

Shiba no pudo evitar fruncir el ceño.

Por un lado, un hueco no debería haber aparecido en el primer distrito. Pero esto podría atribuirse a la falta de atención.

El problema fue quien borró este hueco.

Reiatsu era como una tarjeta de identidad o una huella digital. No había dos Reiatsu completamente similares.

Como él mismo era un vicecapitán, conocía el Reiatsu de todos los oficiales sentados del Gotei 13. Ya fueran capitanes, vicecapitanes o tenientes.

Consideró brevemente el cuerpo de Kido o la fuerza secreta, pero era casi imposible ya que no dejaban el Seireitei sin una muy buena razón.

Es más, no debería haber nadie de tal nivel en Kido o en las fuerzas secretas aparte de la capitana Soi Fon o su vice-capitana Marechiyo Omaeda.

"Esto es preocupante".

Murmurando por lo bajo, comenzó a rascarse el cabello. "Bueno, entremos en el distrito 1. La vicecapitana Rangiku todavía debería estar estacionada allí. Le preguntaremos si detectó algo malo".

"¡SI!"

Todos los shinigami presentes saludaron antes de desaparecer de donde estaban en un estallido de velocidad.

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[1er distrito oeste]

El 1er distrito no era particularmente diferente del anterior, a sus ojos, todavía se veía como un pueblo feudal.

Sin embargo, lo que realmente lo sorprendió fue que al final del pueblo, en la otra orilla del río, ya se podía ver un edificio de lo que supuso era el Seireitei.

Señalando en la dirección, preguntó: "Oye, Momo, ¿ese es el Seireitei? Si es así, ¿por qué aquí nadie entra?"

Momo sonrió amargamente: "Aunque se vea así, si alguien intenta entrometerse, aparecerá una gran barrera. Hay cuatro puertas, una para cada distrito, y cada puerta tiene un portero".

Ante la mención del guardián, su sonrisa se volvió más feliz, "Se llama Jidanbo Ikkanzaka. Es un poco bruto, pero la mayoría de la gente aquí lo quiere mucho. Bueno, aprenderás todo eso cuando ingreses a la academia".

Levantando la cabeza, miró el escenario con las cejas fruncidas, "Se está haciendo tarde. ¿Qué debo hacer?"

Toshiro, que había permanecido en silencio hasta ahora, sabía lo que la preocupaba: "Ve a hacer tu informe. Yo me encargaré de él. La abuela no se opondrá ya que él nos salvó".

Hinamori vaciló por un momento antes de volverse hacia Gojo, "Gojo-San, ¿qué piensas?"

A Gojo no le importaba particularmente, de cualquier manera, incluso dormir bajo las estrellas no le molestaba. "Estoy bien."

"Entonces", inclinándose hacia él en una reverencia completa de 90°, "Gracias por salvarnos la vida".

Levantando su cuerpo, saludó mientras comenzaba a correr, "Shiro, Gojo-San, necesito hacer un informe, nos vemos luego".

Al verla irse así, Gojo negó con la cabeza mientras sonreía levemente. Recientemente estaba teniendo un fuerte dolor de cabeza. A pesar de que su nuevo cuerpo parecía más fuerte, mantener el Rokugan activo sin ninguna venda en los ojos o algo similar realmente estaba agotando su facultad mental.

"Entonces, chico, ¿vamos?"

Toshiro asintió en silencio antes de seguir adelante. Era alguien tranquilo por naturaleza. La única razón por la que había sido tan precipitado al principio era porque sus emociones aún estaban altas después de casi enfrentarse a la muerte.

Mirando a la joven y pequeña espalda frente a él, Gojo levantó la cabeza antes de dejar escapar un suspiro.

Pronto, ingresaría a la academia, lo que lo acercaría un paso más a su objetivo.