Hechicero en la Sociedad de Almas

Capítulo 20

Dos semanas parecían poco tiempo, pero en realidad, muchas cosas podrían suceder en ese período de tiempo.

Lo primero que se notó fue cómo la fama de Gojo crecía continuamente en la academia.

Más precisamente, se estaba volviendo cada vez más infame como estudiante problemático.

¿La causa de esto?

Aparte de los primeros tres días de clase en los que siguió la introducción de todas las artes básicas obedientemente, inmediatamente se convirtió en un novillo no mucho tiempo después.

Descartó todas las clases además del salón de clases y la clase de conocimiento general, e incluso durante esas clases, estaría durmiendo o leyendo un libro mientras se desarrollaba la conferencia.

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Se suponía que hoy sería una clase sobre Hoho y Hakuda para el primer año. Esas dos clases generalmente las impartía el mismo profesor, ya que las técnicas se diseñaron de usar Reiryoku para fortalecer el cuerpo y luchar.

El disertante, Kairo Fon, siempre se había sentido orgulloso de su lugar y del curso que impartía.

Después de todo, la mayoría de los shinigami nunca despertaron su Zanpakuto. Mientras tanto, muy pocos shinigami estaban realmente interesados ​​o tenían talento para Kido.

¿Pero Hakuda y Hoho? Esas habilidades eran basicamente las habilidades mas fundamentales necesarias para sobrevivir en el campo de batalla.

Para él, esas dos habilidades eran las más nobles.

Por eso, como miembro de la noble familia Fon, no podía aceptar a este estudiante.

"¡Satoru Gojo!"

Gritó con una clara ira en su voz. Su mirada, dirigida al estudiante tendido en la hierba, parecía escupir fuego.

Bostezando, Satoru se estiró un poco antes de ponerse de pie.

"Hola, profesor. ¿Qué te trae a mí en una mañana tan hermosa?"

Su respuesta indiferente casi hizo que Kairo sufriera un derrame cerebral.

Tomando una respiración profunda, continuó en un tono más tranquilo: "Estudiante Satoru Gojo. Explícame, ¿por qué no viniste a clase hoy?"

Gojo se bajó las gafas negras mientras se ponía de pie. Esas gafas habían sido hechas para él después de que explicaron sus necesidades. Como su pareja en la tierra, eran casi opacos para cualquiera excepto para él.

Mirando al profesor, suspiró y dijo: "Eres un buen profesor. Pero tu clase no es para mí".

Gojo hablaba en serio. A pesar de que algunos de los estudiantes nobles miraron con desdén a los plebeyos del Rukongai, no hubo intimidación o conflicto directo.

Fue fácil de entender. Los nobles no tenían control sobre el Gotei 13 y no era raro que la gente del Rukongai se convirtiera en oficial sentado.

Ningún noble inteligente molestaría a alguien que posiblemente podría convertirse en alguien grandioso.

Lo mismo pasó con los profesores. Aunque muchos de ellos eran nobles, no trajeron a los estudiantes de manera diferente.

El hombre frente a él era un maestro dedicado que, aparte de un orgullo excesivo por lo que enseñaba, no tenía ningún rasgo malo.

Gojo entendió que el hombre estaba actuando con ira justificada, pero esto no cambió su opinión al respecto.

"Enseña, seré honesto contigo. Realmente ya no hay nada que pueda aprender de ti".