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«El supremo arte de la guerra es someter al enemigo sin luchar».
~ Sun Tzu.

Poco antes de que Shamash llegara al punto más alto del cielo de Babilonia y que pareciera tocar la punta del zigurat consagrado a Marduk, el príncipe escondido entre la multitud pudo observar al poderoso hombre que amenazaba con anexar su patria a su propio imperio naciente, el hombre era seguido por un séquito compuesto por alrededor de mil soldados. Era la guardia real del nuevo rey persa. Aún así, la parsimonia permanecía en él.

El príncipe babilonio, quien escondido observaba, recordó el terror que infunden estos hombres entre los reinos, pertenecían a la élite del ejército medo-persa del rey Liam. En realidad, eran diez mil soldados de élite exactamente, pero ahora se encontraba presente tan solo su guardía real, soldados seleccionados entre la propia élite y por consiguiente, los más diestros en ataque, sin temor, desalmados.

Eran la fuerza de combate más mortífera de Asia central. El mismo Liam los entrenaba, al menos, aquella primera generación era altamente eficiente y ostentaban victoriosos el título que sus enemigos les otorgaban; los «Inmortales de Persia».

Zayn, príncipe heredero de Babilonia, fue nacido en Caldea y en plena adolescencia fue nombrado general del ejército, a pesar de ser muy joven para ello; vestía unas sencillas prendas y un turbante que lograba cubrir la mitad de su rostro, dejando ver nada más que los atrayentes ojos mieles que poseía siendo adornados por el negro del Kohl. Así pudo ver al gran rey Liam ingresar a su ciudad y ser recibido por la familia real de Babilonia, era enorme su curiosidad por verlo a él.

Mezclado entre las cortesanas emocionadas y algunos ciudadanos alegres que se encontraban cerca a la enorme puerta consagrada a Ishtar y su respectivo camino procesional, pudo observar a aquel persa cubierto de finas telas rojas oscuras bordadas en oro, su elegante kandis era adornado por flecos y un turbante ostentoso semejante en color a su indumentaria sujetaba la tela que cubría la mitad del rostro del joven rey enemigo.

Aquello no era más que para soportar mejor el brillo intenso de Shamash y sus rayos abrasadores, que se intensificaban durante los viajes. Sobre aquel turbante rojo descansaba la Mitra real persa, su corona era cilíndrica, de un altura considerable que simbolizaba el poder que ejercía sobre su territorio en expansión.

Era conocido por todos que Liam era hijo del anterior rey persa y también hijo de la última princesa de Meda. En una contienda que el padre de Liam ganó, obtuvo a la princesa como esposa y reclamó Meda para Persia, al unificarse, no se evitó que ambos pueblos continuaran con miramientos de por medio.

Ambas tierras, que paradójicamente nacieron como hermanas, terminaron viendo con buenos ojos la llegada de Liam como heredero al trono de Medo-Persia, tan solo unos cuantos se opusieron. Liam era inteligente, benévolo y un líder nato; principalmente por ello había tomado el control del imperio para gobernar con bastante entereza, en cuanto su padre cayó enfermo y terminó por establecer que su pueblo sería nombrado como Persia nada más.

Zayn, gracias a sus espías que pasaban como comerciantes en Persia, se enteró que el joven rey tras la muerte de su padre, fue desafiado por líderes de algunas regiones de su reino. Lo consideraban joven e inexperto, pero Liam había logrado someter fácilmente a aquellos ancianos, demostrando que él era el legítimo rey de aquel imperio y que era apto para el trono. Solo alguien como él podría proporcionar nuevos tiempos tan magníficos que jamás Persia volvería a ver.

El problema en cuestión, que llevó a Zayn a invitar a Liam a su hogar mediante un mensaje elaborado en un cilindro de arcilla y bajo su perfecta escritura cuneiforme; fue la política de expansionismo que implementó Liam al segundo año de su mando en Persia, tan arrasador y eficiente, que, Babilonia se vió amenazada. De la misma manera que fue amenazada y tomada por los asirios, hasta que los antepasados caldeos del príncipe reclamaron Babilonia para imponer una nueva dinastía, de la cual, Zayn era el último y único hijo varón de entre los descendientes del rey babilonio.

Por el que brilla el sol || Ziam.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora