Falta poco para el primer recreo. Sabrina terminó el examen antes, por lo que esta esperando a que pasa el tiempo en su pupitre sin hacer nada importante.
«Estuvo bastante fácil, me hubiese ido bien aun sin estudiar ayer. Seguro que a Alex le va bien, pero estoy un poco preocupada por Leo, no recuerdo cuando fue la última vez que estudiamos juntos y no se le da bien hacer eso solo».
Ella trata de mirar de reojo hacia donde esta su amigo, pero no logra ver nada.
«Ya no se nada de él, ni siquiera sabia que no trabajaba más en el almacén. No se nada de esa chica, ni que estuvo haciendo todos estos días. Y las pocas veces que compartimos algo termino todo mal, como cuando salimos todos juntos, lo del viernes o el recreo de ayer».
Inhala hondo y exhala de manera lenta, no quiere estar molesta con sus amigos, quizás está exagerando. No esta de acuerdo con las cosas que pasaron, pero quiere volver a estar con sus amigos como lo hacían antes.
«Aaayy... ¿Cómo hago ahora?, trate mal a Alex e ignore a Leo cuando entre al aula. Va a ser muy incómodo tratar de hablarles como si nada pasara».
En ese instante, toca la campana. Se puede escuchar el sonido de sus compañeros suspirado porque termino el examen. Una vez que todos acomodan sus cosas y entregan sus hojas, empiezan a disfrutar del recreo.
Sabrina se levanta y se dirige a la puerta del aula donde están sus amigos parados. Se apoya contra la pared cerca de ellos sin decir nada. Casi al instante Alex y Leo van a donde esta ella.
—¿Yyyy?, ¿qué tal te fue?
—Creo que bien, ¿a ti Alex?
—Hasta hace un momento estaba seguro de que bien... pero si tú "crees" que te fue bien, seguramente me fue mal. —Trata de parecer triste, de manera exagerada.
—No digas tonterías, seguro te fue bien —responde con una leve sonrisa—. ¿Cómo te fue a ti? —le pregunto a su otro amigo.
—Bien —contesta Leo con seguridad.
A ella le gusta esa respuesta, si él dice eso es porque entendió bien las preguntas y seguro pudo responderlas sin ningún problema. Eso la alegra bastante.
Alex se va sin decir nada, entra al aula, dejando a ellos dos. La situación es un poco incómoda, solo están parados ahí mirando alrededor sin decir nada.
«Vamos Sabrina, di algo. Como normalmente haces: comenta algo sobre el día, cuéntale que viste en una serie o opina sobre el examen...».
Mira al pelinegro de manera disimulada, pero por alguna razón no puede decir nada.
En ese momento, llega Alex de nuevo para salvar la situación. Desde la puerta del aula les hace señas de que se acerquen. Ellos sin entender nada lo siguen, van hasta su pupitre.
—Siéntate, Leo.
Sin saber por qué le está pidiendo eso, él lo mira con cara de sospecha. Seguro esta por hacer alguna tontería, va a seguirle el juego para ver qué pasa.
—Listo, ¿y ahora?
Alex se agacha y saca una caja envuelta con papel de regalo.
—¡Tadaaa! Para ti grandote, de parte de tus rubios preferidos.
Sabrina ve el regalo y es el que iban a darle. Mira a Alex con un poco de sorpresa.
—¡Alex! ¿Abriste mi mochila y revisaste mis cosas sin mí permiso? —recrimina molesta.
—Si y no. No revise nada, solo busque el regalo. Para no esperar tanto y entregárselo ahora.
—No puedes "abrir y revisar" la mochila de una chica, podría tener cosas que no quiero que vean.
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Enamoratres
Jugendliteratur¿Alguna vez te has puesto a pensar el impacto qué puede tener en tu vida y en la de personas cercanas a ti cuando conoces a alguien nuevo? Nuestros protagonistas están por descubrirlo; La vida de Sabrina, Alex y Leo marchaba bien hasta que ella cono...