Shuumatsu no Valkyrie: Reacciones, one-shots, escenarios, types of

La recompensa de ganar un duelo en el Ragnarok - Alvidr x Qin Shi Huang | Pedido

Pedido por: AlbertFord66

Gracias por el pedido, espero que te haya gustado. Si tienes otra idea o lo que sea, déjamelo por aquí :)

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Advertencias: +18, NSFW, smut, palabras malsonantes.

Todos los personajes mencionados son mayores de edad.

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Narrador omnisciente

El humano acababa de despertar cuando la valkyria entró. Estaba asumiendo lo que le había sido dicho: que el séptimo combate fue hace una semana y que tardará una más en recuperarse. Además de que la humanidad seguía demostrando su poder quedando por encima de los dioses.

Miró hacia ella, ya incorporado. Se veía que ninguno de los dos tenían el humor necesario para una charla seria y sentimental.

—Venía a ver si te habías muerto, no es que me preocupara por tí ni nada —comenzó la mujer.

—Yo también estoy encantado de verte, Alvitr —todo hay que decirlo, esa enana malcarada había ganado su respeto— aunque hay cosas que nunca cambian, como esa lengua tan maleducada tuya. Es una gran falta de respeto hacia un rey

—Ya, ya; es genial que Hades te haya reconocido, ya lo sabemos todos, estúpido rey —le quitó importancia, aún consciente de que la tenía.

—Referirte al antiguo Dios del Inframundo de ese modo... Eres una enana muy maleducada, ¿sabías? —pero él siguió con lo mismo.

—Como no pares con eso te juro que me piro. El combate de allá arriba estaba muy interesante —amenazó la valkyria.

—¿Hay un combate ahora? —se sorprendió el rey, interesado por la noticia— ¿quienes se la juegan?

Ahora ella llevaba las riendas de la broma, y eso le gustaba—Vete tú a comprobarlo —sonrió abiertamente.

Él solo suspiró— Muy graciosa.

Pasaron unos minutos en los que ambas personalidades bromeaban. Unas veces era Qin sonriendo ladino, disfrutando de su orgullo generado por la superioridad que le daba el enfado de la fémina; y, otras, Alvitr, carcajeándose levemente por una coña. Cuanto más tiempo pasaba, más cómodos se sentían solos con el otro y más sonrosados se sentían al reírse.

Hubo un momento en el que Alvitr se estaba mofando de él por su prótesis de brazo faltante.

—Qué pena me das, tendrás que hacerte ambidiestro para poder hacerte pajas —bromeó, ordinaria y señalándolo con su dedo índice.

Apartando la mirada, él se percató de que la contraria estaba pisando parte de la sábana que él había dejado caer momentos antes al removerse de la risa. Sin pensarlo dos veces, tiró de la manta. No pasó ni un segundo antes de que la valkyria topara su cuerpo en caída, solo siendo sujetada por los hombros por el otro, quien se dio cuenta de la posibilidad de un mal aterrizaje.

La mujer quedó de frente al cuerpo desnudo y tumbado del humano, observando todo su esplendor al tener los brazos tensados hacia ella, mostrando su pecho y parte del abdomen.

Ella ya sabía que Qin estaba en forma, pero, aún así, quedó embobada al centrar toda su atención en ello. Lo cual obviamente negó.

—Gracias —sacudió su corta falda a pesar de que no tocó el limpio suelo, después de que el contrario la soltara.

—¿Sabes? Puede que no deba hacerlo yo todo —sonrió ladino. Ella tenía claro que ese gesto no decía nada inocente.

—¿Qué? —le tomó unos segundos captar la indirecta— ¡¿Espera qué?! ¡No! ¡Ni en broma! ¿Estás tonto? —exclamaba alterada mientras un cálido color rojo ascendía a sus mejillas, lo cual le pareció lindo al hombre.

—Bueno, no sería tan malo, ¿no? Quiero decir, como rey, te podría obligar, pero... No hace falta, ¿cierto? —dijo dejando salir una voz pícara que irritaba a Alvitr.

—Mientras no hables así, supongo que no, no. Pero tú también quieres conmigo, ¿me equivoco? —igualmente le devolvió la pulla mientras se sentaba sobre su pierna derecha.

Qin, al sentir la ropa interior de la mujer sobre la manta, dejó ir un poco de aire.

—En absoluto, enana —admitió, finalmente, jugando con el final de su manga.

—Estúpido rey —acunó su rostro con una mano mientras besaba su cuello. La otra mano la hundió en su pelo.

Iba subiendo hasta llegar a sus labios. Ella eliminó el espacio entre ellos, iniciando un apasionado beso. La valkyria empujó de la nuca de Qin para poder añadir mordiscos en su labio superior.

—Vamos —resopló él entre las cálidas respiraciones— ¿no crees que después de haber ganado... un puto duelo en el Ragnarok, solo me vas a hacer esto? —se quejó el humano.

—Che, che, che. No te equivoques, lo ganamos juntos. Sin mí no podrías haber llegado al nivel ni activado la técnica del Volund —contrarrestó la fémina, separándose de él.

—Cierto —se limitó a decir el rey, sin salida.

—Mira, estás prácticamente inválido hasta la semana que viene —argumentó.

—Más razón aún para darle a este humano un momentín de placer —hizo un ruidito, cambiando de apoyo para no ansiarse demasiado, pero no duró mucho— Alvitr, venga, solo una manita ahí abajo. Además, ya lo hemos prendido... ¿O solo lo siento yo? —suplicó, apenas podía mover las piernas.

Ella solo suspiró y soltó— Una mamada. Una, y hasta después de una larga recuperación—aclaró.

—Bueno, una semana es larga y me iré recuperando... —continuó insistiendo hasta que se cruzó con la mirada penetrante de la contraria. Dicen que mejor pájaro en mano que ciento volando. Y él no tenía ese ciento, que se diga— sí, sí, lo que digas. Solo baja ya

La fémina accedió, metiéndose debajo de la sábana mientras el contrario se tumbaba. Parte del trabajo ya estaba hecho, así que no tuvo que estar más de treinta segundos masturbando el miembro de Qin. Era grande para sus pequeñas manos, pero las acompañó de rápidos movimientos que rápidamente prendieron al rey. Continuó masajeando su abdomen bajo, mientras chupaba reiteradamente el glande con su boca.

Qin apenas tenía fuerzas para moverse, así que confió en la mujer. En cambio, sí que se las pudo arreglar para mover la cadera, pidiendo por más. La fémina concedió, ya dejando el trabajo a su boca y pudiendo estimular alrededor. Agarró sus caderas, reduciendo el espacio de fricción y generando un jadeo del otro. Él echó la cabeza hacia atrás, dejándose llevar. El sonido húmedo que generaba el contacto de la mojada boca de Alvitr con su líquido creaba un ambiente caliente y un espacio apretujado y estimulante en sus oídos que lo llevó a otro universo.

Poco tardó en correrse. Alvitr se apartó rápidamente.

—Sería interesante que hubiese condones en una enfermería

—Y que lo digas —él se limpió las gotas de sudor de la frente, resoplando ante el esfuerzo realizado todavía en estado herido.

—Voy a ver el combate —se adelantó ella— no estuvo mal —comentó sin más.

—No lo estuvo, no —soltó, con la mirada perdida y el estómago subiendo y bajando, a causa de su alterada respiración.

Dicho o no dicho, ahí está.

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Gracias por leer, espero que os haya gustado. Pedidos abiertos, me queda uno en lista de espera✌️