Llega la hora del almuerzo, pero mis ganas de comer no están de regreso. A pesar de protestar, comer se vuelve en tragar, y la sensación de querer vomitar no tardan en llegar.
Casi sin recordar, el tiempo ha vuelto a pasar, en la mesa mi lugar he de desocupar y de mi casa me tengo que largar.
Antes de la puerta cruzar, suelo recordar, comentarios de mi mamá, sobre la apariencia de los demás, por lo que intento casi siempre presentable estar.
Porque ¿Qué le impide a los demás, hablar como mi mamá?
No la culpa, que van a pensar, de ella o de mi papá, si mi remera se encuentra sin planchar, mis zapatillas sin lavar o mi cabello sin cepillar. Me dan todo lo que he de necesitar, mínimo una buena imagen les tengo que dar.
El solo hecho de pensar, en un short usar, o siquiera mis piernas mostrar, me hace cuestionar, en si el conjunto vale la pena usar, o mejor la prenda cambiar, por algo más, que impida mi piel visibilizar.
No es que tenga alguna marca que quiera ocultar, tampoco ningún trauma que camuflar, y creo que eso es lo que me causa más pesar, porque no tengo motivo para así pensar.
Pero a pesar de que sé que no tengo nada que ocultar, se me hace muy dificil mi cuerpo mostrar.
No logro recordar, desde cuando fue asi, ni cuando esos pensamientos llegué a adoptar.
Mis auriculares hacen nuevamente aparición, pero esta vez con mucha más participación.
Melodía tras melodía, en mis oídos no paran de sonar, en un intento de mis pensamientos ahogar.
A veces suele funcionar, otras veces no. Pero de una u otra forma, me es difícil imaginar un día en el que no pueda contar, con esa herramienta y muchas otras más.
Compás tras compás, no dejo de pensar, en esa y
otras oportunidades más, y el como las dejé pasar.
No dejo de pensar, en cómo debí y debo actuar, queriendo aumentar mi manejo emocional, y con mayor delicadeza mi cuerpo manejar, pero no lo consigo lograr
Ya no sé donde estoy.
Salgo y entro sin pensar.
El tiempo sigue pasando sin cesar.
Vuelvo a salir, vuelvo a entrar, pero sigo sin saber a qué lugar.
En mi vestimenta no dejo de pensar, tal vez haya algo mal, una mancha o arruga por allá, tal vez éstas me hagan quedar mal, mi forma no han de beneficiar, tampoco debo olvidar, de perfume colocar, aunque a veces la mano se me va.
Solo trato de verme lo mejor que se pueda, y en mi mente no deja de resonar otro comentario de mamá, diciendo que no me debo dejar estar, ya sea en apariencia o cualquier actividad, escuchando siempre las mismas palabras, que si no lo voy a hacer bien, mejor que no lo haga más, cosa que no puedo aplicar en todas las actividades.
También he de recordar, las palabras de mi papá, "el que mucho abarca, poco aprieta" y de como estas me hacen sentir vulgar e incapaz, aunque sea la verdad.
Siempre me han obligado a alguna actividad realizar, y ahora la que siente que no puede nada dejar, soy yo, porque siento la obligación, de mi tiempo ocupar, en algo más que no sea estudiar.
En algo debo debería destacar, pero ese algo sigo sin encontrar.
Espero a terminar lo que voy a realizar, sin dejar de mirar el reloj girar.
Momento de viajar a otro lugar, que según mi mamá, debería llamar hogar.
Aunque me haya explicado el porqué, sigo sin encontrar el supuesto confort que me debe de generar.
Lo único que sé, es que voy allí para comer y descansar.
Suelo pensar en ni siquiera llegar, ya que por lo general, no hay nadie que me suela esperar, y casi nadie suele llegar.
Mi hermana en su habitación suele estar, mi mamá viene y se va, y mi papá, en otra vivienda está.
Tampoco me ha de mucho importar, me gusta no cargar con esa responsabilidad.
¿Hacer preocupar a mamá? Aunque en ocasiones se me ha de pasar, el hecho de avisar a que hora voy a llegar, o a donde voy a estar. Más de un reto me he llegado a llevar. Pero mucho más allá, la situación no ha de llegar, siempre agradezco mucho esa libertad, lástima que sea esa que a mi hermana, en su juventud, no le quisieron otorgar.
Las veces que me suelo encontrar en ese lugar, en puro silencio podría estar.
Odio pensar en esa soledad, pero no soporto estar en compañía de mi circulo familiar.
El tiempo ha pasado, y lugar a dado, a las ultimas horas de otro día pesado.Si es que tengo el derecho de así llamarlo.
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El Día A Través De Poemas
PoetryEn este libro se presenta a un adolescente común y corriente, sin nombre ni apellido, que nos muestra un viaje por lo que suele ser un día de su vida, nos muestra sus pensamientos relatados en un intento de rima, que son más que nada palabras que pa...