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29 de Mayo del 2039

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29 de Mayo del 2039

— Cumpleañero, ¿quién se te hace bonita de la zona? — Después de un buen rato de silencio de Calum, no esperaba menos de su facilidad para no dejar morir una conversación.

Dos puntos importantes en el momento eran: ya no era mi cumpleaños, eso había sido ayer y dos, aunque esa era una pregunta espontánea de igual forma iba a responderle.

— Bueno... No lo sé, ¿Vale? ¿A qué viene la pregunta? — le pregunté.

— Nos quedan dos años antes de graduarnos.

— ¿Eso qué tiene que ver con que alguien me guste? — No tenía sentido relacionar una cosa con la otra —, además, aún falta un buen rato para dejar el centro.

Y era cierto, aún teníamos mucho tiempo para decidir que haríamos después de dejar el centro de bachillerato; de momento, quería evadir el hecho de que en algún punto teníamos que tomar una decisión que nos costará el futuro en este mundo post apocalíptico y por lo tanto, tuviéramos que asumir algo totalmente fuera de nuestro agrado. Últimamente los adultos se empeñaban en hacer ver emocionante todo este proceso de cambio, así que darle relevancia a ello solo era una puerta para que nos dieran ganas de ser más rebeldes con ellos, sin un motivo específico y simultáneamente no sentir estragos por el peso de la decisión.

— Pues significa que también nos quedan muchas fiestas y para cada una tienes que tener un objetivo. Así funciona. — Mientras Calum me lo explicaba, dio un breve recorrido alrededor de la pequeña mesa de centro de la sala y dejó sus manos libres —. Tienes tiempo para pensarlo y cambiar tu respuesta.

Me incliné para recuperar la botella de alcohol y darle un trago. Odiaba esa capacidad de Calum de hacerme sentir seriedad con cosas tan ridículas como esta.

— ¿Y qué hay de malo con mi respuesta?

— Vale se cotiza — Iba a molestarme por su comentario, no obstante, en el fondo Calum tenía un poco de razón.

— Pues Vale también te gusta Calum, intentaste gustarle meses el año pasado cuando recién la conociste. Y no importa a quién le preguntes, a todos les llama o les ha llamado la atención — repliqué. Tal vez si se tratara de otra persona me habría reservado gran parte de mi comentario, pero, al fin y al cabo, se trataba de alguien que casi era mi hermano. Tenía esa posibilidad de debatirlo —, además... Da igual olvídalo.

— Dilo — me pidió.

— Si tuviera la oportunidad a mí sí me gustaría tener algo bien con ella, no solo para un rato. No soy como tú.

Entrecerró los ojos indignado aunque sabía que no se lo iba a tomar personal — o por lo menos eso esperaba — al contrario, iba a reírse de ese último golpe bajo.

— Sí eres — replicó.

— No, yo no soy así.

— Bueno, si no eres, ¿a quién crees que escogería Vale de nosotros dos? — Calum lanzó el reto al aire, entrecerró los ojos y espero con paciencia mis reacción.

Cartas Perdidas En DaeguDonde viven las historias. Descúbrelo ahora