The Dark Gotham [Jerome Valeska // Jason Todd]

52: Tim

-Narrador-

Los días han pasado, la oscuridad de la noche estaba presente en el lugar. Ambos jóvenes enamorados quienes ya habían retomado su relación estaban recostados en el pasto, mientras veían las estrellas. Una linda cita organizada por Misty se llevaba a cabo, una lluvia de estrellas en el patio de la mansión Wayne.

Ambos estaban acurrucados a un lado del otro, entre besos, risitas, abrazos, palabras de amor y caricias, la lluvia de estrellas se hacía presente, ambos estaban fascinados mirando pasar cada estrella.

— Pide un deseo -pidió Misty-.

— Deseo estar a tu lado siempre -hablo Jason, mirando a la joven-.

—  Deseo que tu deseo se cumpla -ella también lo miro antes de besarlo-.

— ¿Podemos unirnos? -Dick llegaba con Bárbara abrazados-.

— ¿A nuestro beso? Ni lo sueñes Grayson -respondió Jason con sarcasmo-.

— Asqueroso.

— Siéntense -menciono Misty- mejor deberían acostarse y mirar.

¿La pareja? Casi pareja lo hacía mirando las estrellas.

— Yo deseo algún día ganarle a Dick en carreras -menciono Bárbara, Dick rió abrazando a la pelirroja-.

— Yo deseo no ser rechazado por la mujer que quiero que sea mi novia.

— Buhh rechazado -Jason y Misty decían con burla-.

— Rechazado -menciono Bárbara antes de besarlo-.

— Ihhh -Misty hacía burla-.

— Échenles agua -hablo Jason-.

— No que fuéramos ustedes dos, precoces.

— Shh la lluvia de estrellas -menciono Jason, quien abrazo a su novia-.

La lluvia había terminado, pero aún así los cuatro seguían ahí platicando.

— ¿Puedo unirme o tengo que tener novia para estar aquí? -pregunto Damián-.

— Haremos una excepción con los rechazados -menciono Jason-.

— ¿Tal y como lo eras al principio con Misty?

— Ahora miranos, vamos a casarnos.

— Jaja quisieras -menciono Damián-.

— Es verdad, vamos a casarnos ¿Verdad preciosa? -Jason miraba a Misty quien se le había pasado los últimos minutos admirando su rostro con amor y admiración-.

— Solo si prometes hacer todas las labores domésticas.

— Haría ese sacrificio.

Todos ahí comenzaron a reír, siguieron platicando por una larga hora, por otro lado Tim los miraba a lo lejos, desde la ventana de su habitación. Preguntándose porque nunca ha encajado con ellos del todo.

La tarde siguiente los cuatro se encontraban jugando justo dance, algo por lo que Tim se sintió aún más y sobre todo traicionado por parte de Misty.

— Creímos que estabas dormido -menciono la rubia-.

— Solo estaba leyendo, ni siquiera tocaron la puerta.

— Únete Tim -menciono Dick quien movía sus caderas en círculo-.

— Si hubiera sabido que cuando Bruce fuera mi tutor, esto sería, que ustedes me excluyeran, no lo hubiera permitido.

— Si, no lo hubieras permitido -menciono Damián-.