♡ amor de Adolescentes En Hogwarts ♡

conviviendo

                          Capítulo XXXIX
                   Entrando en confianza.

Narrador omnisciente:

Los tres volvieron en silencio hasta la casa de Gustave, dónde Ambos los recibieron con una amplia sonrisa.

Gustave: ¿Cómo les fue? -- dijo sonriendo --

Meliza: fantástico, me compré un vestido nuevo e hice una nueva amiga -- dijiste tambien sonriendo --

Émile: horrible, se fue sin mi a un café -- dijo al mismo tiempo que tú --

Los dos ancianos se quedaron mirandolos esperando alguna explicación por su parte.

Meliza: lo que pasó fue que émile estaba muy ocupado peleando con su novia, entonces me fui ya que me dijeron que me divierta -- dijiste mientras mirabas a los ojos a Gustave --

Émile: estábamos discutiendo por tu culpa -- dijo enojado -- si no me hubieras besado en la mejilla no hubiéramos discutido -- dijo mientras te miraba --

Angus: mm, okey -- dijo con tranquilidad -- pero ambos están bien, así que no importa, ¿Puedo ver el vestido? -- dijo sonriendo --

Asentiste y le acercaste la bolsa a tu bisabuelo, el con cuidado saco el vestido y lo observó, era de buena calidad a pesar de su precio tan barato, el no era tan fan del rosa, pero le gustó.

Angus: es muy lindo, la próxima vamos juntos y te compro más -- dijo para devolver el vestido a la bolsa --

Meliza: no es necesario bisabuelo, solo fue un capricho -- dijiste mientras lo mirabas algo avergonzada --

Angus: mejor dime abue, bisabuelo es muy formal Meliza -- dijo mientras te daba la bolsa --

Asentiste para luego sonreír, era muy agradable estar cerca de tu abue Angus, a pesar de que siempre te decían que era un viejo amargado, desde tu punto de vista el no era así, al contrario, era muy dulce y siempre te quería consentir, no comprendias cómo todos podían decir que era un amargado. 

Émile: voy a salir con Sophie abuelo, no se a que hora vuelva -- dijo ignorando lo que decían tu y angus --

Gustave: está bien émile, pero ve con cuidado, no quiero que les pase nada a ninguno -- dijo serio --

Gustave era un hombre algo reservado, con arrugas y canas gracias a la edad, pero con un brillo en los ojos muy encantador, el negro de su pelo ya había pasado a un grisáceo oscuro, el tenía los ojos de un color marrón oscuro, parecido al negro y una sonrisa muy cálida la cual se posaba casi siempre en su rostro.

Las horas luego pasaron volando, te gustaba pasar el rato con Angus y Gustave, ambos te contaban historias de se juventud, sus romances, sus amistades y enemigos, mientras que tú los escuchabas muy atentamente, te parecía interesante el como ellos relataban sus antiguas aventuras.

Pasadas las 10:15 p.m, angus y tú se fueron de la casa de ladrillo de Gustave, para irse a la casa donde vivirían ese mes. Era una casa también de ladrillo, de dos pisos, con mucha vegetación al rededor.

[ Imagen de referencia ]