sus ojos

0 0 0
                                    

                             Capítulo LVIII
                         Esos ojos que amo.

Narrador omnisciente:

No estabas mirando a ninguno de los chicos a los ojos, tu mirada estaba fija en el fuego que parecía que nunca se apagaría, George y Marcus hablaban sobre bromas que hicieron en el pasado, mientras que draco hablaba con Blaise, que había vuelto solo ya que pansy se quedó mirando el partido de tus demás primos.

Realmente no tenías mucho que ver en las conversaciones, por su parte Draco y Blaise hablaban de como les había ido en el año en el equipo de quidditch, por lo que te levantaste para irte a dentro a buscar tu túnica, quitándote la de George apenas te levantaste.

Marcus: ¿A dónde vas meli? -- dijo mientras te miraba --

Meliza: voy a ir a buscar mi túnica -- dijiste para darle su túnica a george -- gracias, voy a buscar la mía adentro, ¿Necesitan que les traiga algo? -- agregaste para seguir con tu sonrisa --

Los cuatro negaron y siguieron con sus pláticas, por lo que te fuiste bastante tranquila adentro. En el salón la gran mayoría de adultos estaban bailando y bebiendo, por lo que sin problema fuiste hacia tu túnica y te la pusiste, justo cuando te estabas por ir una señora se te acercó.

... : Disculpa, ¿Tu eras meliza fergunzon no? -- dijo con una sonrisa enorme --

Meliza: si, ¿Necesita algo? -- le dijiste con amabilidad --

... : Verás, soy Julia Schmidt, tu conoces a mi hijo, y el te quiere invitar a bailar pero le da vergüenza, ¿No te importaría darle solo un bailecito? -- dijo con una mirada de pena --

Meliza: Schmidt, ¿Piero es su hijo? -- dijiste extrañada --

Julia: si, exactamente el es mi hijo menor, ¿Entonces aceptas? -- dijo muy emocionada --

La señora de hecho era muy parecida a piero, viendola bien, Piero era un clon suyo, a excepción de sus ojos, ella tenía los ojos de un color verde, medio celeste.

Lo pensaste un poco antes de responder, afuera no te necesitaban exactamente, ya que todos parecían estar muy entretenidos, por lo que terminaste aceptando el bailar con Piero, algo era algo.

Ambas fueron hacia donde estaba Piero, el cual parecía estar buscando a alguien, pero en cuanto te vio con su madre se puso pálido como si hubiera visto a un hombre lobo transformándose, por lo que muy avergonzado se acercó a ambas.

Piero: mamá, te dije que no importaba -- dijo en un susurro que ambas oyeron --

Julia: no puedo dejar que mi niño se lamente toda la noche por no poder bailar con la niña que le gusta -- dijo algo ofendida -- aparte ella acepto de buena gana, ahora no la puedes dejar plantada -- dijo con un tono de voz más severo --

Piero algo avergonzado de acercó a ti, alzando su mano para que le des la tuya, la canción que estaban tocando no era una lenta y romántica, pero tampoco era una para cantar a los gritos con tus amigos, simplemente era perfecta para el momento.

Pusiste tu mano sobre la de Piero, dejando que el deposite un suave beso en esta, también dejando que te guíe hacia donde estaban todos bailando, parecía nervioso y no sabía dónde poner exactamente sus manos, en especial sabiendo que apenas habían cruzado palabras desde que se conocieron.

Algo enternecida, acomodaste una de sus manos en tu cintura y la otra la entrelasaste con la tuya, ambos comenzaron a bailar algo lento, más parecía que bailaban un vals, aunque mucho no tardaron en encontrar el ritmo y unirse con los demás que bailaban bastante contentos.

♡ amor de Adolescentes En Hogwarts ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora