Noche Rosa

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El pequeño alfa rizado se acerco a la puerta de la gran casa y llamo, su madre lo observaba desde el viejo auto estacionado en la acera.

— ¡Hola, Zee!¡Que bueno que viniste! — saludó eufórica la señora Chawarin.

— Hola — contestó tímido el alfa, su estómago le dolía por los nervios.

— Pasa cariño, los demás cachorros están en el patio trasero. Nunew no ha parado de preguntar cuando vendrías.

La omega rió y luego de que Zee ingresara, se dirigió a la cocina. se acerco lentamente al patio y observo el lugar.

Todo era rosa.

Eso lo hizo sonreír. A Nunew le gustaba mucho el rosa y él lo sabia, por eso le había traído un pequeño osito de peluche rosa que encontró en su casa como regalo y le había hecho una tarjeta decorada con pequeños corazones y flores rosa.

El patio estaba repleto de alfas, omegas y betas que conocía de la escuela. Sin embargo, nunca había hablado con nadie.

— ¿Zee Panich? ¿Que haces aquí? — alguien preguntó detrás suyo.

— Ho... hola, Net — saludó cohibido el rizado.

— Ey, ¿Qué es eso? — dijo el otro alfa para luego arrebatarle de sus manos la bolsa rosa con los regalos de Nunew — ¿Que es esto?¿Basura?.

Net rió y tiro el viejo peluche al suelo, para luego pasar a leer la tarjeta.

— ¡No, dámela!¡Net, devuélveme la tarjeta! — gritó Zee luchando por arrebatarle el papel al otro.

— "Querido Nu, eres tan bonito, gracias por invitarme a tu cumpleaños. Me gusta cuando tomamos jugo de manzana juntos... "— Net leyó la tarjeta en voz alta y soltó una carcajada — ¡Qué horrible tarjeta!

— ¡Basta, Net! —exclamó el rizado y golpeo al alfa en su estómago, haciéndolo caer de espaldas — Lo... lo siento...

Zee tomó la tarjeta y el peluche y se acercó a Net para ayudarlo pero este lo empujó apenas lo tuvo enfrente, su ceño estaba fruncido.

— Tu tarjeta es fea, tu peluche es feo y Nunew también va a pensar que son feos y que tu eres feo — habló Net mirándolo a los ojos — Nunca vas a poder ser amigo de Nunew y nunca nadie te va a querer. Nunca vas a tener un omega, porque eres pobre y feo.

Net le saco la lengua y se fue corriendo, dejando a un Zee triste atrás. El pequeño alfa salió de la casa y entro al auto de su madre, la cual aun no se había marchado. Zee agradeció secretamente eso y se limpió las lagrimas que recorrían su rostro.

***

Era viernes por la tarde, Tutor y él se encontraban en las duchas de la escuela. El entrenamiento había terminado ya hace una hora, pero Zee tuvo que quedarse un rato más porque ahora era mariscal.

Si, había aceptado la propuesta del entrenador Smith.

Luego de hablar con su madre, y de que está prácticamente le rogará para que lo hiciera, Zee decidió intentarlo.

— Entonces... — empezó a hablar el alfa, quien se quedo con él solo para acompañarlo — Mañana es el día.

El rizado suspiró y se sentó en una de las bancas.

Mañana.

— Lo se.

— ¿Estas nervioso? — preguntó Tutor — Porque si yo fuera tu, lo estaría.

¿Estaba nervioso? Si, demasiado.
¿Tenía dudas sobre el plan? Si, demasiadas.
¿Iba a desistir? No, nunca.

Si de algo estaba seguro era de que iba a salvar a Nunew de las garras de Mark a toda costa.

La vida rosa // ZeeNunew OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora