Era su último día en aquel infierno, por fin, después de casi 10 meses, iba a salir de ahí, eso esperaba.
El joven rubio estaba nervioso, no sabía si el plan iba a funcionar o no, estaba sentado en su futón, su pierna izquierda se movía de arriba a abajo mostrando su ansiedad del momento y como si eso no fuera suficiente, se hacía mierda los labios, se arrancaba con los dientes la epidermis del Interior de sus labios en pequeños trozos, algo que le generaría malestar al comer, bueno, si es que llegara a hacerlo.
La madre de Tanjiro casi no estaba presente en la casa, pues iba a un hogar de huérfanos con sus hijos, para ayudar a aquellos niños sin padres, dándoles regalos como canastones de comida, libros o cuentos que sus hijos ya no usaban, entre otros.
Sin embargo, Nezuko estaba presente en aquella casa.
07:30 a.m
1 hora y 30 minutos para el escape.
~en la recidencia Michakatsu~
Un joven de acabados turquesa manipulaba una ballesta, específicamente la flecha de esta misma, moldeó la punta cómica de acero con plomo para poder llenarla de estaño y antimonio junto con pólvora para que tenga la misma función explosiva y más peligrosa que una bala.
Y no solamente manipuló una ballesta, todos los hombres de Kokushibo hicieron lo mismo con las armas, mezclando pólvora de pirotecnia en las balas de escopeta para que explote al momento de atravesar un cuerpo físico.
Los traficantes de armas son peligrosos por los metales tóxicos que implementan en las balas de sus armas importadas y robadas del extranjero para que sean más letales.
Kaigaku se encontraba practicando su puntería con un cuchillo de caza, estaba más que nervioso pero también estaba decidido, necesitaba salvar a su hermano y lo haría aunque sea lo último que haga.
——te ves perturbado.—— Kokushibo ingresaba en el área, analizó el comportamiento del pelinegro menor y lo leyó como un libro.
Kaigaku giró al reconocer la voz y suspiró, bajando ligeramente la cabeza.
—...no quiero que le suceda algo a mi hermano...— el pelinegro dió a reconocer su angustia, el terror de fallar inundaba su pensamiento y junto con eso, las consecuencias que habrían en su hermanito.
—Bueno, tenemos grandes probabilidades de fracasar.— comentó el mayor y el pelinegro menor alzó una ceja ante sus palabras alentadoras.
—Al igual que tenemos probabilidades de que la misión sea un éxito, no son altas pero las tenemos.—Las palabras de Kokushibo eran increíbles, no le estaba mintiendo a Kaigaku con tal de hacerlo sentir mejor, le estaba ayudando a reconocer la situación en la que se encontraba y a adaptarse a ella.
—...Todos queremos estar en otro lugar, Kaigaku, pero esto es lo que somos, esto es lo que hacemos.— el mayor puso su mano en el hombro del contrario y lo miró fijamente desde arriba. —Vivir por nada o morir por algo.— finalizó sus palabras que tenían gran significado, las cuales en la situación de Kaigaku serían; vivir sabiendo que su hermano está siendo torturado o morir por salvarlo.
Kaigaku reflexionó sobre las palabras de Kokushibo y logro entender el gran significado detrás, suspiró con renovada determinación y asintió, elevando la mirada.
—Gracias, señor.— expresó su gratitud ante las palabras sabias del contrario haciendo una reverencia. —pero, ¿usted sabe dónde estaremos una vez que rescatemos a Zenitsu?— no sabía dónde iban a establecerse hasta que la búsqueda de Tanjiro acabara.
—...Muichiro me habló de eso, dijo que ustedes se hospedarán en una de mis residencias privadas que es protegida por mi gente, pero está fuera de Japón, Macao, China.—
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•~𝚂𝚘𝚕𝚘 𝚎𝚛𝚎𝚜 𝚞𝚗 𝚘𝚋𝚓𝚎𝚝𝚘~• ☞︎︎︎ Tanzen Angst ☜︎︎︎ (Mi AU)
FanficEn Japón, en el año 1912 la gente era despiadada y codiciosa, todo dependia de el estatus social de las familias, si tenias buenas cantidades de dinero, tenias derechos y libertades, pero si eres pobre, solo eres, vendid@ o sacrificad@ o asesinad@...