Traducciones de One piece provenientes de Tumblr
Créditos a las personas de los drabbles, one-shots, etc
Las imágenes que salen en la historia no me pertenece, al igual que la portada. Créditos a sus respectivos autores.
|Fem Reader, Male reader, G...
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"¿Estás bien, yoi?" La voz de Marco te sacó de tu cabeza, haciéndote mirar al médico, "Ya estás listo." El viejo pájaro hizo una pausa, mirándote por un momento, "Pero si hay algo en tu mente, puedes hablar de eso yoi."
Sacudiendo la cabeza, le das una sonrisa cansada. "Estoy bien doctor, gracias." Mueves tu cuerpo, levantas los brazos y giras el torso, "¡Me siento fresco y listo para ir ahora!" Y, con un pequeño saludo, sales del consultorio del médico.
Un suspiro escapa de tus labios y en algún lugar de la cubierta escuchas los vítores de los miembros de tu tripulación en cubierta, celebrando la victoria que reclamaron esta tarde. No ahora, piensas, desviándote hacia un rincón más oscuro y aislado de Moby Dick. No creo que pueda enfrentarlos ahora.
No podrías enfrentarte a la tripulación que te recibió con tanto amor y brazos abiertos hace solo unos pocos meses. Te llamaron su familia, otro hijo adoptivo de Pops, pero en el fondo de tu corazón no podías sacudirte de que todo esto era demasiado bueno para ser verdad. La batalla que acababan de ganar duró más de lo previsto, el enemigo era un oponente más fuerte de lo que habían pensado. La segunda división, su división, entró con la arrogancia de un noble mundial, pero estaba muy equivocada en la medición de la habilidad de su oponente. Los enemigos no eran rival, por supuesto, pero hubo muchas más lesiones de las que nadie pensó que surgirían del pequeño altercado.
Todavía recuerdas lo preocupado que estaba tu dulce Comandante cuando te llevó rápidamente a Marco, tu caja torácica y tu hombro tenían una herida de aspecto desagradable. Habría cicatrizado, pero tu cabeza de piña de doctor hizo maravillas como de costumbre.
Dirigiéndose a un rincón apartado de la cubierta, toma asiento, apoyando la espalda contra el revestimiento del barco. Mirando hacia el cielo, dejas que tu mente divague. De vuelta a la batalla, de vuelta a tus heridas, de vuelta a lo que sucedería si Marco no pudiera salvarte. Volviendo a preguntarme cuál es tu papel en una familia tan grande.
- - -
Con un trozo de carne en la mano, Ace se dirigió a la enfermería, ansioso por que te unieras a las festividades. El chico bombero estaría mintiendo si dijera que no estaba secretamente preocupado por ti, aunque Marco le había asegurado que no estabas tan lastimado, no pudo evitar sentir culpabilidad por que te habías lastimado.
Él era tu comandante, y estaba bien... tú. Quería protegerte más que nadie, y ni siquiera pudo hacer eso.
"Hey, Marco..." Al abrir la puerta de la oficina del médico, la voz de Ace se apagó cuando no te vio allí. "¿A dónde fue Y/N?"
Marco mira hacia arriba, con las cejas ligeramente levantadas por la sorpresa, "Pensé que se habían ido y se habían unido a todos, yoi."
Ace se dio la vuelta y se fue sin consultar más al zoan, estrujándose el cerebro con la esperanza de encontrar una pista sobre dónde podrías estar. Revisó los cuartos de la segunda división, la cocina, la fiesta de nuevo, cada rincón y grieta que se le ocurrió.
Cuando te ve, sentado con los brazos alrededor de las rodillas, no puede evitar correr a tu lado. El movimiento te sobresalta, y saltas al ver a tu Comandante de rodillas frente a ti. Él te mira fijamente por un momento antes de envolverte en un abrazo cuando ve las lágrimas en tu rostro. El abrazo es aplastante y cálido, como una manta caliente humana envolviéndote. Una de sus manos agarra tu espalda, la otra sube para pasar por tu cabello.
"Te busqué por todas partes, Y/N." Efectivamente, podías escuchar lo sin aliento que estaba, podías sentir su corazón latir con fuerza en su pecho. "¿Por qué no te uniste a todos los demás?"
Él se aleja un poco ante tu silencio, sus manos se mueven para descansar sobre tus hombros, "¿Qué dijo Marco sobre tus heridas?"
"Dijo que no eran tan serios." Tu voz es tranquila y te sientes incapaz de mirarlo.
Si hubieras mirado hacia arriba, habrías visto la pequeña sonrisa que adorna los labios de Ace a pesar de la preocupación que residía en sus ojos. "Bueno, y ahora eso es bueno, ¿no?" Suspira cuando todo lo que hace no es en respuesta. Cambiando para sentarse detrás de ti, apoya los brazos sobre las rodillas y mira al cielo, "¿Puedes decirme qué está pasando?"
Finalmente miraste al hombre que estaba a tu lado cuando escuchaste que su voz se quebraba levemente en sus palabras. "No creo que sea lo suficientemente fuerte para estar aquí, Ace."
Su cabello cae ligeramente sobre su cara por lo rápido que gira para mirarte. "¿Estar dónde?" Su voz es tensa, su mandíbula apretada esperando que tus próximas palabras no sean las que él cree que son.
"Un miembro de la tripulación. Un pirata de Barbablanca." Sientes que te toma de la mano mientras sigues adelante. "No soy lo suficientemente fuerte y yo solo, sentado en la oficina de Marcos pensé-" tomas una gran y temblorosa respiración. "Solo sé que un día ni siquiera Marco podrá curarme. Que no seré lo suficientemente fuerte."
Y allí estaba, al aire libre.
Sin dudarlo un segundo, una vez más te encuentras envuelto en los brazos de Ace. "Eres un idiota, Y/N." Habrías respondido si tu cara no hubiera estado aplastada contra el pecho de tu comandante.
"Estás a salvo conmigo, lo sabes, ¿verdad?" Los pensamientos pasaron por la cabeza de Ace, sus palabras salieron torpes, pero honestas. "No nos vas a perder, y no te vamos a perder. No tomamos esto de la familia a la ligera, ya sabes. Y tu," hace una pausa, apretándote más fuerte, "No te voy a perder. No has hecho más que alegrar nuestras vidas, mi vida. Te vemos como familia, ¿de acuerdo?" Deja escapar un suspiro, sintiendo que asientes con la cabeza contra él.
Envuelves tus brazos alrededor de él, sintiendo la piel desnuda del Comandante contra tu cara y brazos, sintiendo el calor que emana tanto de su cuerpo como de sus palabras. Sentiste lo rápido que latía su corazón, lo cálido que se estaba poniendo, pero cuando levantas la cabeza para preguntarle si estaba bien, Ace sostiene tu cabeza contra él más.
"No puedes mirarme, Y/N. Todavía no, ¿de acuerdo?" Para un hombre hecho de fuego, sus mejillas se habían vuelto de un rojo ardiente. "Solo sé que no irás a ningún lado, ¿de acuerdo?" Lo sientes presionar un beso en la parte superior de tu cabeza "Espero que no creas que te dejaré ir a ningún lado, ahora estás atrapado conmigo,¿entendido?"
No pudiste evitar sonreír, presionando un pequeño beso contra su pecho mientras te sostenía allí. "Lo entiendo, Ace."
