Falofilia / Narry

The real Harry Styles

—¡Y Lewis me dijo que las hormigas se volverían gigantes si las metiamos en la piscina! Pero me mintió.... —Bufó Niall, cruzándose de brazos. Harry rió.

—Seguro Lewis tampoco tenía idea de que las hormigas no iban a crecer si se arrojaban a la piscina. —Articuló con la vista fija en la carretera.

—Lewis siempre me miente... Pero lo amo... Es mi mejor amigo. —Empezó a balbucear soltando pequeñas risitas. —Pero Hazz... No te pongas celoso. También te amo a ti.

Harry no dijo nada, pues su vergüenza no le dejaba.

—Es ahora cuando me dices que tú también me amas, Hazz —le recordó Niall, sonriendo ampliamente, pero sin mostrar sus dientes. Ante la mirada de cachorro y sus preciosas mejillas levemente rojizas, Harry simplemente no pudo negarse.

—También te amo, Nini —murmuró sonriendo ruborizado.

Niall se calló en ese momento y los que siguieron después y Harry lo agradecía, pues no quería tener que morir de la vergüenza por otras cosas que se le pudiesen salir a Niall en ese estado de ebriedad, donde parecía no tener filtro alguno a la hora de hablar.

Un par de minutos después ambos estaban frente a la casa de Harry, quien hace tan solo un par de meses vivía solo con su hermana mayor Gemma. Quien le había recibido con los brazos abiertos cuando volvió del intercambio estudiantil en Estados Unidos. Sus padres le habían pedido que volviese a Holmes Chapel, pero Harry prefirió vivir con su hermana en Londres y después de conocer a personas tan fantásticas como las que ahora eran sus nuevos amigos, no se arrepentía de su decisión.

Salió del auto, pensando que tendría que abrirle la puerta a Niall y llevarlo él mismo hasta el interior de la casa, pero se sorprendió en cuanto el mayor abrió la puerta y salió por su cuenta, caminando entre tropezones hasta la entrada.

Harry le siguió rápidamente, posicionándose a su lado.

—¡Zayn! —Gritó Niall, deteniéndose unos metros antes de llegar a la puerta.

—Niall, Zayn no se encuentra aquí, es mi casa. —Le hizo saber parándose frente al de mechón rubio, quien le miró con el ceño fruncido.

—¿Por qué me trajiste a tu casa? —Preguntó enarcando una ceja.

—No tenías donde dormir. Yo me ofrecí para darte hospitalidad porque sé que mi hermana no pasará aquí la noche. Además, a ella no le molestará. —Explicó esperando a que le entendiese. Niall sonrió.

—Si querías que durmiera contigo no tenías que inventar una excusa...—Niall hipó. —Yo hubiese venido si era contigo... Sin importar nada.

Harry sintió calientes sus orejas.

—No, Niall... Yo... Y-yo...

Niall abrazó a Harry, acercando demasiado su rostro al del menor.

—Silencio, bebé. Despertarás a Zayn ―Susurró el mirando fijamente a los labios de Harry, quien empezó a entrar en pánico de inmediato.