Volver A Perderte 🌑||❝ La vida es tan injusta...no puedo creer que tenga tan mala suerte para perder a tantas personas al mismo tiempo. Vivo con el miedo a diario, que no me deja descansar. Simplemente no quiero, no puedo permitirme 𝙑𝙤𝙡𝙫𝙚𝙧 𝘼...
❝ My missionaries in a foreign field For some reason I can explain, I now saint peter Won't call my name never an honest word, but that was when a ruled the world. ❞ —Coldplay
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El asfalto estaba húmedo, el ambiente tenso, sus oídos zumbaban y su cuerpo ileso, no podía escapar de su pasado ni del presente que le esperaba, y lo sabía, hasta que de un tiron, se despertó una vez más en el sillón de su Psicóloga de confianza.
20/04/81
— ¿Roger estas bien? — pregunto la chica de un metro y medio inclinándose hacia roger.
— Eso creo...tuve una especie de sueño extraño.
— ¿Que sentiste? — retrocedió para así, sentarse a tomar nota.
— Me sentía ileso, inválido en pocas palabras, solo se que estaba llorando y todo estaba en color negro.
La chica tomó nota y miro a roger.
— Roger, ¿no crees que todo esto es por la partida que tuviste hace tres años atrás?
— ¿A que se refiere? — dijo con voz temblorosa.
— Me refiero, a la pérdida de tu hija, Beatrice, ¿no crees que todo esto haya sido por ese suceso? — pregunto una vez más.
A roger no le gustaba que le tomaran en cuenta el tema sobre Beatrice, y menos que mencionaran su nombre, hacia que un escalofrío pasara por su cuerpo y espalda.
— No me gustaría hablar sobre eso. — dijo roger, su voz había cambiado a más fría y tensa, su mirada fulminante estaba en maya, pues cuando se enojaba, solía ser así.
— Roger no puedes evitar este tema a cada sesión que vengas, tienes que dejarla ir y superarla, vivir tu vida si es posible.
— ¿Pero como quieres que viva mi vida si mi única razón de vivir ya no lo hace? — dijo roger, se sentía presionado por Maya, el sentía que nunca iba a superar a Beatrice.
Maya solo tomo nota en su libreta y alzó la mirada para ver a roger.
— Nos vemos la próxima sesión, roger.
— Gracias.
— Roger ya no puedes seguir así.
— Claro que puedo freddie, esas terapias no me están ayudando en absolutamente nada.
— Porque no estás viendo cambios, ademas aún no los verás estas recién entrando, tú date unos cuatro meses y verás.
— Como sea, yo solo quiero deshacerme de esas estupidas terapias.
— Como tú digas roger... en fin, supongo que ya llegamos.
— si, al fin — dijo sentándose en la descuidada grama del cementerio.
— Está es la hora más feliz de tu día, ¿Verdad?
— Así es, solo espero que el sol baje a esta hora para llamarte y que me traigas para hablar con ella.
— Te entiendo, bueno te acompa — roger no lo dejo terminar la oración.
— A solas.
Freddie levanto sus brazos en signo de paz y se fue a esperar en el auto.
✺
— Hola mi pequeña, ¿Como estas? Espero que bien, ya tres años y sigo sin superar tu muerte, ¿puedes creerlo? — dijo roger en un sollozo silencioso.
Sus manos estaban posadas en la lápida, llena de flores y colores, solo como a Beatrice le gustaba.
Pues después de la trágica muerte de Beatrice, roger aun no logra superar la manera en la que le arrebataron a su pequeña, pues el impacto fue tan fuerte, que roger aun no logra superar aquella mañana del primero de enero del 1979, periodistas sofocándolo, minutos después de haber anunciado a Beatrice muerta por homicido.
Ya empezaba a oscurecer, ya era hora de irse a casa.
— Bien mi pequeña niña, fue un gusto haber hablado contigo, nos vemos pronto, más pronto de lo que crees — volvió a poner sus dos manos y se despidió dejando un dulce beso en la lápida.
Lágrimas derramadas en la almohada, siempre al llegar a casa el mismo sentimiento, el sentimiento de una casa totalmente vacía, ya no escuchaba aquella vocecita que le alegraba un dia malo, ya no había alguien a quien amar, nadie a quien consolar, ni a quien cuidar. Se sentía perdido, ya no podía escuchar los gritos y las risas sonoras de su pequeña muñeca tan delicada, el quería seguir en su pequeña inocencia que Beatrice estaba simplemente a su lado, alentándolo a seguir con su vida y no rendirse, no era hora de rendirse, pero algo por dentro no le permitía seguir, desde que ella murió, una pregunta no dejo de sonar en su cabeza ¿Y Ahora Que Sigue? Que sigue después de la muerte de Beatrice, que se supone que ahí que hacer después de la muerte del único ser humano del cual te encargaste por años y años, ¿Ahora Que Sigue? Debería seguir avanzando, o rendirme?
Como si de una burbuja se tratase, se explotaron sus pensamientos al escuchar la puerta principal abrirse lentamente.
Un escalofrío pasaba por su espina dorsal acorde cada paso que daba, el ambiente se hacía cada vez más tenso y más oscuro para el, hasta que no se acobardó y abrió la puerta para al fin descifrar quien era.
