INTRUSO ( ♡︎𝔪𝔦𝔫𝔤𝔰𝔲𝔫𝔤♡︎ )

CAP 9

JISUNG' s DREAM

— Jisung, eres muy lindo

Los dos jovenes se abrazaron continuando de un beso.

[...]

Jisung abrió sus ojos de golpe, sentándose en la cama.

Había tenido un sueño muy fuerte.

Soñó con Minho, y al parecer eran pareja. Fue el peor de los sueños, no terrorífico pero si muy extraño.

Salió corriendo al baño y mojarse un poco la cara.

Despertó completamente y regresó a la cama para revisar el celular y ver si había algún mensaje de Minho.

No tenía ningún mensaje pero la hora indicaba que estaba a punto de llegar.

Salió de la habitación aún ligeramente dormido y rascando sus ojos.

— Al fin despiertas.

Esa voz profunda y atractiva de alguna manera habló llamando la atención de Jisung.

Alzó su vista y lo único que hizo fue gritar.

— ay, no seas tan grosero, se ve bien. —dijo tocando sus cabellos ahora negros.

Se acercó rápidamente a Minho que estaba parado en la cocina, Jisung se enfocó solamente en su cabello y extendiendo su mano para tocarlo.

— es negro. —dijo acariciando tal.

— si lo creo, Jisung.

— te ves bien. —se separó de Minho pero teniendo sus manos en sus hombros ya que estás se deslizaron.

— ¿te gusta?

"¡Joder! Se ve tan increíblemente atractivo"
— si, es muy diferente pero me gusta. —bajó sin querer sus manos a su pecho.

Al sentir su pecho, sintió calidez y calma, y sin ser una broma, pensó que sería una buena almohada.

Rápidamente quitó sus manos de esa zona al caer en cuenta de lo que estaba tocando.

— en fin, ¿por qué estás tan temprano aquí?

— me dieron permiso de salir, ya no había tanta gente.

— mmm, ya. —se giró pensando en el simple hecho de que seguro el rubio alto volvió a hacer algunos de sus comentarios coquetos al dejar salir a Minho temprano.

— y también ya quería estar aquí.

Jisung sintió el golpe de emoción retumbar fuerte en su pecho.

Le estaba pasando un sentimiento muy extraño, sabía que era el sentimiento cuando te gusta una persona, pero su mente lo dudaba y no era posible.

Minho era guapo y no lo negaba pero si negaba el hecho que le guste, no le gustaban los hombres.

— nada mejor que estar en casa. —afirmó mientras tenía a Minho de espaldas recargándose en el pequeño contador de la cocina.