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Selena
- ¡¿Gol de quien?! - grito Maia, volviendo a su asiento corriendo y casi llevandose puesto a alguien.
- Del mejor del mundo: Lionel Andres Messi Cuccittini. - Respondi, con la sonrisa aun en mi cara.
- ¡Y me lo perdi! - bufo la pelinegra.
- Jodete por tener una vejiga del mataño de una nuez. - Me burle.
- Eh, con mi vejiga de abuelita no te metas. - Me señalo amenazante.
Rodee los ojos, sin evitar la risa que me salio, y devolvi la mirada a la cancha, donde el juego continua.
Argentina iba ganando 1 a 0 contra Australia, gracias al golazo que metio Leo. Me rei al volver a pensar en como Ota quedo modo palito para no estorbar al 10.
- No fue buena idea tomar un litro de agua antes de venir aca. - Maia retomo el tema de su vejiga.
La mire, divertida.
- Deja el tema de tu problema de abuelita y mira el partido.
- Hola, chicas. - Ambas giramos la cabeza en direccion a Oriana, quien se sentaba a nuestro lado.
- Hola. - Saludamos al unisono, risueñas. - ¿Vos no ibas a estar con tu familia?
- Si, bueno... Me harte de escuchar a mi papá decir que Paulo nunca entra y me vine aca. - Se cruzo de brazos. - Era eso o desconocerme con mi viejo.
Tape mi boca, ahogando una carcajada.
- No hace falta que Pau entre para saber que es buenisimo. - Sonrei. - En todo caso, mi papá lo va a meter seguro, no lo va a dejar sin jugar el mundial.
Oriana me miro, de una forma dulce, y me sonrio agradecida.
- Termino el primer tiempo. - Escuchamos a Mai avisar. - Voy al baño. - Se levanto.
- ¿Otra vez? - alce mis manos, exasperada.
- Selena, no vamos a tener esta conversacion de nuevo. - Me señalo y desaparecio al doblar la esquina.
