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Selena
Me encontraba con mi mirada perdida en algun punto del cuarto. Los brazos de Enzo me rodeaban y me pegaban a su pecho, consolandome.
Hace 20 minutos que habia llegado a mi cuarto junto al morocho y me encontraba encerrada aca. Podia escuchar los golpes en la puerta que daba Julian del otro lado.
— ¡Selena, hablemos, porfa! - me rogo.
No conteste, ni siquiera hice el esfuerzo de abrir la boca. Mi cabeza estaba hecha un lio y se que si hablo ahora, las cosas podrian terminar muy mal.
— ¿Queres que le diga que se vaya? - Escuche el murmullo de Enzo.
Sin decir nada, movi mi cabeza de arriba hacia abajo, asintiendo. Lentamente se alejo de mi y se levanto.
— P-Podes... - trague saliva, mi voz habia salido en un hilo. - Llama a Maia.
Mire al morcho, en sus ojos se podia ver la tristeza y pena por verme asi.
— Si. - Asintio y camino hasta la puerta.
— Dejame pasar. - Exigio Julian, queriendo rodear a Enzo, pero este lo freno y cerro la puerta.
Pude escuchar como el cordobes le reclamaba a Enzo, pero este tan solo le decia que cierre el culo y que me deje sola. Seguido no escuche nada mas, supongo que lo obligo a irse con el. Cosa que agradezco.
Pasaron unos pocos minutos, hasta que la puerta de la habitacion se volvio a abrir, esta vez dejando ver a mi amiga.
— Ay, linda. - Suspiro con tristeza.
Cerro la puerta y se acerco a mi, abrazandome al instante. Fue en ese momento que algo dentro de mi cabeza y mi corazon hizo click, detonando las lagrimas que se acumularon en mis ojos.
Me abrace a la pelinegra y llore como una nena chiquita cuando le sacan un caramelo. Desde el divorcio de mis papás que no lloraba asi, estaba mal.
— Lena, no me gusta verte asi.
— No entiendo nada, Mai. - Hable con mi voz entrecortada. - Se supone que es su ex, que lo lastimo mucho... ¿entonces por que esta aca y abrazandose con ella?
— Linda, seguro es un mal entendido... - la mire.
— Mai, cuando el me conto todo lo que esa persona le hizo vivir, demostraba un odio y repugnancia... ¿Como es posible que abraces a la persona que mas te lastimo en la vida? - interrumpi.
La pelinegra me miro en silencio, sin saber que mas decir.
— Yo... - abrio la boca. - Creo que por hoy tendrias que olvidarte de Julian y su ex: ¡es tu cumpleaños!
Acuno mi cara entre sus manos, sacudiendome levemente y provocandome una casi inexistente risa.
— Asi me gusta, que sonrias y que no le des el gusto a los que te lastiman. - Beso mi frente. - Ahora parate y ponete esto. - Mi amiga se levanto y camino hacia una de las bolsas que trajimos hoy.
