HOMICIDIO SIN MUERTE

OCASO

La gracia de la vida es tener que vivirla,

cuando ella misma es la que te condena a

aplastarla.

Que mentalidad tan empedernida,

no me suelta, ni me deja.

Me esconde en una reja,

con su mirada tan perdida.

Que singularidad de la naturaleza,

producto de mezclas y elementos que se compaginan,

renacemos sintiéndolas.

y morimos sin merecerlas.

Me gusta ver el cielo,

sus intrépidas nubes me coquetean...

Somos la construcción de anomalías

la decadencia en la mira,

y un absoluto brillar.

-todo tan inequívoco-

Dicen que nuestros destinos están sellados,

pero el mío ni lo han planeado.

Resplandeciente es aquella luz que miro día a día, esa que me alegra y me sonroja, y que también veo como parte al oscurecer.

Esa luz necesito, necesitas,
ojalá te quedaras por siempre y no te movieras, eres eterna, eres inmortal.
Pero solo una docena te vuelve a ocultar.

Mi actitud con lo cósmico es mutua,

los defiendo, pero aún tengo esa mancha;

ese agujero de duda.

Vivo en otra realidad,

no he experimentado el sufrir

Solo mi mente piensa en huir

Cuando es cercana la calamidad.

Otra, otra es la dimensión en la que vivo.

Todos piden estar donde son ellos,

pero es muy difícil cuando solo hay carroñeros.

Que te rodean para verte ser libre,

Y emboscarte cuando eres indefenso.

-vida maldecida-

Amo la compañía de los atardeceres,

Ese sol delicioso mezclándose con las nubes, vientos...

y como su posición disuelve los colores más bellos

ese rojizo encantador, ese rosa como flor, violeta soñador

dan a mi alma un poco de fulgor.

-vida bonita-

Recuerda, eres muchos colores.

Muchos sentimientos, emociones...

Tantas bonitas tonalidades que tienes,

Llenas de explosión, de expansión,

eres mi atardecer.