Al siguiente día tocaba clases y por mas que deseaba no podía quedarme.
Mis ojos estaban completamente cansados de tanto llorar la noche anterior.
Al llegar a la escuela me sentía bastante rara, algunos me saludaban y por mas que intente no me salía ninguna sonrisa o gesto de amabilidad.
Casi llegaba hasta donde estaba una de mis mejores amigas y el desespero por abrazarla empezó a aumentar en cuanto te vi, estabas parado viéndome sin hacer algún tipo de movimiento.
En ese momento no era vergüenza si no algo más lo qué pasó por mi corazón en ese momento.
Moví mas rápido mis pies hasta llegar en donde se encontraba mi mejor amiga. No dije mucho, solo la abracé y dejé escapar unas cuantas lagrimas.
Ese día las horas no estaban a mi favor, pasaron mas lentas que nunca.
La segunda hora me tocaba inglés, todo iba bien hasta que de repente te vi pasar por la cancha, justo al lado de mi curso y empecé a sentir unas ganas terribles de vomitar, pedi permiso para ir al baño y así calmarme, pensé que no habría gente y que podría llorar pero me equivoqué de nuevo.
Ahí estaban dos chicas de mi curso, una de ellas me vio y me pregunto si estaba bien.
Juro que cuando me preguntan que si estoy bien es cuando mas sensible me pongo.
Negué con la cabeza y empecé a llorar, cerré los ojos y sentí como me abrazaba, recosté mi cabeza sobre su hombre mientras la rodeaba con mis brazos, empecé a chillar sin parar y la otra chica de nuestro curso estaba parada como si fuera en shock sin saber que hacer.
Le dije que buscara a una de mis mejores amigas y así hizo, en cuanto salió del baño llore aún más fuerte, no lograba contener mis lagrimas, cuando quedo espaldas a la puerta del baño te vi sentado afuera, oraba por que no entrarás, lo último que quería era que me vieras así aunque sabía que ya me habías visto.
En cuanto llegó una de mis mejores amigas me eche a llorar en sus brazos aún peor que en los de la chica anterior.
Sentía el calor de sus brazos alrededor mi cuerpo mientras que por otro lado tenía ganas de salir corriendo de ahí.
Tarde varios minutos en calmarme pero cuando estuve algo mejor volví al salón intentando recuperarme.
No me sentía para nada bien de la cabeza así que saqué una pastilla de la mochila de mi otra amiga.
Mis manos empezaron a temblar mientras intentaba abrir el frasco de pastillas, mi otra amiga tomó el frasco y lo abrió por mi, luego partió a la mitad la pastilla por que sabía que me cuesta tomarme una pastilla entera.
Luego de tomarla el dolor de cabeza disminuyó y me quede dormida por unos minutos.
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Para el chico que alguna vez ame ©
Teen Fiction¿Alguna vez te ilusionaste tanto con una persona al punto de llorar hasta quedarte dormida por haberla perdido?