Un día de esos mientras estaba anotando los apuntes que había puesto la maestra antes de salir del aula escuche que alguien me llenaba, una de mis amigas señaló hacia el pizarrón y para mi sorpresa se encontraba mi nombre con el tuyo dentro de un corazón. Me había sentido algo nerviosa al ver aquello que habían escrito pero luego se me paso.
Quería que tocaran para la hora de receso y poder contarte.
Al igual que yo, sonreíste cuando te conté, tu sonrisa fue la razón de querer venir a la escuela todos los días, incluso los fines de semana.
Pasamos la hora entera riéndonos y haciéndonos preguntas sin sentido que ni siquiera escuchamos cuando sonó el timbre.
Cuando me levante para irme a mi curso me habías tomado del brazo para abrazarme.
Mi corazón en esos instantes estaba apunto de explotar, tus brazos al rededor de mi cuerpo eran lo mejor que me podía pasar.
Cuando te separaste para verme mi cara había formado unos hoyuelos luego de ese abrazo inesperado.
Fue tan mágico.
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Para el chico que alguna vez ame ©
Teen Fiction¿Alguna vez te ilusionaste tanto con una persona al punto de llorar hasta quedarte dormida por haberla perdido?