𝘍𝘪𝘦𝘴𝘵𝘢.

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-¡Suerte con tu Suggar! -le gritó Jiseok a penas la puerta del dormitorio fué cerrada, este riendo e imaginando cómo sería la reacción de su amigo. Pero sí deseaba que le fuera bien, sus nervios eran casi nulos, pero con eso podría hacer algún desastre si lo conocía como lo hace.

Jiseok siempre ha sido una persona de tener muchas amistades, su personalidad agradable y extrovertida lo hacían resaltar mucho -sin contar con que su cabellera siempre colorida llamaba mucho la atención-. Se llevaba muy bien cualquier persona que conociera, sólo era cuestión de minutos para que su forma de ser atrape a quien lo rodee. Su bandeja de chats nunca estaba vacía, siempre había alguien que se acordara de él o le invitara a algún lado. Gracias a eso, no le sorprendió cuando al menos cuatro personas le invitaban a una fiesta en común, hablaban muy bien de ella ya que el organizador era Han Jisung, un chico de la facultad de composición que es bien conocido por sus reuniones y por ser pareja de Lee Minho, un chico que a pesar de aún estar en la universidad, ya ha tenido presentaciones en escenarios -que es otro de sus futuros sueños- como bailarín de apoyo de algunos idol's, haciéndolo de alguna forma conocido. Jisung en persona también le habían invitado, no sabía cómo ni cuándo se volvieron cercanos, pero sin duda le parece un chico agradable, obviamente iría a esa fiesta. Le aceptó por mensaje a Changbin; uno de quienes lo había invitado, y aunque parezca interesado, le aceptó porque él sí tenía auto propio, y le parece un chico muy bueno físicamente, a penas lo conoció se imaginó en miles de escenarios grotescos en donde su magnífico cuerpo musculoso y muy, en serio, muy bien tonificado le hacía perder la cordura en algún lugar público reclamándolo de él hasta quedar inválido.

Por supuesto estaba interesado en él, ¿Quién no lo estaría? Esta noche Jiseok quiere saber si su imaginación acertará sobre este hermoso chico.

Rápidamente cambió su pijama por una camisa de rayas negras y rojas, un pantalón ajustado que resaltaba sus piernas ejercitadas al igual que sus glúteos, unas botas negras de suela gruesa que le daba más altura, como complemento, una buena cantidad de pulseras, collares, unas cadenas a los lados de su cadera y una bonita boina que había comprado hace una semana. Tenía un estilo algo punk que tenía tiempo por querer intentar, no se arrepintió, se sentía increíblemente bien. Para contrastar su vestimenta, se maquilló de una forma delicada, haciendo sus facciones dulces y adorables, su mirada brillando por sus lentes de contacto color gris, sus labios humectados con un resaltante color cereza, viéndose lo suficientemente atractivo para sentir que podría tener cualquier persona que quisiera donde quiera.

Checó de nuevo su celular viendo una nueva notificación de Changbin diciendo que lo estaba esperando en la salida, así que de inmediato tomó sus llaves, credencial, teléfono y salió.

A penas notó aquel sexy chico con una camisa manga larga ajustada, pantalón, zapatos negros y algunos collares plateados colándose entre sus definidos pectorales, sintió su boca empezar a salivar, una sensación de querer acelerar el paso e irse de una vez para empezar con su plan. Pero tenía que ser paciente, así que enderezó su postura, levantó su mentón, dió pasos de seguridad con una linda sonrisa hasta llegar a él.

Changbin lo recibió con una media sonrisa y dirigió su brazos al rededor de los hombros de Jiseok, brindándole un normal abrazo. Pero que al contrario de él, el de cabellos bicolores sintió muy bien, pues sentir su firme torso contra él así sea con ropa le agradaba mucho.

-Hueles bien, ¿Esta vez sí te bañaste? -bromeó Jiseok dándole un golpe en el pecho.

-Siempre lo hago, sólo que cambié de perfume, ¿Te gusta?

-Me gusta -afirmó.

Con eso dieron inicio a su viaje en auto, con charlas normales de por medio y algunas miraditas de más por los brazos que conducían.

Fantasía literariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora