4.

1.5K 48 13
                                    


4

Alejo

Observaba como su pelo rizado se movía con el viento, no podía dejar de admirar a la mujer que tenía a mi lado, ella estaba con los ojos cerrados disfrutando de la brisa. Habíamos decidido rentar una cabaña por un fin de semana, aprovechando que Indra tenia fechas fuera del país. Estábamos sentados frente a la casa disfrutando la vista

Lentamente abrió los ojos y volteó hacía mi, esas ojos cafés que tanto adoraba brillaban.

- Quisiera quedarme aquí para siempre... Contigo - Murmuró mientras se acomodaba para quedar mas cerca de mi - me das tanta paz Alejo.

Pasé mi brazo por sus hombros para abrazarla, y con una mano acaricié su rostro para después besarla. Sus suaves labios eran más adictivos que cualquier droga. Profundicé mas el beso, deseando transmitirle en el todo lo que siento. Nos separamos lentamente por falta de aire, antes de alejarme por completo le dejo corto beso.

- No tienes idea de todo lo que me haces sentir - ella sonrió al escucharme

- Nunca pensé estar en está situación - empezó a jugar con uno de los botones de mi camisa ,- tenme paciencia para hacer las cosas bien.

Esas palabras eran una acaricia en el alma, ella quería estar conmigo tanto como yo con ella. Tomé su mano entre la mía y le di un beso en el dorso.

- te prometo que regresaremos a este lugares y estaremos juntos como debe de ser- añadió antes que yo pudiera decir algo

Ese fin de semana la pasamos entre conversaciones, risas y haciendo el amor cada que podíamos, sentía que tenía un imán a ella, necesitaba sentirla cada segundo. Agradecía estos 3 días juntos, imaginándome como sería una vez que ella terminara con Indra. Despertar a su lado, ver como se prepara un café por la mañana, esperarla mientras hace su rutina de yoga, almorzar juntos. Nunca fui de rutinas pero nunca me cansaría de esto con ella.


                 **********************************************************************


—Perdóname, Alejo, no supe decirle que no, no pude — Danela me miraba culpable con los ojos cristalinos

—¿no pudiste o no quisiste? Danela, es que no te lo creo — escupí con enojo — no puedes estar para siempre así, no podemos.

—Me siento culpable, entiéndeme, el ya tenía todo planeado, pero no pasará nada, amor

¿Qué sucedía? Bueno, pues después de nosotros regresar de nuestra escapada y que Indra regresara de su viaje, al parecer el había pensando que era el momento para su viaje de reconciliación con Danela, habíamos hablado de eso y ella había asegurado que no se haría el viaje.

—¿Como crees que me siento yo? Ese viaje romántico para reconquistarte y tú lo dejarás, sé de sobra que cariño le tienes y se perfectamente que mi posición aquí es la del amante que te quita las ganas cuando el no está — solté sin pensar lo que decía y pude notar como su mirada se iba llenando de incredulidad

—¿En serio crees así, Alejo? — negó con la cabeza y se acercó a mi — yo no soy una cualquiera y mucho menos estoy contigo solo para acostarnos, pensé que me conocías mejor

—¿y que esperas que crea? Si llevamos meses asi, me juras que quieres estar conmigo pero no haces nada, ponte en mi lugar, por favor.

Nos quedamos en silencio ambos, estábamos exaltados y a la defensiva. Pocas veces habíamos discutido pero siempre era la misma razón, su relación. ¿Era yo el egoísta? Puede ser pero el pensar en ellos dos reviviendo lo que los hizo estar enamorados alguna vez me daba náuseas, pánico.

Observé como dio un paso al frente y colocó su mano en mi pecho.

—No quiero pelear Alejo, te amo, no tengo dudas de eso — suspiró y se relamió los labios antes de continuar — sé que no es fácil para ti pero no dudes en lo que siento, por favor

Era tan débil frente a ella, con simples palabras lograba tranquilizarme y olvidarme de todo. Solté el aire que estaba conteniendo, entrelace una de mis manos con la suya y la miré fijamente para finalmente hablar;

—necesito que entiendas que te amo y que nunca había sentido algo así, perdóname por lo que dije antes 

—buscaré la manera para no ir con el, algo se me ocurrirá — me abrazó, escondió su cara en mi pecho mientras, yo le límite a dejar caricias por su pelo.


AMIGO; YSY ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora