24.

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Alejo


—¿Listo? — le pregunté a Bruno, una vez que abrió la puerta del baño del restaurante donde habíamos comido.

El asintió — Sí, papá. Te dije que yo podía solito.

—Yo sé que ya eres un niño grande — Le regalé una sonrisa y nos retiramos del pasillo.

Bruno iba unos pasos adelante mío, mientras que yo me lo seguía, a la vez que buscaba con la mirada a nuestra acompañante.

—¡Mira papá! Es el tío Indra

Antes de decir algo salió corriendo hacía donde se encontraban los antes mencionados. Suspiré pesadamente anticipando el momento incómodo que tendríamos..

Mi corazón se detuvo al ver que Indra se encontraba con Danela, nuestras miradas conectaron.

Caminé hacía ellos.

—Bruno, no puedes correr así de la nada, es peligroso — dije al momento de llegar a su lado.

No me puso mucha atención ya que hablaba con Indra, en realidad le preguntaba algunas cosas por lo que alcancé a escuchar.

Mi mirada nuevamente se centró en Danela, quién simplemente trató de regalarme una media sonrisa. Se acercó hacía mí y entrelazó nuestras manos, dándome un apretón para asegurarme que todo estaba bien.

—Lo que dice tu papá es cierto Brunito, no puedes separarte así de el — escuché a Indra hablarle con un tono un tanto serio.

Bruno asintió apenado.

—Alejo…— volvió a hablar, esta vez mirándome fijamente.

—Indra, ¿Qué tal?

No habíamos hablado desde aquella vez que visitó el estudio, me golpeé mentalmente por lo incómodo que me escuché

—Todo bien, supongo. — Una leve sonrisa nostálgica apareció en su rostro, y volvió a hablar después de unos segundos— Tengo que regresar al restaurante, pero me alegra verlos…bien.

Se acercó para despedirse de Danela con un beso en la mejilla y un medio abrazo, después se dirigió a Bruno para chocar los puños y finalmente, a mi dio un apretón en el hombro

Vimos que regresaba al local donde lo esperaba, si no recordaba mal, su mejor amiga.

Tomé nuevamente la mano de Danela, y empezamos a caminar, Bruno se había adelantado unos pasos, ajeno a nosotros y el silencio en el que estábamos.

—¿Te removió algo verlo? — no pude evitar preguntarle

Voltee a verla rápidamente, ella miraba hacía enfrente, al escucharme giró su  cabeza para mirarme rápidamente.

—Nop, — respondió negando con la cabeza. — Me sorprendió verlo, solamente me preguntó cómo había estado, nada más.  No lo había visto desde que hablé con el, antes de irme.

Se puso en frente de mí, deteniéndome, colocó sus manos sobre mi pecho y se puso de puntitas para darme un beso rápido.— Te prometí que no habría mas secretos, y todo lo que pasó ya lo hemos hablado. No hay novedades que no sepas. — concluyó.

Volvió a tomar mis manos y continuamos nuestro paso. Acerqué nuestras manos unidas hacia mis labios para darle un beso al dorso de la suya.


—Lo sé, cariño. Confío plenamente en ti.

Seguimos caminando en silencio, disfrutando de la compañía. Habíamos decidido salir a comer con Bruno. Se  nos había hecho costumbre salir al menos una vez a la semana a comer los tres juntos.

Sonreí inconscientemente al darme cuenta que lo tenía todo con ellos y reafirmé que la rápida decisión que tomé aquella noche fue la correcta.

Flashback
—De verdad lo siento Alejo y se que me arrepentiré siempre por hacerte sufrir. Espero algún día me perdones

Me dio una ultima mirada antes de dar media vuelta y caminar hacia la puerta. No reaccionaba. Acababa de despedirme de la mujer que mas he amado. Había rogado tanto por la oportunidad de tener un cierre a lo que vivimos y hoy, sin darme cuenta, lo había hecho….

Mordí mi labio inferior fuerte e inconscientemente, señal de que mi mente estaba indecisa.  Vi como su figura se perdía dentro del edificio.

Sacudí mi cabeza tratando de pensar claramente, y decidí escuchar a mi corazón; Me apresuré a seguirla.

Bajé rápidamente las escaleras ya que no había rastro de ella. Pasé mi mirada por el salón tratando de ubicarla, empecé a recorrer el lugar buscándola hasta que la vi en una de las habitaciones;  Estaba con Mauro, el la observaba con algo de empatía mientras escuchaba atentamente lo que ella decía.

Me apresuré a acercarme, Mauro fue el primero en notar mi presencia. Al verme me sonrió, y con la cabeza hizo un ademán para que Danela me notara.

—Los dejó solos — Murmuró, antes de salir de la habitación cerrando la puerta tras el.

—Alejo.. yo

Empezó a balbucear , pero la interrumpí.

—Solo escúchame, Danela, ya dijiste lo que tenías, pero ahora me toca a mí. No te voy a mentir, me dolió muchísimo todo, no podía con la duda, todos los malditos días pensando que todo lo que vivimos fue en vano. Quise olvidarte, odiarte, borrar cada momentos, pero no lo logré.  Me mentí a mi mismo, creyendo que al volver a lo que era antes de ti podría olvidarte, pero toda mi fachada se terminó de derrumbar al verte. — terminé el espacio que nos separaba, y coloque mis manos en su rostro acunándolo en ellas, a la vez que limpiaba las lagrimas que caían por sus mejillas. —Te amo como nunca antes lo he hecho, no me importa nada más que estar contigo.

Ella me interrumpió al posar sus labios sobre los míos, no tardé en responder el beso. Un beso lento, suave, en el cual transmitimos nuestras emociones.

—Sé que nos falta mucho para estar completamente bien, y hay demasiadas cosas que tenemos que hablar, pero debemos intentarlo. No te quiero perderte, no otra vez.

Murmuré después de separarnos, ella asintió y rodeó mi cuerpo con sus brazos, abrazándome fuertemente, hundiendo su rostro en mi pecho.

—Te amo Alejo, te prometo que estaremos bien.

Fin del flashback.

Había pasado casi un año desde esa noche, no nos volvimos a separar. Lentamente fuimos construyendo nuestra relación, poco a poco. Había conversaciones incómodas, pero necesarias para hacer que esto funcionara.

Disfrutábamos cada momento, cada risa, cada caricia como si fuera la primera. Podíamos salir a la calle sin escondernos, sin importar el qué dirán. Me sentía completamente seguro a su lado.

—¿En qué tanto piensas, Amor? — preguntó sacándome de mis pensamientos.

Estábamos acostados en los sillones de nuestro departamento, después de haber dejado a Bruno con su madre, decidimos descansar lo que resta de la tarde

—Pienso en todo lo que vivimos, y no me arrepiento de nada, cada momento, bueno o malo, nos trajo aquí.

Respondí sinceramente, ella me sonrió enternecida y en un rápido movimiento se sentó a horcajadas sobre mí.

—Te me estás poniendo mas sentimental cada día— murmuró dándome suave beso. — y me encanta eso.

—Pues así me tienes mujer— dije sonriendo tomándola de la mano, y jugando con el anillo en su dedo anular de su mano izquierda — Debí decirle a Don Roque que lo hiciera más grande.

—Amor, cállate, me encanta así y lo sabes — miró su mano detenidamente  sonriendo.

Sabía que estaba recordando el día en que le propuse matrimonio. Nunca había estado tan nervioso, pero no tenia ninguna duda de que ella era la mujer con la que pasaría el resto de mis días.

—Te amo Alejo, gracias por todo.

—Te amo más, Danela y así será siempre.

Sonreí ampliamente,  después de una gran tormenta, estábamos en calma.  Soy muy consciente de que esta relación no inició como debía, pero eso no hacía menos el amor que nos teníamos.

Ya no tenia duda cuando el amor te llega no se fija en quién ni cómo, yo soy la prueba de eso y no me arrepiento de nada porque tenía al amor de vida junto a mí, no me arrepiento de haberme e enamorado de la que era novia de mi Amigo


Fin.

***
Se llegó el fin y....terminaron juntos. Originalmente quería separarlos, pero siempre termina solo Alejo en los fanfics que he leído. Así que no tuve corazón para hacer eso, a pesar de que fue un chapulín

Espero hayan disfrutado esta historia,
¿Que les pareció? ¿Le gustó el final?

¿Les gustaría una historia corta de Indra despues de Danela?

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Muchas gracias por leer y apoyar esta historia 💕







AMIGO; YSY ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora