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--- ¿Recuerdas la vez que nos conocimos? ---preguntó de repente Xavier.

Estábamos sentados en el pequeño muelle del lago, viendo el atardecer. Xavier me comentó que tendríamos unos días libres en la cafetería mientras que está en remodelación, ya que se había dañado una tubería y debían cambiar todo.

El clima era perfecto, comenzaba a haber un poco de frío mientras se ocultaba el sol junto a los leves cantos de los pajarillos. Recargué mi cabeza en su hombro.

--- Sí. ---reí.--- Eras insoportable. ---jadeó con indignación.

--- Claro que no. ---rodeé los ojos. Mentiroso.

--- Estuviste insistiendo durante casi cuatro meses. ---le recordé. Rió.

--- Me rechazabas cada vez que te invitaba a salir. ---dijo. Y era cierto, cuando recién había conocido a Xavier no me interesaba en ningún aspecto.

--- En aquel entonces no me interesaba salir con nadie... ---murmuré. Me abrazó por los hombros.

--- Y ahora estás aquí, conmigo. ---sonreí.

--- ¿Recuerdas nuestra primera cita? ---pregunté. Soltó una carcajada.

--- Al pie de la letra...

...

~años atrás~

Era mi primer día en Nevermore. Mamá me había contado sobre esa academia para los rechazados, un lugar dónde aquellas personas o seres "marginadas" no serían discriminadas.

Un lugar perfecto para la hija de una de las brujas de Salem.

--- Es un gusto conocerte, Bonnie. Yo soy la directora Weems, y espero que Nevermore sea de tu agrado. ---la primera vez que vi a la directora Weems fue admirable. Había escuchado sobre ella y el que mi tía Mary sea amiga suya, me hizo tener más interés.--- Nevermore se destaca para que los "rechazados" no sean discriminados y sea un lugar seguro para todos. Deja te doy un recorrido por los pasillos y te llevo a tu primera clase.

Al salir de su oficina iniciamos dicho recorrido. Los pasillos estaban repletos por alumnos, quienes pasaban de largo de nosotras, nadie te miraba mal, o murmuraban al verte.

--- En Nevermore contamos con distintos talleres y equipos, tanto de esgrima, arquería...

--- ¿Esgrima? ---pregunté emocionada. Sonrió.

--- Sabía que te gustaría. ---comentó.--- Tu tía Mary me contó que te gustaría practicar esgrima. Supongo que podrías ir a una de las próximas prácticas y así ver tu rendimiento.

Asentí.

--- Me agradaría. ---sonreí.

--- Bien, Bonnie... ---nos detuvimos frente a una puerta.--- Si tienes algún inconveniente las puertas de mi oficina siempre están abiertas. Te dejo para que entres a clase con la señorita Thornhill. Mucha suerte.

Dicho eso. Volvió por dónde vinimos.

Suspiré.

Estaba nerviosa. Bastante.

Toqué la puerta tres veces para después abrirla y entrar en el aula. En ese momento todas las miradas estaban en mí.

Maldición.

--- Tú debes ser Bonnie. ---dijo, quien creo que es, la profesora. --- Me emociona saber que la hija de Sarah Sanderson estará aquí con nosotros. Yo soy la profesora Thornhill. ---no dije nada, solo sonreí. --- Pero no te quedes ahí, corazón. Toma asiento.

Nevermore •Xavier Thorpe•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora