12

569 44 13
                                    

Después de la Copa Poe, fui a mi habitación a darme un baño antes de ir a visitar a Yoko a la enfermería. Tuvo una reacción alérgica con un pan de ajo en la cena de ayer, por eso Merlina compitió junto a nosotras, y sé quién hizo qué Yoko terminara acá.

--- ¿En verdad te sientes mejor? ---pregunté a mi amiga en la camilla.

Asintió.

--- La enfermera dijo que tendría que pasar una noche más aquí, así que mañana me dan de alta. ---dijo. Sonreí.

--- Me da gusto. Quizá después podamos organizar esa pijamada que quedó pendiente con Enid. ---dije refiriéndome a la vez que me acató el hyde.

--- Claro. ---también sonrió.--- Por cierto,  ¿No irás con Xavier?

La sonrisa que tenía se borró de mi rostro.

Miré el reloj de la enfermería, marcaba las 9:15. Miré a Yoko y tenía esa típica cara de no podrás evitarlo todo el tiempo.

Suspiré.

En definitiva iba a ser más difícil de lo que creí.

...

--- Creí que no vendrías. ---dijo Xavier al abrirme la puerta de la cabaña.

--- Yo también. --- murmuré.

Oí cómo suspiró.

--- Pasa. --- se hizo a un costado, dejándome pasar.

El estudio estaba exactamente igual a la última vez que vine con Xavier, las primeras semanas en que regresé a Nevermore.

--- ¿De qué querías... --- Ni siquiera terminé de hablar cuando estampó sus labios con los míos, robándome un beso.

¿Lo extrañaba? Sí.

¿Extrañaba sus besos? Sí.

Pero me quiero más a mí misma.

--- N-No, Xavier. ---murmuré entre besos, separándome bruscamente. Lo miré, se veía afligido.--- No puedes hacerme esto.

--- ¿Qué cosa? --- preguntó. Lo miré ofendida.

--- "¿Qué cosa?" ---ironicé.--- ¿Estás hablando en serio? Dices que estás confundido, y vienes y me besas.

--- Te amo, Bonnie. Pero... ---le corté.

--- ¡Basta! ---grité con frustración. Me dolía y él no medía sus palabras. Xavier me miraba sorprendido, nunca le había levantado la voz así.--- No soy un juego, Xavier.

Mi voz comenzaba a cortarse, si seguíamos así iba a llorar.

--- Nunca dije que lo fueras. ---dijo.

--- Lo haces parecer.

--- Bonnie...

--- Te amo, Xavier. ---dije.--- En verdad lo hago, pero me amo más a mí. Y no merezco esto.

--- Tú terminaste conmigo. ---reprochó. Okay Xavier en estos momentos te estás comportando cómo un imbecil.

Reí sarcástica.

--- Ibas a dejarme en cualquier momento. Por ella. ---le piqué con el dedo en el pecho. Al hacerlo algo llamó mi atención e hizo que me doliera el corazón.

Xavier traía puesto el collar que le regalé junto a Pato, la serpiente, y en el agregó el anillo de promesa que me había regalado. El hecho de que Xavier cambiará sus sentimientos hacia mí tan rápido me duele, hace un par de semanas me prometía amor y demás, y ahora está confundido e iba a terminar conmigo.

Ahora la confundida soy yo.

Xavier miró que veía el collar, trató de tomar mi mano pero la quité antes de que lo hiciera, haciendo que su mirada se entristeciera.

--- ¿Por qué tanto odio hacia Merlina? ---preguntó sacándome de mi trance.

Suspiré.

--- No la odio. ---murmuré.--- No me agrada, sí... pero tampoco ella merece esto.

No dijo nada. Solo me miraba fijamente.

--- Llámame cuando sepas qué quieres en realidad. --- sentencié.--- Por el momento déjame en paz. Déjame sanar, Xavier. No tienes idea de qué tan doloroso es que la persona a la que más amas, diga que está "confundido" respecto a lo que siente por ti. ---mi voz se oía más rota y en ese momento una lágrima cayó en mi mejilla.--- Piensa bien lo qué quieres en realidad, ni ella ni yo merecemos esto, Xavier. ---dije.

Al ver que seguía sin responder, me di la vuelta para salir de la cabaña.

(...)

Al día siguiente, estaba en el aula de la clase de la señorita Thornhill. Aún no iniciaba la clase así que estaba hablando con Kent y Divina sobre cualquier estupidez.

--- ¿Te duele mucho el ojo? ---pregunté a Kent.

Resulta que era él quién trató de hacer que nuestra canoa se estrellara a un costado y cuando Dedos saltó al agua, bueno... le golpeó en el ojo.

--- Ya no tanto. ---dijo.

Divina iba a decir algo cuando la señorita Thornhill entró al aula junto con Bianca. Tomé mis cosas para irme a mi lugar pero me detuvo.

--- ¿No te quedas con nosotros? ---preguntó Divina.

--- No quiero molestar, Div. ---dije.

--- No lo haces. ---dijo Kent. --- Pero no te obligaremos, la invitación siempre estará disponible.

--- Gracias. ---Sonreí y me dirigí a mi lugar. Xavier estaba sentado en su puesto, iba a saludarle cuando Kent me volvió a hablar.

--- ¡Hey, Bonnie! ¿Almuerzas con nosotros? ---preguntó. Asentí.

--- Claro.

Él también sonrió.

Para esto, la señorita Thornhill se encontraba acomodando unas cosas antes de iniciar la clase así que teníamos unos minutos más libres.

--- Hola. ---saludé cortés al castaño a mi lado.

No me miró.

--- Hola. ---dijo secamente. Fruncí el ceño al ver cómo tenía un rasguño, como el mío, en un costado de su cuello.

--- ¡Por Satanás, Xavier! ¿Qué te pasó? ---pregunté, obviamente preocupada.

Dirigía mi mano hacia el cuello de su camisa para revisar su herida pero me detuvo dando un manotazo en seco en mi mano.

El golpe se oyó en toda el aula, tanto que incluso la señorita Thornhill se dió cuenta.

--- ¿Acaso te importa? ---preguntó bruscamente.

Mis ojos se estaban llenando de lágrimas. Pero no le daría la satisfacción de verme llorar. Con la poca dignidad que me quedaba, tomé mis cosas y me dirigí nuevamente con Kent y Divina, no sin antes decirle a Xavier un "imbecil".

Todos en el aula estaban viendo lo sucedido. Bianca miraba seriamente a Xavier desde su lugar, obviamente con ganar de matarlo en ese momento.

--- ¿Es tarde para aceptar la invitación? ---murmuré.  Kent tomó mus cosas y las puso en la mesa

--- Siempre serás bienvenida, Bonnie. ---dijo.

--- Gracias.

Tomé asiento junto a él, Bianca volteó a verme.

--- ¿Estás bien? ---asentí.

--- Sí. Gracias. ---sonreí y ella también. Tomó levemente mi mano mostrándome apoyo, fulminó una vez más a Xavier y volvió a incorporarse en su lugar.

Que se joda Xavier.

Nevermore •Xavier Thorpe•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora