Soy Tuya Papi

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Hola me llamo Sara y tengo 18 años y les vengo a contar una cosa que me pasó el año pasado.

Yo soy morena y con ojos azules y tengo unas grandes tetas y también un buen culito.

Desde siempre había sido muy caliente y cuando tenía 12 años empecé a masturbarme.

Todo empezó una tarde de verano, hacía mucho calor así que me puse un biquini de tanga y un sujetador que me tapaba los pezones y baje a darme un baño. Como teníamos una pizcina en casa me di un baño y me puse a tomar el sol hasta que note como alguien me daba una nalgada. Me levante y vi que era mi padre c on su típico gesto para demostrar amor.

— Hijita, deberías ponerte más ropa, no vaya a ser que alguien mire por la ventana y te vea así.

— Papá ya soy mayor y puedo hacer lo que quiera.

El negó con la cabeza y se fue adentro de la casa enfadado, a veces era controlador porque no quería que llevara ropa muy provocativas.

Al rato entre yl en casa y al pasar por su habitación pude escuchar lo que me parecieron gemidos pero no estaba segura así que fui a mi habitación a prepárame porque iba a salir por la noche.

Me puse ropa muy provocativas, un top que dejaban a la vista mucha parte de mis tetas y una minifalda. Así salí sin que mi padre me dijera nada porque seguía en su habitación.

Horas más tarde llegué a casa digamos más contenta de lo normal y cuando papá abrió la puerta estaba muy enfadado.

— Sara! Como saliste así de provocativa? Estas castigada!

— Papa no que me vas a hacer — dije asustada.

El me agarró del brazo y me subió a su habitación se sentó en la cama y me hizo un gesto para que me tunbara sobre él. Yo lo hice y note sus manos en mis piernas para subirme la falda y dejó a la vista mis nalgas cubiertas por un fino tanga.

Me soltó una nalgada antes de que pudiera pensarlo y me hizo gritar y quererme mover de ahí.

— ¡No voy a dejar que mi hija sea una zorra así que aguanta el castigo!

Yo sollocé y seguí sintiendo el dolor de mi padre pegándome nalgadas. No sé si era porque iba un poco bebida pero note como mi coño empezaba a mojarse un poco, ¿me estaba gustando eso? Entonces mis lloros se empezaron a volver gemidos y mi padre pareció darse cuenta y le gustó porque empezó a bajar mi tanga.

Yo le deje hacer y con su mano empezó a pasarla por todo mi coño hasta mi ano. Me levanté y me tumbe en la cama con las piernas abiertas mostrando mi coño depilado. Mi papá se puso entre mis piernas ya sin ropa y se acerco a mi coño. Me pego una lamida mientras metía dos dedos en mi interior. Como yo era muy puta me gustaba que me metieran toda la mano como si fuera una verga.

Y así hizo mi padre, me siguió metiendo la mano hasta que entró entera y yo chille de placer. Empezó a follarne con la mano mientras metía un dedo en mi culo y yo sentía todos mis jugos. Entonces saco su mano y cogió mis labios y yo apreté para que viera mi vagina abierta y suelta y después me fio la cuenta y me puso a 4 patas.

Yo había visto su polla de gran tamaño y no sabía si me iba a caber en mi culo que es donde quería que me la metiera.

Me chupo el orto como buen papa y siguió metiendo la mano entera en mi coño y empezó a empujar en mi culo pero no me entraba. Note un líquido frío y ya después empezó a empujar poco a poco hasta que entró toda la verga, o eso creí yo.

— Ah papi que rica tu verga.

— Sarita solo metí la punta, ahora viene lo bueno.

Su mano seguía saliendo y entrando en mi coño para distraerme del dolor hasta que si note que sus huevos chocaban con mi vagina y ahí follandome con su mano y con su verga seguimos un rato hasta que empecé a tener espasmos y con una última penetracion me vine con un grito cayendo rendida a la cama y mi papá cogió su verga y me la puso en la boca.

Yo la cogí y la lami desde la base hasta la punta y succióne. El me guiaba agarrando me la cabeza pero no me cabía entera así que me estaban dando arcadas pero el no se separaba. Sus huevos chocaban en mi barbilla y los masajee hasta que note su me he llenarme más la boca y trague como pude y el resto cayó por mi cuerpo.

Mi papá se fue a limpiar y al salir del baño me dijo:

— Fuiste una buena zorra hija, tus agujeros están bien abiertos para mi así que a partir de ahora su te portas mal te castigare porque eres mi hija y también mi puta.

— Sii, soy tuya papi.

Sali de allí y me masturbe pensando en lo que había pasado. Solo esperaba que muy pronto hiciera algo mal para llevarme otro castigo.

Continuará..

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