Capítulo 4

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Al entrar a la cocina vio a Sasha sentado en la encimera, hablando animadamente con Stiles mientras le pasaba chispas de chocolate para adornar los hotcakes, Lydia siempre le dijo que Sasha le ayudó a abrirse al mundo, y ahora con la tierna escena frente a sus ojos que quería guardar para siempre en ese rinconcito que se llena de calor dentro de su corazón, puede decir que su amiga tiene toda la razón.

Se quedó en el marco de la puerta observando la interacción de los dos, la forma que ambos tenían de sonreír, se podría confundir fácilmente a Sasha cómo hijo de Stiles... Pero qué mierda estaba pensando, tenía que comenzar a controlar un poco su imaginación, sino iba a terminar asustando al pequeño maestro y quería todo lo contrario, conocerlo más, saber cada detalle y poco a poco revelar sus intenciones, aunque no está muy seguro de cómo va a ser recibido, le tendría que preguntar a Scott por las preferencias sexuales de Stiles, no podía preguntarle directamente sino, iba a quedar totalmente expuesto.

Disimuladamente sacó su teléfono del bolsillo y le envío un mensaje a Scott y a los pocos momentos recibió una respuesta que le plasmó una sonrisa aún más grande en el rostro; Stiles era bisexual, así que tenía un punto más en su pizarra... Decir que ignoró el montón de preguntas que Scott le hizo después de responder, es quedarse corto, porque incluso apagó el teléfono para disfrutar más del momento.

El desayuno fue ameno y casual, como si toda la vida hubiese sido de la misma forma, Sasha hablando de un montón de cosas de sus amigos y el colegio, Stiles respondiendo con el mismo entusiasmo y Derek con pequeñas intervenciones cuando alguno de los dos se lo requería, podría jurar en este momento que esta, a pesar de ser simple, era de sus mejores mañana. Ahora notaba la diferencia que hacía la soledad, daba gracias internamente por haber tomado la decisión de haber tenido un hijo porque lo amaba con todas sus fuerzas, porque cada día lo impulsa a ser un mejor hombre para él y es por eso mismo, porque ahora era un mejor hombre, es que podía mirar la belleza en este tipo de cosas tan simples y también, podía darse cuenta de una belleza natural tanto por dentro como por fuera como lo es Stiles.

Quisiera encerrar a ese par de caras sonrientes y nunca dejarlas salir de su casa para que ni siquiera los toque el pétalo de una rosa, pero las cosas no son así y quería ver a su hijo crecer, formarse y desarrollarse, que le llegue contando mil aventuras nuevas cada día, también quería ver al maestro y hacerlo poco a poco, meterse bajo su piel como la tinta para ser imborrable, ahora estaba decidido, le gustaba el de lunares y haría lo que esté en su mano para llegar a saber todo de él y poder invitarlo a una cita y plantar cara a sus sentimientos para decirle "hey me gustas" sin complicaciones, ya no tenía edad para eso.

Derek se levantó de la mesa cuando vio que ya todos habían terminado, pasó por el lado de su hijo y besó su cabeza como todas las mañanas, de paso hizo lo mismo con Stiles, y recogió los platos para llevarlos a la cocina, Stiles se lo quedó mirando en su lugar todo el tiempo un poco aturdido por toda la situación y Derek sin darse cuenta de lo que había hecho, tarareando una canción en la cocina mientras lavaba los platos

-Papá está contento, cada vez que canta por las mañanas es porque está feliz- Sasha explicó a su nuevo papi, también muy feliz porque sabía que su papá también estaba feliz por papi Stiles.

-Eso es bueno tesoro, espero que tú también estés feliz, porque tú y tu padre hicieron de mi fin de semana uno muy bueno- Stiles casi sin querer le confesó la tremenda soledad con la que pasaba sus días y cómo, con tan poco hacían una diferencia tan significativa en él. Si no fuera por Jackson, a su casa no iría nadie, pues su padre se negaba a abandonar el pueblo en caso de que algo ocurriera, así que le tocaba a él ir y visitarlo de vez en cuando.

La sonrisa de Stiles era completamente sincera, haciendo que sus mejillas tomarán ese leve color carmesí que Derek, desde el marco de la puerta de la cocina, se estaba dando cuenta que le volvía loco; respiró un par de veces para tranquilizarse y poner su máscara de hombre frío (su cara usual dirían sus amigos) y volvió a la mesa para cumplir con lo que minutos antes le había dicho a su hijo.

Maestro cásate con mi papá!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora