0. Who are they?

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Las horas de estudio se habían acabado y todos salían de la escuela para dirigirse a sus respectivas casas... bueno todos menos Kyle y Eric que fueron castigados, ya que al parecer tuvieron una de sus peleas y cuando un alumno quiso intervenir, le partieron la nariz. Así que tenían que quedarse horas extra limpiando el establecimiento, porque según el director, esto le haría un gran favor al conserje.

-ugh, ¡judío esto es todo tu culpa!- renegaba el castaño mientras dejaba los materiales de limpieza a un lado y se sentaba exhausto de "tanto trabajar", aunque siendo realistas, la mayor parte del trabajo lo había echo el taheño.

-¡Como va a ser mi culpa si fuiste tu el idiota que no me paraba de joder la marrana, gordo de mierda!- le respondió el crespo dedicandole una mirada asesina, no estaba de buen humor y ahora menos puesto que por culpa del "rollizo" tendría que lidiar con su madre al llegar a casa y eso era lo que menos deseaba hacer hoy.

-Joder, judío me rompes las bolas de verdad que me las rompes...- dijo el antisemita con descaro, de todos modos un rato después quiso preguntar la hora, ya que quería saber si estaba en su derecho de salir de ese infierno que los sumerios inventaron y luego nombraron colegio.

-Si en realidad quieres saber cuanto falta para salir, todavia queda media hora así que tenemos para rato.- menciono el semita antes de escuchar un "¡MIERDAAAA!" salir de la boca de su compañero de castigo, algo que le hizo soltar una carcajada. Pero después de 10 minutos se sentía igual de fastidiado que el regordete y no quería continuar limpiando más, encima limpiaba solo porque el castaño no estaba siendo de mucha ayuda. Estuvieron en silencio un rato hasta que a Cartman se le ocurrió romperlo para mencionar una idea descabellada como ya era costumbre.

-¿Que te parece si nos escapamos? De todos modos no hay mucha gente aquí, nadie lo notará.-

-¿Estas demente? Todavía hay profesores por ahí, ¡nos van a pillar!-

-Khal, estamos en el gimnasio aquí hay una puerta trasera no nos va a ver nadie.- dijo aguantando las ganas de reírse al ver la expresión de vergüenza en la cara del pelirrojo.

-De todos modos, si vienen a revisar o a avisarnos de que es hora de irnos lo notarán...-

-Eso no va a pasar, y aunque suceda les importará una mierda. ¿Enserio crees que le importamos a los prfoesores?- dijo poniendo su mochila en su espalda y recogiendo la de su compañero.

-No, ya descarté esa idea desde hace mucho.-

-entonces, nos largamos.-

-yo nunca dije que...- no logró terminar porque el de huesos anchos ya lo estaba arrastrando hacia la salida, ignorando cualquier reclamo de su parte.

En cuanto salieron Kyle se soltó el agarre del castaño y le arrebato la mochila de las manos para hacerse paso y caminar en dirección a su casa junto a él, también empezó a reclamarle por lo sucedido, aunque sus quejas no duraron mucho en terminar ya que se dieron cuenta que alguien les estaba observando detenidamente con una expresión algo sorprendida, como si hubiera encontrado un objeto perdido y valioso.

-oye, ¿que mierda hace ese viejo mirándonos? Ósea se que nunca podrá ver a alguien tan fornido como yo, pero esto es una exageración.- le susurraba el de huesos anchos al taheño.

-gordo, nadie se detendría como 5 minutos seguidos a mirarte, eso es lo raro.- respondió Kyle también en susurros.

. . .

-¡¿oye, que tanto nos miras tarado?! Preguntó a la vez que gritaba el castaño para ser escuchado por el anciano, a lo que este rápidamente respondió acercándose a ellos y cambiando su expresión a una más tranquila.

a Cartman and a Broflovski in the 60sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora