Las risas de los niños se escuchaban por doquier, pero casi todos los estudiantes se concentraban en un círculo en el extremo del Patio de Entrenamientos, para una práctica de combate cuerpo a cuerpo con el mismísimo Kazekage.
Sin problemas, el hombre joven bloqueó el ataque del estudiante, lanzándole varios metros hacia atrás. Esto pareció tomar por sorpresa al chico, que perdió el control en el aire y gritó ante el inminente golpe contra el suelo que le esperaba. Pero el golpe no llegó, una columna de arena se elevó hasta él, atrapándole sin problemas y dejándole en el suelo sin un rasguño. Todos los estudiantes se quedaron con la boca abierta y una aclamación cruzó el patio, maravillados con el poder de su Kazekage.
—Lo veneran como a un héroe, Kazekage —habló una anciana, perteneciente al Consejo, que se había abierto paso entre el circulo de espectadores sin esfuerzo ejerciendo su autoridad.
Gaara se volvió hacia ella y con un gesto dio por terminado el entrenamiento, para desencanto de los estudiantes.
Era curioso como habían llegado a esa situación. Empezó entrenando con los hijos de Kankuro, quienes, a pesar de todas las habladurías no tenían ningún miedo ni a su 'tío Gaara', ni a su demonio. Poco a poco, el resto de los niños se había ido uniendo a la práctica, encantados de tener a alguien de semejante poder con el que entrenar. De ahí a pasar todas las tardes por la Academia sólo había habido un paso.
—No me temen —respondió Gaara a la anciana cuando se quedaron solos.
—Son muchos los no le temen, pero aún más los que lo respetan —continuó la anciana.
—No me gustan las palabras vacías Anciana, ¿Qué quiere el Consejo de mí esta vez? —la anciana torció el gesto ante tan duras palabras pero no le pillaron desprevenida.
Después de todo el Kazekage era tan directo con las palabras como con sus ataques de arena.
—El Consejo se ha estado preguntando —continuó ella con un tono de voz amable y un gesto muy estudiado—. ¿Por que nuestro Kazekage, siendo tan joven y atractivo, no ha tomado ya una esposa?
—Creía que esa era una de las cosas que no se le permitían a alguien como yo —sus ojos brillaban con resentimiento, pero nada en su gesto o en su voz lo demostraban.
—Nunca antes, alguien como tú había sido un Kazekage tan bueno —Gaara no pudo evitar chasquear la lengua.
—De modo que me estáis premiando por ser un niño bueno —levantó la mano para cortar la respuesta de la anciana—. Se han estado preguntado qué más podéis obtener de mí. Y dado que yo he conseguido controlar a Shukaku a mi voluntad, queréis saber si mis hijos también heredarían algo del poder de Shukaku o el control sobre la arena.
La anciana bajó la cabeza, avergonzada de que hubiera sido capaz de leer las intenciones del Consejo tan bien.
—El Consejo sólo quiere lo mejor para la Aldea, Kazekage —respondió la Anciana sin inmutarse—. Daré la orden de que todas las mujeres casaderas se presenten esta tarde en la Casa Principal para que podáis elegir. La hija de... —la risa de Gaara volvió a interrumpirla.
—¿Tantas ganas tenéis de que la Arena se quede sin mujeres? ¿Qué os hace pensar que Shukaku no matará a la mujer que se encuentre a mi lado cuando yo pierda el control? No hay una sola mujer en toda la Aldea que pueda estar segura en mi cama, eso se lo puedo asegurar.
—Seguro que podréis hacerle entender.
—Eso no será necesario —dijo sonriéndole con superioridad y desapareciendo en un torbellino de arena.
—Una compañera...¡crías! —gritó de alegría Shukaku a su alrededor—. Nunca antes se habían atrevido a darme algo así—. Una familia... Con Ella —Shukaku asintió.
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Solo Sueño a tu lado
FanfictionSi no puedes dormir, nunca podrás soñar. Eso era lo que le ocurría a Gaara hasta que alguien se cruzó en su camino.