XXXVIII

485 89 5
                                    

Cierto día, Seokmin se había lastimado en las prácticas de baile.

Se había doblado el tobillo, al pisar mal, y apenas fracturado, una fisura, como había dicho el médico, la muñeca, al caer con todo su peso sobre esta.

Le dolía tanto que las lágrimas le picaban los ojos, aunque se resistió a llorar, y no fue sino hasta que Joshua llegó con él que se escondió en su pecho para que nadie lo viera.

Joshua se había asustado bastante cuando había recibido el mensaje de su novio de si podía ir a la sala de baile, sin más información que esa.

Incluso cuando la señora Lee llegó para llevarse a su hijo, Joshua no se separó de él, y la mujer tuvo que firmar para retirar a los dos.

En el camino al hospital, con Seokmin teniendo su muñeca descansando dentro de un pañuelo, atado a su cuello, el chico ya había dejado de llorar y se empeñaba en mantener la vista baja, apoyando su cabeza en el hombro de Joshua.

—No sigas mal —pidió el rubio, acariciando su pelo y mejilla, alzando el rostro del chico para mirarlo.

Seokmin negó, volviendo a acomodarse.

—Seokminnie —lo llamó, aunque el mudo lo ignoró—. Te conozco, algo te pasa, ¿En qué piensas?

Seokmin tardó un momento en negar de nuevo.

Joshua se ahorró un suspiro, tomó a Seokmin por sus mejillas, volviendo a alzar su rostro.

—Dime —habló con suavidad.

Seokmin suspiró. Con su mano libre se señaló a si mismo, y luego junto todos sus dedos, y tocó su mejilla con la punta de estos.

—¡Minnie! —su madre se enojó un poco, viendo los gestos por el espejo.

—¿Qué significa? —preguntó Joshua.

La señora Lee suspiró.

—Dijo "Soy tonto".

Joshua lo miró con el ceño fruncido, vió el mohín en los labios de Seokmin, el mudo volvía a tener la vista baja.

—Seokmin, no eres tonto —habló el rubio con suavidad—. ¿Por qué serías tonto? ¿Por caerte? Es algo que le pasa a cualquiera.

Seokmin sacó su cuaderno.

"Soy tonto porque no sé coordinar. Me caí por bailar mal".

—No bailas mal —dijo Joshua, automáticamente, negando con su cabeza para enfatizar—. Seokmin, eres el mejor bailarín que he visto.

"Tú no ves bailar a nadie más que a mí".

—No voy a perder el tiempo viendo bailar a otros cuando puedo ver al mejor bailarín del mundo —replicó Joshua, mirándolo directamente.

Seokmin bajó su cuaderno, sin nada que decir, sus mejillas se tiñieron de rojo, y Joshua dejó un sonoro beso en ambas, haciendo que la señora Lee riera.

𝗠𝘂𝘁𝗲 キ 𝘴𝘦𝘰𝘬𝘴𝘰𝘰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora