Los verdes siguieron los sueños (1)

El llamado de los dioses

El funeral de Jacaerys se había hecho esa misma tarde, estaban reunidos todos en la playa de Rocadragón, los señores en especial el del norte lloraban la partida del doncel, los sirvientes estaban de pie parados tristes pero agradecidos de estar ahí, acompañando a su rey legítimo en su último día.

Aegon estaba de pie ante todos, con ojos llorosos, con el corazón hecho trizas pero firme como se esperaba de el, a sus espaldas sus hijos de sangre con Jacaerys y los dos protegidos de este se permitían llorar, en ellos era aceptable apenas y habían dejado la niñez.

Aegon II y Viserys estaban de lado derecho solo viendo la pira funeraria sin decir o hacer nada, Aemond y Daeron estaban junto con ellos en la misma sintonía, los otros tres hijos del rey estaban junto a su madre Helena y su abuela Alicent con la cabeza gacha.

Laenor estaba junto a Aegon no por qué quisiera si no por qué ambos darían la orden, detrás de ellos los dragones.

Vermax, Arrax y Tyraxes habían llegado hace unas horas, escaparon de la capital para despedir al doncel, junto con ellos un hermoso dragón negro llegó, nadie sabía quién era hasta que Laenor dijo que no era otro más que Blackfyre el dragón que Lucerys eclosiono para Aemond, alejado de ellos Sunfyre aguardaba, este intento acercarse a Vermax pero la dragona le había gruñido en advertencia.

Un septo que había viajado con Alicent les indico que había terminando sus oraciones, Aegon y Laenor se vieron.

_¡Dracarys!_

El fuego consumió el cuerpo mortal de Jacaerys, se quedaron ahí hasta que las llamas se extinguieron por completo en el lecho fúnebre, uno a uno se fueron pero Aegon se quedó, el pidió recoger las cenizas de su esposo, Laenor de mala maga lo había concedido.

Aún cuando sus manos se quemaron el tomo lo que quedó y lo puso en una bella urna de color negro, camino en silencio y soledad hasta la galería, se puso frente a las cenizas que solo dos días antes Jacaerys había colocado.

_ Jacaerys ahora estás por completo con tu familia _

Miro por horas el cuadro donde solo parecía su esposo, recordando todo lo que habían pasado juntos, tuvo que marcharse cuando los recuerdos que inundaron su mente no eran los agradables.

Al anochecer el norte, los aliados de los negros y Laenor junto con Amira, Luke y Rhae se marcharon, ya nada debían hacer ahí, con ellos Vermax, Arrax, Tyraxes y Blackfyre se fueron también.

Aegon II y Viserys tomaron a sus dragones en la madrugada y sin despedirse de otros más que de las cenizas de su familia volaron también.

Ahora en el castillo solo los verdes quedaban, estaban desayunando, el ambiente era pesado y no se veían a los ojos, Jaehaera estaba triste su amor se había marchado y sabía que no volvería, Maelor había perdido a Viserys antes de darle nombre a sus sentimientos, Jaehaerys se había quedado sin sus amigos, Maeker, Aerys y Aela se quedaron sin el refugio que sus tíos les daban, Alicent sin sus niños dorados, Aemond sin sus alumnos, todos perdieron algo ese día.

Decidieron que partirán a la capital la mañana siguiente, Aegon y Alicent se quedarían una semana más, esperarían a qué Baelor pudiera viajar en el lomo de Sunfyre sin correr peligro.

Ahora todos dormían con sus propios miedos y arrepentimientos.

Helena estaba cansada, los últimos tres días fueron más duros de lo que ella pensó que serían, termino de limpiarse para recostarse en la cama, durmió viendo una araña en el techo.

Todo había termino, los resultados no eran buenos pero sus tres hijos vivían y eso era lo que ella había querido desde un principio.

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