Padre 2/2

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Cuando Aegon despertó al día siguiente se encontraba en soledad, el lado contrario en la cama hace mucho que había sido abandonado.

Salió de la habitación un tanto ansioso, nunca había estado en Rocadragón, y ahora por primera vez en años se sintió rodeado de enemigos.

En Rocadragón aún no había llegado la influencia de los verdes ni de los siete, no había nada verde y eso lo descolocaba.

Y ahora para variar su esposo desaparecía en la mañana.

Camino por los pasillos por unos minutos, hasta que se topo de frente con su sobrino Aegon.

_ Aegon, que bueno verte tan en la mañana, ¿Te encuentras mejor? anoche no tocaste la comida _

El adolescente solo le dio un gesto afirmativo sin decirle ni una palabra, lo cual era raro en el ya que siempre solía hablar mucho.

_ Yo debo ir con Viserys, iremos a ver a los dragones _

Aegon asintió y volvió a quedarse solo en el pasillo, más adelante se encontró con un sirviente que le dijo que su esposo estaba en la playa.

.

Jacaerys caminaba mirando el horizonte y tocando su vientre, gozaba de una extraña paz solo siendo acompañado por el sonido de las olas y los ocasionales rugidos de los dragones a lo lejos.

Sintió los pasos a sus espaldas, sabia que era Aegon por eso no se asusto cuando unas manos lo rodearon por la cintura.

_ Te levantaste muy temprano _

_ Quería ver el amanecer en la playa _

_ Me hubieras dicho para verlo juntos _ lo puso de frente _ ¿Cómo amaneció? ¿A dado problemas? _

Jacaerys le dio una sonrisa.

_ No, he tenido nauseas pero _

_ ¿Pero? _

Jacaerys le tomo la mano y lo guio al castillo.

_ Tengo un antojo y me gustaría que lo cumplieras _

Aegon le sonrío dispuesto a cumplir cualquier cosa que le pidiera, era la primera vez en todos los embarazos que le contaba de un antojo.

_ Lo que quieras estará a tus pies _

Caminaron juntos, un sirviente les dijo que el desayuno estaba servido ambos pidieron que les sirvieran en su habitación también que les llevaran todas las tartas de moras que habían, Aegon volaría hasta el fin del mundo por ellas.

El día paso rápido, ambos Jacaerys y Aegon lo habían pasado enteramente juntos, ahora con la luna coronando el cielo se preparaban para la fiesta que se ofrecería para mostrar la paz y la unión entre ellos, esperaban que eso acallara las voces de rebelión.

Un dolor atravesó al doncel y aunque lo soporto no paso desapercibido por su esposo.

_ ¿Estas bien? _ se acerco a el y le tomo el hombro _ podemos quedarnos más tiempo en la habitación, o si lo prefieres podemos no asistir _

_ Estoy bien Aegon _

_ Seguro es que te vez un poco _

Jacaerys lo tomo del rostro y lo beso, Aegon solo quedo perplejo ante esto, ¿Qué le sucedía a su esposo el día de hoy que parecía tan complaciente y feliz?.

_ He dicho que estoy bien, ahora debemos irnos ellos nos esperan _

Aegon solo asintió y lo siguió.

_¡El rey Aegon II y la reina Jacaerys! _

Los verdes siguieron los sueños (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora