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Casi como si fueran la misma persona, todos los alumnos del salon se levantaron al mismo tiempo tras el ruido de aquel timbre que marcaba el inicio del receso.
A su compañero de banco lo llamaron los alumnos que se sentaban al fondo.
Hasta él ya tenía amigos.

-Esta es re milico eh, sabes como te cagaba a tiros si tenía un arma

Pudo escuchar que hablaban detras suyo, eran el grupo de los del fondo hablando con su compañero de banco.
Lo que no pudo es evitar darse vuelta tras ese comentario.
¿Como le van a faltar el respeto a la fuerza armada del país?
¿Saben lo que les hubiera pasado si lo decían frente a un militar?
Nadie con poder se iba a tolerar la falta de respeto de un pibe de 15 años.
Ellos eran heroes, velaban por la seguridad de la ciudad día y noche, nadie les debía insultar o burlar.

"Con esto no se jode" le dijo su viejo, un soldado de hace años en la armada.

-Eu, con los militares no se jode, amigo

Escuchó hablar a "compañero de banco", le iba a tener que buscar un apodo mas corto.

-Ah, sos otro de esos putitos ¿No?

Escuchó la voz de otro chico, a ese de cara lo sacaba, la profesora le llamó la atención en la clase.
Sea cual sea el caso, ese chico, que hasta lo que entendió se llamaba Marcos, parecía estar completamente en contra de los militares.
Uno de esos locos de siempre, que les gusta llevar la contra.

-¿Así que te gustan los militares?

Cada vez Marcos estaba mas cerca de compañero de banco, eso en cierta forma le preocupaba, ya se sentía un clima tenso en el ambiente.

Y la primera piña llegó, como si de una carta se tratase.

De: Marcos
Para: Compañero de banco

Compañero de banco cayó hacia atras, en su dirección, y por mero acto reflejo Agustín lo sostuvo para evitar que se caiga.

-Disculpen ¿Que pasa acá?

Entró la profesora de antes, y Agustín entre varios pensamientos, como el de "¿¡Tan rapido terminó el recreo!?" Pensó en la situación.

-Este trolo banca a los milicos profe, es un cagón

Se escuchó un fuerte golpe contra una mesa, proveniente de la profesora, quien empleaba la mejor cara de ira que Agustín había visto.

-¿Y ese vocabulario, Marcos? Andá con el director un ratito que te va a hacer bien, dale

Marcos amagó a refutar, pero se arrepintió cuando vió la cara de la profesora, la cual alcanzó para que Marcos se fuera solito a dirección.

-A ver- Hizo una pausa, tratando de sacarle el nombre mientras lo miraba, pero tras unos segundos, se rindió- Lleva a tu amigo a la preceptoría a ver si le hacen algo -habló con desinteres para seguir con la clase-

"Compañero de Banco no es mi amigo" pensó mientras ayudaba al recien nombrado a caminar por el pasillo sin perder el equilibrio

-Que hijo de mil puta, encima no se la pude devolver

Habló Compañero de Banco por primera vez en el recorrido, ahora que si lo escuchaba con atención, tenía voz ideal de alguien que es tu compañero de banco, giró para verlo a la cara rapidamente, a ver como estaba, vió como "Compañero de banco", con molestia y dolor mientras pasaba su mano por su nariz, aparentemente comprobando si esta sangraba.

-No tenes sangre, tenes rojo nomás -Dijo Agustín con simpleza al ver la acción de compañero de banco-

-Ah, bien ahí, amigo

La palabra "amigo" lo desconcertó, aunque no lo demostró en su expresión, parece ser que Compañero de Banco lo notó

-Flasheé confianza ¿No? Yo te digo amigo y ni nos conocemos, perdoná

Ahora se sentía raro, ese tono de pena en el habla del contrario lo hacía sentir mal, culpable

-No, tranqui, no me jode, pasa que no se tu nombre

-¿Entonces si te digo mi nombre somos amigos?

Una pequeña risita salió de la boca de Agustín, realmente ese comentario lo dejó pensando, ¿A partir de que momento sos amigo de alguien?

-Daniel, amigo

Habló Compañero de Banco, que ahora era Daniel.

Llegó a la preceptoría junto a Compañero de Banco, no, Amigo de Banco, bueno, tampoco, si ya sabía su nombre.

Daniel tocó la puerta pero nadie respondió, una, dos, hasta tres veces y seguía sin haber respuesta.
Pero cuando voltearon para regresar, la puerta se abrió dejando ver a una señora de unos ¿40? Años y baja estatura, mirandolos con una sonrisa.
Aquella sonrisa se esfumó en cuanto vió a Daniel "herido".

-¿Que te pasó? Pasen, por favor

Habló con velocidad, haciendo señas para que ambos entren al cuarto donde la mujer se hallaba.

-Nada, me ca-

-Le metieron una piña- Interrumpió Agustín, y Daniel lo miró con falsa indignación-

-Tampoco lo tenías que decir tan así -Le susurró Daniel en un tono gracioso y con falso dolor, cosa que le sacó una sonrisa pequeña a Agustín-

-Uh, que mal, vení que vemos que puedo hacer- La mujer les regaló una sonrisa mientras que Daniel tomaba asiento y Agustín esperaba afuera-

Una vez Daniel salió, con la nariz hinchada, pero ya sin mucho dolor, ambos alumnos volvieron a la clase, despues de agradecerle a la preceptora.

-Te hice sonreír eh -Le dijo burlón Daniel mientras caminaban-

-Mentira, y si fuera así, ¿Que tiene?

Preguntó un poco confundido, reprimiendo otra sonrisa por la actitud de Daniel.

-Nada, que no tenes pinta de sonreír mucho

El comentario lo sorprendió, ¿Que no era normal que sonría? Ahora que lo pensaba, era cierto, por nada en especial, pero no era habitual ver a Agustín sonriendo.

-Tenes razón, nunca pensé en eso, pero me chupa bastante un huevo

Escuchó la risa baja de Daniel luego de su comentario, para que luego haya un gran silencio en el camino al curso.

-Tenes linda sonrisa

Dijo Daniel antes de que entren al curso, sin darle oportunidad a Agustín de responder

Nuevo amigo (LGBT) (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora