Nuevo amigo (LGBT) (+18)

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Lunes otra vez. Agustín llegaba al colegio mirando al piso con un notorio sueño, esta vez durmió bien, pero la motivación lo traicionaba, él quería seguir durmiendo.

Llegó, tomó el asiento de siempre y esperó a su amigo, mientras jugaba con una moneda entre sus dedos.
La clase empezó y su amigo no llegaba, miraba a su alrededor porque capaz se sentó en otro banco y no lo vió, pero nada.

Pasaron como 30 minutos cuando la puerta se abrió y entró Daniel con la cabeza gacha y su mochila, la clase quedó en silencio y todas las miradas se enfocaron en él, incluso la de la profesora.

-Tarde, Daniel

Dani ni se quejó, caminó derecho a su asiento y dejó su mochila en el respaldo de la silla para sacar su carpeta. La profesora aunque quedó un poco extrañada por el comportamiento de Daniel, siguió con su clase sin más.

-Che ¿Todo bien?

Daniel no le respondió, ni siquiera cambió su expresión o le dirigió la mirada, era como si él ni lo hubiera llamado.

-Dani, amigo

Tocó su brazo para llamarle la atención y sintió que estaba helado, muchisimo mas que de costumbre.

-Fua amigo ¿No tenes frío?

Mas pronto habló y mas pronto sucedió, a Daniel le empezó a temblar ligeramente la mandibula y Agustín ya se preocupaba un poco, no era un día tan frío en sí.

-Eu ¿Queres ir a tomar algo calentito?

Por primera vez en el día Daniel pareció responderle, movió su cabeza en gesto afirmativo dandole a entender que le parecía una buena idea.

Acto seguido Agustín levantó la mano y le preguntó a la profesora, que a regañadientes y no muy contenta con la idea de que Agustín lo tenga que acompañar, aceptó.

Agustín tomó la mano fría de Daniel y lo guió fuera del curso hacia la preceptoría, aunque Daniel lo frenó a mitad de camino.

-Agus

Escuchó que el mas alto lo llamó por lo bajo, casi en un susurro, y el giró la cabeza para que siga hablando.

-¿P~puedo quedarme en tu casa unos días? Por favor

Al mas bajo lo tomó por sorpresa la pregunta, obvio que podía, pero ¿Por qué le preguntaba?¿Unos días? Algo no andaba bien y ya empezaba a sospecharlo.

-Obvio ¿Pasó algo?

Daniel simplemente apoyó su frente en el hombro ajeno y Agustín sin pensarlo prácticamente empezó a acariciarle el pelo.

-Dani-le habló bajito- Si queres vamos a casa ahora

Sintió como Daniel dijo muy bajito un "si" y lo volvió a tomar de la mano con delicadeza, se metió en el baño y agarró papel y empezó a tirarlo al inodoro en grandes cantidades, hasta que intentó tirar la cadena y claramente el inodoro estaba tapado.
Fue a la recepción junto a su amigo y le habló al portero que vigilaba la entrada al colegio

-Buenas, disculpá que moleste, pero alguien por lo visto tapó el baño, si pudieran hacer algo para destaparlo lo agradecería

A regañadientes y entre insultos al aire, el portero fue camino al baño y pronto desapareció de la vista de ambos chicos, que aprovecharon el momento para salir del edificio.
Agustin sintió que su amigo se soltó de su agarre y cuando se dió vuelta lo vió buscando entre unos arbustos algo, no sabía el qué pero pronto lo descubrió.

Daniel sacó una pequeña valija, que supuso que había escondido él, detras de unos arbustos, Agustín iba a preguntar pero decidió no hacerlo y simplemente seguir caminando mientras el mas alto lo seguía.

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En cuestión de minutos Agustín se encontraba abriendo la puerta de su casa con Daniel detras suyo. Una vez que lo hizo, ambos entraron y tomaron asiento en el pequeño sillon del salón. Agustín le trajo un vaso de agua a su amigo ya que no lo veía del todo bien, claramente.

-¿Queres contarme que te pasa o no?

Hubo un gran silencio durante varios segundos, Agustin miraba a Daniel y este miraba al piso, con el vaso entre sus manos.

-Me peleé con mi vieja

Casi en un susurro, Daniel habló, pero el contrario alcanzó a escuchar y no pudo hacer mas que abrir los ojos, impactado.

-¿Que pasó?

Se acercó un poco aún en el sillon al otro mientras esperaba por su respuesta, pero esta no llegaba, en cambio las lágrimas de parte del mas alto empezaron a salir poco a poco y en silencio.

Agustín, presa del pánico ahora, abrazó a su amigo intentando tranquilizarlo, ¿Que tan grave habia sido el problema como para que Daniel esté así? El siempre sonreía, era muy optimista y siempre alegre, le sorprendía y preocupaba verlo así.

-A~agus, perdón, amigo

Entre medio del llanto Daniel hablaba con la voz quebrada y las lagrimas que no cesaban, Agustín no entendía por qué se disculpaba, pero no se preocupaba por eso ahora, solo quería ver bien a Daniel.

Se quedaron mucho tiempo, en silencio y abrazados mientras el mas alto intentaba controlar su llanto.

-¿Queres que te haga unos ravioles?