4. La inocencia de una pequeña ...

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Es de noche, todos están en el edificio de los dormitorios excepto yo, quería tener aire fresco, seguir fumando un poco y prepararme para lo que me digan al entrar. "Ahora todos tienen una carga más aparte de ti, tu desorden emocional" Me decía una de las voces, dije un perezoso si entre dientes, ya que era cierto, estaba siendo una mayor carga de la que ya era antes, quería desahogarme.

Entré al edificio un poco agitado por todo lo que estaba pasando en mi cabeza en ese momento, caminé rápidamente hacia mi habitación y unas cuantas miradas se clavaron en mi espalda, creo que alguien me quería detener y hablar conmigo pero fuí más rápido y me pude adentrar en mi habitación.

- Las cuchillas, necesito las cuchillas... - Decía una y otra vez en mi mente, mientras que las voces me decían cosas como "Desaparezcamos y no seamos una carga más" "En estos momentos estamos solos aquí, más cantidades de cortes y un poco más profundos no harán daño".

Comencé con el primer corte, esta vez fue más profundo y largo y así fueron los demás, en un punto me siento mareado, a punto de desmayarme, ahí decido parar, ya no quiero sentir más ese dolor "Si no quieres sentir más dolor durmamos para siempre siguiendo el consejo que nos han dado por años" Por un momento me quedé estático, no sabía que hacer, si seguía y acababa con esta mierda ¿Qué sería de mi madre?, Lo único que pensaba era en ella, no podría imaginarme a mi mamá llorando a mi lado, destrozada y abrumada por lo que veía, su único hijo tirado en el suelo de un baño con sangre y una cuchilla.

Al final decido parar, intento recomponerme tomamdo bastante agua luego de haberme puesto los vendajes aún me siento un poco mareado, este día decidí irme a la cama temprano. Tres horas después me levanto por un estruendo, de nuevo, solo era mi cabeza, ahora estoy llorando a mares, no sé qué hacer, no sé con qué cara llegar al salón de clases, no se cómo veré a la gente a los ojos, así que mejor no iré a clase mañana.

Escucho mi alarma, la apago e intento seguir durmiendo pero como siempre Lida se está asegurando que todos estemos despiertos, de la nada mi puerta se abre, una persona se acerca hacia mí y se sienta en un borde de la cama.

- Midoriya, es hora de levantarse, despierta - Era Lida susurrandome cerca del oído y acariciando mi espalda, la verdad, se sintió cálido y calmado, sentí paz por ese pequeño momento, lo malo es que no tenia opción...

- Buenos días - Digo mientras me levanto de mi cama y me dirijo al baño para ducharme, creo que Lida pudo notar mis ojos hinchados de haber llorado toda la noche.

Salgo del edificio antes que los demás para poder caminar a solas, sin que alguien me empiece a atacar con preguntas y me mire con angustia, para tener un paseo tranquilo me coloco mis auriculares y escucho música.

Llegué al salón de clases, hasta la luz estaba apagada, decidí dejarme puesto los auriculares, me recosté en mi lugar y caí dormido.

- Hmm... ¿quién está?... - Me levante, al parecer Eri habia llegado al salón y habia encendido la luz, aún no ha llegado nadie más, así que no ha pasado mucho tiempo desde que me dormí.

- Mr. Deku, ¿estás bien? - De nuevo la pregunta constante.

- Si Eri, solo estoy, cansado - Dije mientras apagaba mi teléfono y guardaba mis auriculares.

- ¿Qué pasa? ¿Me necesitas? - Dije cargando y colocando a la pequeña niña sobre mi regazo.

- Es solo que como te ví aquí solo pensé en acompañarte - Eri siempre ha sido muy empática y dulce, hice que se recostara en mi pecho mientras acariciaba su cabeza, la abrigué con una pequeña manta que siempre había en el salón y empecé a cantarle suavemente a Eri una canción, hice todo esto ya que lograba ver que Eri parecía con sueño y cansada, casi siempre se levanta mas temprano para ir a saludar a algunos alumnos a sus clases, hoy, al parecer es nuestro turno.

Eri cae dormida en mi pecho, ella se siente cálida y hace que el ambiente sea agradable, gracias a esto siento paz después de un buen tiempo, algunas delgadas y finas lágrimas empiezan a caer de mis ojos y caigo rendido ante el sueño abrazando a Eri...

| ////////UN TIEMPO DESPUÉS///////// |

Siento como si la cabeza de Eri se aleja de mi pecho, esto me hace despertar al instante, al parecer aún estoy llorando, Eri se rasca sus ojitos con sus pequeñas manos, mientras tanto yo miro alrededor, ya la mayoría había llegado al aula, era un milagro que estuvieran tan silenciosos.

- Deku-niichan, ¿Por qué lloras? - Me pregunta una Eri aperezada y un poco despeinada, intenta alcanzar mi cara para quitar mis lágrimas pero casi no alcanza.

- No es nada Eri, solo es una estupidez - Le respondo aún medio dormido medio despierto.

- Nadie llora por algo estúpido - Me dijo Eri con su dulce voz, en ese momento siento más ganas de llorar, pero sé que unos cuantos nos están viendo e intento calmarme.

- Es algo que no te puedo contar... - Le dije en un bajo tono de voz aunque al parecer uno que otro lograba escuchar la conversación por su peculiaridad.

| ///////////AL DÍA SIGUIENTE////////// |

Hoy nos iremos de viaje a un campamento, no habrá nada de peleas, trabajos, exámenes o pruebas, Aizawa al ver lo mucho que nos hemos esforzado ha pedido una semana entera para que fuéramos de camping, Recovery Girl también nos acompañará.

- ¿¡Todos listos?! - Gritaba Lida estando al frente del grupo.

- ¡¡¡SI!!! - Exclamaron casi todos con suma felicidad...

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¡Gracias por leer! 😊

Sólo, quisiera desaparecer...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora