Una historia del 2023

Capitulo 2

1 de enero...

  Eran las cinco de la mañana cuando me desperté para ir al trabajo. No había dormido casi nada. Me había pasado la noche escribiendo, aunque había otro lugar en el que tenía que estar. Decidí dejar que el tiempo pasara. Porque no podía agarrarlo y aferrarme a el. Decidí ser más valiente en el 2023, y arriesgar más.
 
  Ya estaba en el autobús y miré la carta. La volví a guardar en mi mochila. Se la daría a su colega, estaba segura.

  Llegué a geriatría. Pasó una hora, pasaron dos, y tres... No pude dejar de pensar en la carta. De mirar a su colega muy raramente. De intentar dársela, pero no sabía como. Si no, pues se la daría en cinco días. O esperaría el día del examen para entregársela a el. No era la última opción, pero si la opción que cambiaría el rumbo de las cosas.

  -La carta... -Dijo el abuelo demente. El que hablaba cuatro idiomas al igual que Nicolás y yo.
 
  -¿La carta? -Repetí. Nadie sabía de la carta.

  -No le hagas caso. Esta demente. -Dijo la colega.

  -Consigueme los materiales para reparar la máquina... -El siempre hablaba de una "máquina del tiempo". -Te haré la lista de lo que necesito...

  Lo dejé pasar. No era el momento ni el lugar. Al cabo de unas horas la anciana que se llamaba Melisa me dijo:

  -No le des la carta.

  La que escribía canciones me había preguntado:

  -¿La carta está en tu mochila? ¿Cómo siempre?

  -Si...

  -No se la des... Generará un mundo paralelo en el que cambiará el rumbo de las cosas. En cambio este mundo seguirá igual. Y todo pasará como siempre había pasado.

  -¿Que debo hacer?

  -Destruye la carta. -La miré con tristeza. -No te preocupes. Todo estará bien, lo prometo. Eres joven. Y muy hermosa. Tienes unos dientes. Yo los tenía así antes.
 
  -¿Cómo sabes que todo estará bien?

  -Porque yo soy tú.

  Corrí por mi mochila. Pero la carta no estaba ahí. Ya era muy tarde. Las constelaciones se habían alineado. Un cometa pasó muy cerca de la tierra. Un universo paralelo se había creado.