CAPITULO 2

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Tomé mi mochila y comencé a empacar mis cosas.

– Meredith...

– hallaré un lugar, no te preocupes.

tienes 16.

– y tú con 21 no has podido salir de aquí, mas bien... no quieres salir de aquí. – me miró mal. – es la verdad... ya no puedo soportar a Merle, sus tratos, más bien cada vez que me nota me maltrata, pareciera que mi existencia le molestara, no sé si es porque soy mujer o porque me parezco físicamente a papá.

– pero es tu tutor, nos meterás en problemas si te vas.

– ¿y desde cuándo te ha importado meterte en problemas legales? Digo, ya has estado en el tutelar por drogas, es algo más grave que por una tutela.

– no me refiero a lo legal.

Merle no notará mi ausencia y cuando consiga un lugar, podrás irme a visitar cuando quieras, quizás mudarte también.

– no puedo dejarlo o morirá. – reí. – recuerda quién lo ha salvado de sus estupideces.

– sí, lo sé. – lo abracé y me abrazó tan fuerte como pudo. – gracias por no ser igual que Merle, prométeme que seguirás así.

– te seguiré viendo, ¿por qué te despides?

– por si me ocurre algo mientras busco un lugar. – me separé y le di una patada. – te amo, Darylina.

– yo igual, Merelin. – reí y salí de ahí.

Desperté, al parecer no había nadie adentro.

– al fin despiertas. – escuché al asiático decir. – es casi mediodía.

– ¿cómo sabes?

– me guío por la luz del sol, se nota. – respondió.

– ¿lo aprendiste en China?

– se nota que Merle, Daryl y tú tienen eso en común. – dijo serio. – y por cierto, soy coreano.

– como sea, todos se parecen. – dije levantándome. – ¿conociste a Merle? – asintió. – ¿sabes cómo murió?

– no sabemos si murió, estábamos en un campamento en Atlanta, salimos de expedición, estaba siendo un completo idiota y a Rick se le ocurrió esposarlo a un tubo de metal. – sonreí.

– no me sorprende para nada, ¿y luego?

– el edificio se llenó de caminantes, escapamos pero a T-Dog se le cayó la llave en una alcantarilla antes de liberar a Merle y pues... ahí lo dejamos, al día siguiente volvimos por él pero ya no estaba, se cortó la mano para liberarse. – solté una pequeña carcajada y me miró algo disgustado.

– mi relación con mis hermanos nunca ha sido buena, ni un poco.

– se nota.

– cuando vea a Rick se lo agradeceré, igual a T-Dog, quienquiera que sea, recibió su merecido.

– ¿por qué lo dices? – sólo lo miré. – claro, si quieres contarlo.

– ambos hicieron algo imperdonable, pero... conociéndolos, Daryl le siguió el cuento a Merle, él siempre es la causa de todos los problemas.

ENDLESSLY [Glenn Rhee]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora