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Estaba en medio de una reunión del Consejo cuando Ser Criston apareció.

–Su Majestad–saluda rígidamente–La princesa solicita su presencia.

–Entiendo que tiene un deber, Ser Criston. Sin embargo los caprichos de la princesa no son razón para interrumpir una reunión del Consejo Privado del Rey.

Otto fue el que habló. 

Estaba molesto esta mañana. Aunque no podía culparlo, cuando había desviado la atención de Lord Corlys sobre lo que estaba pasando en Stepstones y su petición de ir contra el Cangrejero. Podrían llamarlo débil, pero sabe que una guerra es costosa, tanto en el bolsillo de la Corona como en la vidas que se ofrecen. No era algo con lo que lidiar por el momento. 

Corlys usaría este espacio para retomar el tema en lugar de seguir con los precios e impuestos de Essos. 

Viserys iba a tener un dolor de cabeza. 

Hasta que recordó la única razón por la que Ser Criston estaba aquí y no protegiendo a su hija. Esa era la orden que le dio al Maestre Mellos, a quien justificó su ausencia de la reunión con un dilema del que no se acordaba ahora. Esa orden de que el caballero debía ser enviado si había un cambio en su situación actual. 

La presencia del hombre era la respuesta. 

El muchacho despertó. O… 

Se levantó de su silla, todos los ojos en él. Intentó aparentar que esto no le causaba placer (ser Rey conlleva horas de discusión que prefiere dedicar a otras cosas), y declaró un "Esta reunión se pospone", ignorando tanto a Corlys como a Otto, acercándose a Ser Criston, indicándole con un gesto que lo escoltara. 

Ser Harrold se posicionó detrás de él, dejando la Sala del Consejo, que enmudeció por su forma de actuar. 

Algo propio…de Daemon. 

–"Bueno, tal vez debería hacerlo más seguido" –pensó con cierta diversión y tristeza al recordar a su hermano. 

Fueron totalmente en silencio, con la presencia de ambos miembros de la Guardia, cada persona que se le acercaba, con sólo verlos, se hacía un lado o desviaba su camino. Lo que hizo que el camino hacia los aposentos de Rhaenyra fuera algo rápido. 

Ser Criston abrió la puerta a su orden. Lo primero que ven es al Maestre Mellos acercándose a ellos. 

–¿Despertó?

–Su Majestad–saluda con una leve inclinación. Su expresión es de calma –Así es, él despertó hace poco.

Un suspiro de alivio se le escapa. Un problema menos. 

–Desgraciadamente, no puedo especificar el cómo, pero ha perdido su memoria. 

Se retracta. 

–¿A qué se refiere? 

–Lo atribuyó a la caída que sufrió, junto con la fiebre. Lo único que recuerda es su propio nombre, que iba en un dragón y nada más. Aunque reconoce el nombre Targaryen. 

–¿Es una amenaza? –pregunta Ser Harrold, con la mano sobre el pomo de su espada. Desconfianza que no evita compartir. 

–Calma, Ser. Se trata de un niño–dice el Rey ante la reacción. Se vuelve al Maestre–¿Algo más? ¿Su salud? 

–Nada de lo que preocuparse, sólo un descanso y leche de amapola. Creo que estará bien para unos días. 

El Rey le agradece. El maestre se hace un lado, cuando le pide poder verlo. Más unos pocos pasos y la imagen ante él se aclara. Lo impacta. 

There is a ghost in your eyes (a promise from a better tomorrow)[#PGP2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora