Capítulo 14: En honor a su memoria

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El día catorce sentí que no lo soportaría más.

Cuando desperté, Wooyoung aún dormía. No lo desperté y caminé hacia el baño. No me molesté ni siquiera en cambiarme la ropa, vestir lo mismo dos días seguidos no era algo por lo que debiera preocuparme en esas circunstancias.

Recuerdo haber salido de la habitación con el profundo temor de que Jongho me abofeteara en burla por haberlo besado y abrazado la noche anterior, pero eso no sucedió.

Era temprano, por lo que todos dormían y él no estaba allí. No me preocupé en ir a buscarlo, tal vez estaba durmiendo, con Yeosang, o con uno de los chicos. Tal vez estaba en la habitación libre.

No pensé que nada malo le hubiera sucedido.

Y me equivoqué.

El grito ensordecedor de Yeosang retumbó en toda el área de aislamiento con tanta intensidad que tuve que cubrirme los oídos aún estando en el salón principal. Casi al mismo tiempo, todos salieron despavoridos de sus respectivas habitaciones.

Wooyoung, al parecer, se levantó de sopetón, ya que lucía mareado. Mingi, Seonghwa y Yunho compartían la misma cara de preocupación. Los cinco nos miramos durate varios segundos, antes de oír los llantos de Yeosang. No lo pensamos dos veces antes de correr a dónde provenían.

Era la habitación de Jongho. ¿Qué sucedía?

Sin pensármelo dos veces, abrí la puerta para entrar como un huracán. Los chicos me siguieron por detrás, más todos nos detuvimos en una perfecta sincronía al visualizar la escena que teníamos frente a nosotros.

Yeosang estaba sentado en la cama, con la cara en el pecho de Jongho. Por sus leves espamos, supe que lloraba. Levanté mi vista hasta el rostro del maknae, que mostraba una expresión serena, como si tan solo estuviera dormido en un profundo sueño.

Por la reacción de Yeosang, supe que no era así.

Negué con la cabeza. No podía ser. No podía.

Seonghwa fue el único de nosotros que se atrevió a acercarse a paso lento, como si aquello fuera a parar la inminente realidad. El mayor del grupo llevó dos dedos al cuello de Jongho para tomar su pulso.

Sabía lo que pasaría, sabía que tener esperanza en un momento como ese era irreal porque lo obvio estaba frente a mis ojos, y aún así no pude evitar romper en llanto cuando Seonghwa nos miró con dolor, negando suavemente con la cabeza.

Me eché a los brazos de Wooyoung instantáneamente, quién me estrechó con cariño mientras también sollozaba. Vi a Yunho con los ojos cristalizados cubrirse la boca con una mano. Mingi tenía los ojos muy abiertos y negaba con la cabeza, sin aceptar lo ocurrido.

Lo sabía... - Susurró Yunho con desesperación. - Lo sabía, lo sabía...

¿Pero cómo...? - Susuró el mayor del grupo. - Pero si ayer todo estaba bien...

Pero lo cierto es que nada estaba bien, ni nunca lo estuvo desde el momento en que nos infectamos.

"La tercera manera de morir, esa que esperaba que todos tuviéramos la suerte de vivir, era la más rápida. El virus simplemente atacaba tu corazón y te mataba de un paro cardíaco. Decían que se sentía como quedarse dormido."

¿Qué tan cruel tenía que ser el Letal para no dejarmos ni siquiera despedirnos de nuestro amigo y atacarle mientras dormía? ¿Por qué no aproveché más aquel último contacto que tuve con él y lo abracé con fuerza? ¿Por qué la vida era tan injusta?

Ni siquiera hoy tengo una respuesta a todas mis preguntas.

Muchos recuerdos junto a Jongho me invadieron en aquel momento, mientras lloraba desconsoladamente en el pecho de Wooyoung. Uno de ellos era de cuatro años atrás, poco antes de que el Letal arruinara nuestras vidas.

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