Capítulo 5

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Maki tomó a la pequeña Rin de la mano corriendo lo más rápido que podían. Los zombies estaban a unos cuantos metros de distancia, pero sus fuertes y espantosos gruñidos se oían tan cerca que les ponían la piel de gallina.

—¡Corre!— Exclamó Maki a la pequeña cuando uno de los infectados que parecía ser más rápido que los demás estaba apunto de alcanzarlas, Rin asintió y corrió despavorida de su lado hacia Chika, quien era la más cercana a ellas. La pelirroja se detuvo abruptamente, sostuvo fuertemente su arma improvisada sintiendo un gran pánico que le hacia doler el pecho, sacando una valentía que no sabía que tenía atravesó el cuello del chico con uniforme del equipo de futbol de preparatoria, pero contrario a lo que se veía en la películas no tuvo fuerza suficiente para poder volver a sacar su arma, por lo que tuvo que volver a correr completamente desprotegida.

—¡Es por aquí!— gritó Kotori señalando la dirección pero antes de que se diera cuenta un infectado se había lanzado encima de ella.

—¡Minami-sensei!— exclamó Hanayo con lágrimas en los ojos al ver como su profesora se esforzaba por tratar de quitarse al zombie de encima, colocando el palo de escoba horizontalmente en su boca para impedir que se acercará y la mordiera.

Maki pasó saliva por su garganta esperando lo peor al ver que Kotori parecía ya no poder detenerlo de acercarse, pero antes de que sucediera Nico empujó al hombre clavándole su arma en el cuello.

—¡Corre ahora!— gritó Nico haciendo su mayor esfuerzo por empujar al infectado lejos.

Kotori se levantó enseguida y ayudó a Nico para poder seguir corriendo hacia su auto.

—¡Ya casi llegamos!— volvió a gritar.

Las chicas continuaron corriendo sintiéndose indefensas cuando los infectados comenzaron a salir de todos lados.

Rin le había dado su arma a Maki, con la que pudo empujar a unos cuantos que se habían acercado demasiado, Chika le había ayudado aunque aún parecía petrificarse cuando esas cosas estaban cerca.

—¡Suban!— Kotori subió al auto en el lado del conductor.

—Suban primero.— Maki les dijo a Chika y a Rin mientras ella aún seguía empujando lejos a esos infectados. Eran muy torpes al correr lo que le facilitaba alejarlos, para su sorpresa vio que Nico estaba a su lado ayudándola.

—A la cuenta de tres los empujaremos con mucha fuerza y correremos.— dijo Nico.

—Bien.— asintió Maki.

—Una....dos....¡tres!— gritó y usando todo su fuerza los empujaron para luego correr al interior del auto.

—¡Arranca!— exclamó Maki cuando los infectados empezaron a rodear el auto.

Kotori aceleró todo lo que pudo atropellando a una gran cantidad de esos monstruos a su paso.

—¿A dónde iremos ahora?— inquirió Nico.

—El hospital aún está muy lejos...— mencionó Maki mordiéndose el dedo pulgar sin saber a dónde ir.

—Hay una tienda de conveniencia que estaban a punto de abrir cerca de aquí, quizá no haya zombies ahí.— dijo la pequeña Rin halando suavemente la manga de la ropa de Maki para llamar su atención.

—¿Podrías decirnos dónde está?— preguntó rápidamente.

—Está por allí.— señaló una calle a la izquierda.

Kotori siguió todas las indicaciones de la pequeña con dificultad gracias a los autos abandonados y estrellados que había, sin mencionar a todos los infectados que se atravesaban por su camino.

—¡Es ahí!— indicó.

Efectivamente había una tienda ahí, aún estaba cubierto el letrero con el nombre al aún no ser inaugurada. Kotori se estacionó justo enfrente, pero ahora había una gran incógnita, ¿estaba abierto el lugar?

—No parece estar cerrada.— dijo Chika viendo por la ventana.

—Yo iré a ver.— se ofreció Maki.

—Voy contigo.— sentenció Nico.—Yo te cubriré la espalda.—

Maki asintió, y lentamente comenzó a abrir la puerta, no quería hacer mucho ruido, Nico hizo lo mismo y bajaron al mismo tiempo del auto.

La pelirroja observó a todos lados, habían unos cuantos infectados cerca, pero parecía que aún no se habían dado cuenta de su presencia.

Caminaron hacia la tienda y con el corazón latiendole descontroladamente en el pecho, Maki acercó la mano hacia la puerta e intentó abrirla, lográndolo milagrosamente.

—Esta abierta.— susurró Maki con una sonrisa.

—Bien.— Nico sonrió también y giró para hacerle señas a las demás para que entraran.

Con cuidado y con sus armas en sus manos, las chicas comenzaron a bajar del auto para entrar a la tienda.

Finalmente entraron todas sintiendo un gran alivio al sentirse a salvo.

—Tapemos la puerta.— dijo Maki, las chicas asintieron y se pusieron a buscar cosas que las ayudaran a bloquear la puerta.

—Nico-chan, ayúdame a poner ésta mesa aquí.— le pidió Chika a la pelinegra.

—Claro.— asintió y se acercó a ayudarla.

Maki observó la escena y notó ciertas muecas de dolor que hacia la pelinegra. Lo había notado desde que se ofreció a ayudarla a empujar a los infectados antes de subir al auto, pero ahora lo estaba confirmando, Nico parecía estar lesionada.

—Se ve bien.— dijo Kotori observando la puerta totalmente cubierta.

—Si. Esto servirá.— afirmó Maki.

—Kotori-sensei...— la pequeña Rin halo suavemente de la ropa a su maestra.

—¿Que sucede, Rin-chan?— se agachó un poco para estar a su altura.

—Kayo-chin y yo tenemos hambre.— explicó haciendo que las mejillas de Hanayo se pusieran rojas.

Las cuatro mujeres se miraron entre sí y luego sonrieron levemente, todo parecía sentirse bien de nuevo.

—Pues, por suerte, hay mucho de dónde escoger.— dijo Maki señalando todos los estantes llenos de comida.

—Y todo gracias a ti, Rin-chan.— Nico acarició el cabello de la menor con una sonrisa.

Rin sonrió y sus mejillas se pusieron levemente rosas.—No tiene que agradecer.— dijo, tomando la mano de Hanayo.

—Vengan, yo las ayudo a elegir que es lo que quieren comer.— dijo Kotori tomando la mano de ambas niñas.

—Creo que yo también comeré algo.— mencionó Chika.—Algo dulce me vendría bien.—

Maki se sentó en el suelo soltando un largo suspiro, estaba cansada, aquella larga persecusión la había llevado a su límite y eso que estaba acostumbrada a trabajar más de quince horas al día.

—Vayamos con las demás.— habló Nico parándose frente a la pelirroja.

—Si.— Maki se puso de pie y la siguió.

Si era honesta, en esos momentos no quería estar sola.

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⏰ Última actualización: Dec 14, 2023 ⏰

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Ataque Mortal - NicoMakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora