⚠️ Este capítulo tiene contenido sexual.
[...]
Quackity se sentía como un adolescente. Lo que tenía con Luzu ni siquiera era algo serio u oficial, así que no sabía por qué de pronto volvía a tener quince años y era un virgen hormonal. Se comenzaba a lamentar de jamás haber tenido algo que durara, porque ahora se preguntaba, ¿cuánto tiempo se supone que tiene que pasar para ir al siguiente nivel? En su cabeza hacía sentido que tenía que pasar un buen tiempo, pero su cuerpo no pensaba lo mismo y se sentía inquieto luego de pasar mucho tiempo en compañía de Luzu. Como ahora, que aprovecharon su día libre y, luego de salir a comer juntos, se encontraban en su apartamento, en su cama, conversando sobre cualquier cosa que se les viniera a la mente. Quackity podía pensar en mejores cosas que podrían estar haciendo en esa cama.
Se odiaba porque no quería convertir todo en sexo, pero siendo justos, había pasado mucho tiempo desde que Quackity se había acostado con alguien, se sentía con el derecho de estar un poco caliente, sobre todo teniendo que ver todos los días a un hombre como Luzu y no poder hacer nada.
—¿En qué piensas? —preguntó Luzu con voz queda, acariciando a Quackity en la mejilla y tomando su lóbulo entre sus dedos, mandando hormigueos por todo su cuerpo. Quackity ni siquiera se había dado cuenta que estaba en silencio desde hace un buen rato.
—Uhm... —Intentó buscar una mentirita que hiciera sentido, pero su mente estaba en blanco y las caricias de Luzu no le ayudaban—. En que... quiero que me beses. —Bien, no era una mentira, pero no era exactamente la verdad. Eso no quitaba la vergüenza que le había dado decir eso, sentía su rostro calentarse.
—Mm, creo que puedo ayudar con eso.
Luzu se inclinó hasta unir sus labios en un beso lento, sin dejar de acariciarlo. Quackity amaba los besos de Luzu, no sabía si era por sus labios o su manera de besar, pero jamás había sentido eso por las personas con las que había estado antes, quizás simplemente tenía que ver con el hecho de que no eran Luzu, pero Quackity desechaba ese pensamiento apenas cruzaba su mente.
Luzu paseaba sus dedos entre su cuello y su mandíbula mientras profundizaba el beso, Quackity abría su boca y recibía la lengua del contrario con gusto. Ruidos de satisfacción descansaban en el fondo de su garganta y estaba tomándole toda su fuerza de voluntad evitar emitirlos, en vez eligiendo enredar sus dedos en el cabello de Luzu. Quackity no quería apresurar las cosas, mucho menos presionar a Luzu, pero estaba deseando que este mismo lo presionara a la cama en posiciones no muy inocentes.
Por un momento pensó que perdería la cabeza cuando Luzu se movió lentamente desde sus labios hasta su cuello, con pequeños besos que amenazaban con convertirse en mordidas. Quackity no se dio cuenta en qué momento cambió el ambiente, creía que era solo cosa suya porque andaba demasiado caliente y sensible, pero empezaba a sospechar que Luzu se estaba sintiendo de la misma manera y no sabía si lo preocupaba o emocionaba. ¿De verdad era prudente ir al siguiente nivel o su mente estaba nublada por el deseo?
Cuando Luzu comenzó a succionar su cuello, ya no podía calmar su respiración, pero aún podía mantener a raya los pequeños quejidos que se le escapaban de vez en cuando. No quería que Luzu pensara que estaba desesperado, aunque probablemente lo estaba, cada toque de Luzu parecía quemar en su piel. Luzu ya se encontraba encima suyo, sus manos jugando con la orilla de su camiseta, apunto de introducirse debajo y acariciar su piel. Quackity quería esas manos paseándose por todo su cuerpo, pero decidió adelantársele un poco y acariciar el abdomen de Luzu debajo de la tela.
—No jodas... —murmuró, llamando la atención de Luzu—. En serio estás marcado... —Se mordió la lengua antes de decir "¿Eres perfecto acaso?".
ESTÁS LEYENDO
you hate to love me [luckity]
FanfictionPor eso, cuando él apareció gritando, riendo, bromeando, sin tapujos y ni una pizca de vergüenza, muy en el fondo se sintió frustrado, porque debería estar juzgándolo, odiándolo y sintiéndose terriblemente incómodo con tal contraste a su propia pers...