CAPÍTULO 1

497 16 4
                                    

-NARRA LUCÍA-

Otro día más en mi estresante vida, voy de un sitio para otro corriendo para cumplir y luego ir a mi casa sola. Aunque cualquier persona pensaría que mi vida es la que todo el mundo desearía: una chica de 23 años, joven, que se dedica a la música y le va estupendamente, ganando "bastante" dinero, y con muchos seguidores en redes sociales. SÍ esa es mi vida, pero muchos días me cuestiono si es lo que realmente quiero para mí o si solo es que me falta algo/alguien que me llene completamente.
Dejando mi vida a un lado, ahora mismo estoy caminando hacia mi cafetería favorita de Madrid. Allí es donde tomo mi primer café del día, es el único momento que tengo para pensar un poco y poder distraerme un rato. Hoy tengo que ir al estudio a grabar algo, mi representante Andrés dice que mis seguidores necesitan música fresca, nueva y que sea pegadiza para que tenga millones de reproducciones. Y María y Tomás son mis productores, así como dato.

-En la cafetería-
En fin, al entrar a la cafetería entro y me siento en la mesa de siempre, al lado de la ventana, y pido mi café con leche y un par de tostadas con tomate. Apago mi móvil para que nadie me interrumpa en mi momento de paz y tranquilidad, y me dispongo a desayunar. Al rato entra una chica morena, bastante guapa, se sienta en la barra y pide un zumo. Me quedo un rato mirándola, hasta que me doy cuenta de que debo estar pareciendo una psicópata loquísima mirándola tanto, miro mi reloj y veo que se me ha hecho tarde, joder. Enciendo mi móvil, bebo lo que me queda de café, echo un último vistazo a la chica, esta vez ella también me mira, nos sonreímos, y yo pago y me voy pensando que acabo de hacer el mayor ridículo de mi vida.
Ay, pero basta ya ¿no? Solo es una chica que no volveré a ver jamás, da igual si le he parecido ridícula o no. Cómo sea me voy corriendo (para variar) al estudio, que ya voy tarde.

-En el estudio-
L-Perdón, perdón por el retraso. Me he entretenido, intentaré que no vuelva a pasar.
A-Te llevamos esperando un rato, Lucía. Todas las semanas te retrasas.
L-Tienes razón, lo siento mucho ¿sí?
A-Vale, vale. Empecemos ya.
M-¿Tienes alguna idea nueva o quieres continuar con la letra del otro día?
A-Yo creo que es mejor empezar con algo nuevo y fresco.
L-Andrés, ¿te importaría no estar hoy aquí?
A-¿Por qué?
L-No me dejas concentrarme, no paras de hablar e interrumpir. Prefiero quedarme con ellos mientras hacemos las canciones. Así que si no te importa (le señalo la puerta) vete, luego te llamo para informarte de todo si quieres.
A-Qué humor tienes hoy, madre mía. Pero bueno, me iré. Igualmente luego vuelvo, porque recuerda que hoy tienes una entrevista en la radio de los 40.
L-Vale, vale.
A-Hasta luego, y ponte de buen humor por favor.
L-Adiós.
A-(Se va)
M-¿Entonces qué?
L-Continuamos con lo del otro día que quiero darle una vuelta y cambiar cosas.
M,T-Perfecto.
T-¿Pillas la guitarra?
L-Sí (la cojo)

Al día siguiente...

-NOTA DE AUTORA-

Bueno, he vuelto ha empezar la historia. No me gustaba la anterior, no le veía el sentido y he decidido empezar de nuevo. Esta es diferente a ala otra, lo único que se mantiene es el nombre de las protagonistas.
Espero que os guste, si es así recomendarla por favor, comentar por aquí y votar. Gracias por leer.

No fue casualidad sino destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora