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Los días eran terribles para Nezuko, el reformatorio era un lugar tetrico y no podía evitar llorar todas las noches, la culpa la estaba matando, pero tampoco tenía mucho que hacer, era eso o Muzan Kibutsuji le iba a arrebatar a su familia, aparentemente este sabía que no se llevaba bien con Aoi, por tanto la convenció de forma más rápida y de mala gana por parte de Nezuko, la cual con el paso del tiempo se había encariñado con la chica, la imagen arrogante y presumida que tenía de Aoi había cambiado, se había dado cuenta de que realmente no la conocía para nada, esta en realidad era alguien muy dulce y amorosa, la cual veía por el bien de los demás antes que el suyo, quizás por eso había tratado de confíar en Nezuko aunque sabía lo que tenía en mente, cosa de la cual se había arrepentido tras recibir algunas palizas por parte de quien pensaba ella era Nezuko. Nadie podía culparla, esa era la misma chica que la había embriagado y tratado de secuestrar de forma independiente, podía pensar lo que ella quisiera de ella. La triste realidad es que había sido manipulada y tras embriagar a Aoi intentó salvarla en su momento de humanidad, cosa que no pudo ser y le costaría algo caro. Realmente dejó su mascara de mala persona, ella no era así y si ya nadie la estaba vigilando ¿por qué seguír actuando? Ese pensamiento estaba clavado en su mente y finalmente opto por ser ella en aquel reformatorio, no era la mejor opción ya que todos la intimidaron, aunque esto mismo la llevo a tener una postura más privilegiada, casi que la liberan por buen comportamiento con las condiciones que esto trae, pero había estado muy poco, en unas dos semanas sería libre al fin, lo primero que quería era ir a rogarle a Aoi para que la perdone, quería explicar que no tenía opción y el terror de que tuviera una orden de alejamiento era muy fuerte, a la más pequeña la llevarían otra vez ahí, el horrible lugar donde no solo había perdido peso por la mala alimentación, si no que también había sufrido amenazas, golpes y casi la matan, por suerte ahí estaba Daki, era la chica más protectora de las dos bandas que había en aquel reformatorio, por tanto era líder junto a su hermano mayor, el cual no se hacía presente jamás, a menos que su hermana este en peligro, Daki tampoco reveló su nombre y quería que así siguiera. Daki y Nezuko tenían una buena relación, Daki siempre la estaba cuidando ya que sentía algo de lastima, obvio había oído la noticia del abuso y el secuestro que cometío Nezuko, la cual fue terriblemente golpeada por Daki en su primer día, trás ese momento ambas fueron a castigo y ahí comenzaron a platicar, Nezuko se confesó ya que era algo aue necesitaba, resulta que Daki también había tratado con Muzan, el cual la había traicionado, pero realmente aún sentía algo de admiración por como manejaba todo, era algo tan limpio y ordenado que era imposible no hacerlo, o eso decía Daki, la cual mostro asco por Muzan ya que este había llamado "basura" a su hermano mayor. Nezuko se había aprendido de memoria el funcionamiento del reformatorio, había una guerra entre el bando de Daki y el bando de Nakime, en un principio Daki y Nakime se llevaban de lo mejor, trás la llegada de Daki y su hermano siguio Nakime, una chica de la cual no se sabía el porqué estaba ahí, todo era color de rosas entre las dos, hasta que se corrió el rumor de que Nakime habló a las espaldas de Daki y había revelado su lado débil, Daki la confrontó al respecto y Nakime le dijo que era verdad, por tanto y con dolor Daki le dio una paliza a Nakime, cosa que hizo que la gente sintiera piedad de aquella chica de un solo ojo, de ahí salieron ambos bandos.

–Ey, enana, despierta!

–Daki? ¿Por qué me levantas tan temprano?

–Hoy es el día, prometo proteger tu estatus si me ayudas a pelear contra Nakime.

–Pero si me ven no me iré...

Dudo Nezuko, la cual si quería ayudar a su amiga, había hecho tanto por ella que se sentía terrible de no devolver el favor.

–No te preocupes, solo quiero que me apoyes vigilando que nadie venga por la espalda mientras hacemos la charla para arreglar todo.

–Solo eso? ¿Estás segura?

–Sí, lo prometo, ¿promesa de hermanas?

Dijo Daki mientras extendía su meñique, el cual fue atrapado por el meñique de Nezuko.

–Esta bien, promesa de hermanas.

                           16:34

–Suerte en tu cometido Daki.

–Gracias, aunque no necesito suerte.

Dijo sonriendo, cosa que hizo sentír feliz a Nezuko.

Los minutos pasaron y nada había sucedido, todo se veía muy normal, demasiado normal para el gusto de Nezuko, unos chicos vinieron y le preguntaron que hacía ahí.

–Daki me puso para que vigile la puerta.

Dijo con temor, uno de los chicos dijo un "ajá" bastante bajo y el otro le tapó la boca a Nezuko mientras el otro la sujetaba de los brazos, esta trató de escapar lo más que pudo hasta que el ruido de un objeto metalico chocando con algo sonó en el profundo silencio. Nezuko temía lo peor y su temor se hizo realidad al ver el cuerpo de Daki en el suelo, esta estaba inconsciente mientras la cabeza le sangraba, pequeñas lagrimas salieron de sus ojos mientras veía el cuerpo ya libre de los chicos que fueron a cargar el cuerpo de la misma.

–¡Gyutaro!

Grito Nezuko con todas sus fuerzas mientras lloraba, nadie lo entendía hasta que alguien vino a gran velocidad y se arrojó encima de los dos chicos.

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⏰ Última actualización: Jan 01, 2023 ⏰

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