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Ya habían pasado unas dos semanas desde que Ajax dejó a Enid, y como bien dicen, el tiempo lo cura todo. La licántropa ya no se sentía tan mal y podía cruzar palabras con él sin sentirse triste o melancólica, de hecho su relación con él era una amistad sólida, incluso mejor que la que tenían antes de ser pareja. Miércoles lo había notado y realmente se alegraba de que Enid lo hubiera superado aunque, como buena gótica psicópata, no le faltaron ganas de arrancarle el corazón al Gorgona por rompérselo a la única persona que soporta en esa academia. Todo iba medianamente normal, clases por la mañana, clubes por la tarde, estudiar y dormir, nada especial. Sin embargo, Miércoles seguía cuestionándose el porqué de sus raras reacciones con la loba, no encontraba ninguna respuesta ante ello. No conocía la razón por la que su corazón empezaba a palpitar desenfrenado cada vez que la rubia se le acercaba de más, sentía un calor extraño en sus mejillas y a veces se embobaba viéndola sin que se le pasara algún plan psicópata para matarla, algo muy extraño en ella.

Habló con Cosa sobre eso, ya la única solución que le dio fue pedirle consejo a su madre, pero conociendo a Miércoles era obvio que no lo iba a hacer. Fue a la biblioteca donde se escondían los miembros del estúpido club al que perteneció su madre, buscó hasta encontrar algún libro que le diera una mínima información, pero no halló ninguno, por lo que subió las escaleras y se dispuso a irse, pero desgraciadamente, al salir se cruzó con alguien, y ese "alguien" era muy pesado.

- Ya te hemos dicho mil veces que no puedes entrar si no formas parte del club.- Ella no le dedicó ni una mirada de desprecio, solo siguió su camino hacia Ophelia hall - ¡Ey, Miércoles! - se giró para ver qué quería ese ser despreciable y se lo quedó mirando esperando a que hablara, pero no decía ni una palabra.

- ¿Qué quieres? No tengo tiempo para tus tonterías, Xavier.

- Yo... yo quería saber si quisieras ir conmigo a tomar un café mañana por la tarde. - Miró a los ojos a la Addams para ver si conseguía descifrar una mínima emoción en su rostro.

- No. - respondió - Tengo cosas más importantes que hacer como para ir contigo a tomar un café.

- Por favor, Miércoles. He de decirte algo importante. - su intento de convencerla fue en vano.

- Si tan importante es, dímelo ahora y nos ahorramos tiempo y palabrería innecesaria. - su voz fue tan gélida como un iceberg.

- Pero... quiero que sea especial. - ya no la miraba a la cara, ahora su vista estaba enfocada en suelo.

- Si no lo dices en los próximos 10 segundos me largo. - Miércoles ya tenía una idea de lo que el chico le iba a decir, y tampoco le apetecía escucharlo, le parecía ridículo. Al ver que no hablaba ni levantaba la mirada, decidió advertirle. - Si es algún tipo de declaración amorosa, te la puedes ahorrar.

Xavier la miró, esta vez sorprendido, por lo que Addams asumió que había acertado y se fue, comenzaba a estar harta de que no parara de pedirle salidas fuera de la academia o cosas parecidas, por esas razones la poca simpatía que había conseguido tenerle al chico se estaba esfumando.

Llegó a su habitación por fin, sin ninguna respuesta o ayuda para descubrir aquello de lo que la traía tan distraída. Para su sorpresa, Enid no se encontraba ahí, y era extraño porque su club se supone que terminó hace más de media hora. Miércoles no le dio mucha importancia y aprovechó para hablar con Cosa, que ya sabía la patología que sufría Miércoles, y aunque ella no hubiera nombrado en su anterior charla la persona que le provocaba tal tortura, Cosa ya estaba al tanto de quién era.

- En esa biblioteca no había nada que pudiera serme útil, ¿Tú tienes alguna idea de lo que me ocurre? ¿Lo has visto alguna otra vez? - Cosa respondió diciendo que sí lo había visto antes y que sabía lo que le pasaba, pero que él no era el más indicando para decírselo, por lo que le volvió a repetir que le pidiera un consejo a su madre. - Como vuelvas a repetir que le pida ayuda a madre, te voy a dejar sin dedos. - Cosa agradeció que justo en ese momento Enid entró con su clásica energía, corrió hacia ella con miedo para que lo protegiera.

My favorite tortureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora