Primum Bonus

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Primum Bonus: Primer Extra

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Primum Bonus: Primer Extra

—¡Eres inservible, una vergüenza para el Clan y para mí!

Jimin bajó la mirada a sus pies mientras sus manos yacían una a cada lado, con su dedo índice rompiendo la piel de su dedo pulgar. Cerró sus ojos y tensó su cuerpo, esperando lo inevitable.

Jadeó y calló al suelo cuando su padre dio un certero golpe en su abdomen y sin evitarlo las lagrimas bajaron por sus regordetas mejidas.

—¡Eres un alfa, maldita sea! ¡No debes llorar!

Así eran sus días... Su madre le dijo, antes de morir, que algún día se acostumbraría. Postrada en una cama, con su último aliento fue todo lo que pudo decir: "te acostumbrarás, esta es la vida que te tocó". Jimin no quería eso, él quería palabras de amor, un "te amo", un "eres mi hijo y estoy feliz de tenerte", pero nunca recibió aquello. No tuvo más que esperar acostumbrarse a aquel trato.

Recordando las palabras de su madre, se levantó y tomó aire, levantando su pecho y mirando a su padre con odio puro, aquel odio que crecía con cada golpe.

—¡Lloro porque te odio! —vociferó con enfado una vez estuvo de pie nuevamente—. ¡Lloro porque eres un bastardo y no me queda más que llorar en desgracia y vergüenza por tener a un ser de mierda frente a mí, haciéndose llamar mi padre! No eres más que una basura que se cree mucho cuando en realidad carece de inteligencia, no eres más que un cavernícola estúpido, eres una ofensa para la evolución humana.

Apretó la mandíbula una vez dicho aquello, levantó sus puños a la altura de su barbilla y separó sus piernas, dispuesto a pelear con el alfa que le miraba con semblante neutro.

—Hmm —asintió su padre, formando una efímera sonrisa ladina antes de darle la espalda y marcharse.

Bajó sus manos y relajó su postura, soltando todo el aire que había retenido sin siquiera ser consiente.

—Hyung —le llamó el chiquillo que se asomaba tras un arbusto, un alfa cuatro años menor que él pero ya más grande en estatura—. ¿Estás bien?

Sonrió con cariño y asintió, abriendo sus brazos para tomar al niño entre sus brazos y hundir su rostro en su pecho. —Estoy bien, Koo, no te preocupes.

 —Estoy bien, Koo, no te preocupes

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Dignus Solio (Kookmin +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora