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El día once del Yule la tradición dictaba que debían quedarse en casa, prender fuego en la chimenea, comer juntos y disfrutar de un día de descanso en familia. Ginny llegó cuando Harry preparaba galletas con los niños y Draco reforzaba el hechizo que evitaba que cualquier rastro de humo o cenizas de la chimenea pudiese entrar a la sala.

—Traje galletas también —mencionó Ginny, agitando el paquete en su mano.

Harry le dijo dónde ponerlas y siguió "montando guardia" frente al horno. Los niños no querían separarse de él. Decían que "veían" a la galletas creciendo. Él no veía nada, pero no quería dejarlos a los tres solos frente a un horno encendido.

Ginny se acercó a Draco y preguntó si necesitaba ayuda con algún hechizo. Él señaló las ventanas de la sala.

—A Lily le gusta que la nieve no le impida ver hacia afuera. Usa un hechizo en el vidrio.

Ginny sostuvo su varita, pero titubeó.

—No tengo ni idea de qué hechizo se usa para algo así…

—No importa, ya lo hago yo —En cuanto acabó de comprobar la chimenea, Draco utilizó un hechizo en cada ventana, uno detrás del otro.

—¿Realmente pasas mucho tiempo aquí o vives aquí? —preguntó Ginny en voz baja.

Por la expresión de Draco, tenía una pelea interna entre el "¿y a ti qué te importa?" de su lado Slytherin y el "supongo que debería saber sobre las personas que rodean a sus hijos" de su lado que intentaba ser maduro.

Ganó el segundo.

—Paso mucho tiempo aquí, no vivo aquí.

—Están muy acostumbrados a ti.

—Eso pasa cuando, ya sabes, estás con ellos —No pudo evitar soltar lo obvio.

Ginny suspiró.

—Tú tampoco estás feliz con esto, ¿cierto?

Draco miró de reojo hacia la cocina y volvió a centrarse en ella.

—Mis padres podrán tener muchísimos defectos y haberse equivocado en casi todo y haber tardado mucho en notarlo, seguramente cualquier cosa mala que digas de ellos será verdad o lo fue en algún momento, pero ninguno habría sido capaz de hacer lo que tú hiciste. Y creo que eso te dice bastante de lo que hiciste y lo que opino de ti.

Ginny asintió.

—Parece que les gusta estar contigo, eso…eso es bueno. Se ven felices.

—Son felices. Harry se los pregunta a veces —mencionó Draco y su expresión y tono se suavizaron bastante al hablar de los niños y de Harry—. Es algo muy tierno, él tan preocupado preguntando eso y los tres respondiendo como si fuese lo más obvio del mundo que lo son.

—¿Sí? ¿Por qué les pregunta eso?

—Dice que es importante para él que sepan que le preocupa que sean felices, no sé, algo sobre comunicación y sentimientos. Lo debió sacar de algún libro de paternidad.

—¿Harry lee esas cosas? —Ginny intentó no reírse al pensarlo.

—Tiene una colección completa —Draco sí se rio—. Y hubo una vez que Granger y él se pasaron dos horas discutiendo sobre lo estúpido que era que esos libros hablaran de criar a una niña y criar a un niño como si tuviesen necesidades completamente diferentes y no tuviesen nada en común entre sí. Recuerdo que decían algo sobre que creían que sólo las niñas debían recibir apoyo emocional y algo de que los niños "no necesitaban atención" y Harry estaba enojadísimo hablando de cómo no le iba a prestar atención a sus hijos…

YuleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora