10_Cruda realidad

6 2 0
                                    

Esperabas tanto a que llegara ese momento que el momento se hizo crudo y no anhelado como antes...

El timbre resuena en mis oídos
¿Tanto tiempo pasó desde que recordaba ese invierno?

—La verdad, cuando me había ido a estudiar lejos pasaron muchas cosas que me hicieron cambiar. Olvidé tu nombre para rehacer una vida perfecta como la que mi familia quería para mí, sin embargo no lo logré. Tal vez después de esto que te diré te arrepientas de haberme dado una oportunidad pero supongo que ya rompí suficientes promesas—

Mi celular comienza a sonar una y otra vez hasta que reacciono y lo contesto.
Es Betty y está muy agitada.

—Vale vale Betty ya voy. Espera—miro a Lucas—Creo que debemos continuar la conversación luego, Betty insiste en que es algo importante y debemos ir—

—Vale pero Ana, yo nunca hice nada de lo que hice porque te dejé de querer. Pude haber sido el hijo de puta más grande del mundo pero siempre estaré aquí, te querré aunque me odies—

Diciendo esto Lucas camina más rápido que yo hasta que llegamos al tablón de noticias frente al colegio y quedo anonadada.

La cruel realidad que golpea mi cara como en un rin de boxeo. Leo uno de los anuncios más grandes y ahí está detallado todo lo que hacía unos minutos preguntaba.

—Los hemanos "S" están de vuelta. Las apuestas por las que está banda de chicos se liaron con medio colegio reaparecerán.
Para las novatas que no saben a lo que me refiero les explico.
Años atrás una banda de chicos liderados por Lucas, actual profesor de Literatura se dedicaban a liarse con chicas por apuestas que ponían entre ellos. Se dice que incluso hacían cosas más graves en estas llamadas apuestas.
¿Qué ganaban? Pues...—

Sin poder terminar de leer miro a mi costado y lo veo. Sam permanece con cara de preocupación al lado de su hermano menor Sandor, quien ve atentamente a Lucas como juzgando su comportamiento.
En otra página más adelante leo los nombres de los integrantes de la "Banda". Después de esto ya nada me sorprende.

—Integrantes:
Lucas, Sam, Sandor, Andrew... —basta con los primeros nombres para confirmar que realmente "Todos los hombres son iguales" Puedes probarlos a todos, siempre obtendrás el mismo resultado.

Mi cara de ¿wtf? es más que evidente. Miro hacia donde estan los chicos de las apuestas y no reconozco a los que creía conocer. Sam intenta acercarse pero uno de ellos lo jala por un brazo, Lucas no me mira a los ojos y Sandor luce enfadado. Voltea su mirada hacia Betty cada vez que tiene la oportunidad.
Yo estoy en shock, mientras algunas chicas celebran otras se quejan de haber sido usadas. Carys se acerca al post y lee con detenimiento.

—Sabía que Lucas era una basura pero llegar hasta ese punto fue demasiado—puso una de sus manos en mi hombro y me susurró—Deberías quitar esa cara frente a ellos. Vete—

La miré y su mirada suave me hizo recordar cuando me sacaba de situaciones donde no sabía qué hacer.
Y en lo que planeaba irme alguien me detuvo el paso.

—Ana, ¿podemos hablar?—era Samsom o mejor dicho el desconocido chico Hemmings que hacía apuestas por yo que sé.

—No—

—Espera. Yo...debo explicarte—

—No—la decepción en mi cara era más que evidente. Y pensar que casi tengo mi primera vez con un chico así—No te me acerques más Sam—hablé fríamente—No te conzco, no se quien eres y no tengo idea de lo que ha pasado en tu familia pero de seguro esta no es la solución así que no me busques más por favor—mis ojos comenzaban a enrojcerse así que me alejé con pasos apresurados casi al punto de correr.

Otro día más donde quería desaparecer.

Entré en donde primero pude. La piscina. Sin siquiera mirar si había alguien allí me senté en el suelo soltando mis primeras lágrimas por la situación.
De repente alguien encendió las luces y me paré lo más rápido que pude secando mis ojos.

—Que susto—dije entre balbuceos—Lo siento—

Y entonces lo vi. Era un chico de pelo negro. Sus ojos eran claros, sus músculos bien definidos. Y estaba en traje de baño. Las gotas de agua descendían por todo su cuerpo cruzando cada línea y haciéndolo más sexy de lo que ya parecía. Mi tristeza se esfumaba viendo este chico. Aunque no era fácil dejar de pensar en lo ocurrido no podía dejar de ver sus ojos.

—¿Estás bien?—preguntó mientras sostenía una pequeña toalla en sus manos  sacudiendo su pelo para que se secara.

—Sí...si todo bien—dejando de lado mis pensamientos me volví hacia la puerta para irme pero me detuvo.

—Oye no tengo idea de quien eres pero podemos hablar si quieres o no hablar estaría bien también—me detuve mientras lo escuchaba con confianza y siguió—Tengo una mejor idea ¿nadamos?—señaló la piscina y automáticamente me miré de arriba a abajo.

—No creo que traiga la ropa adecuada para nadar—andaba con unos vaqueros ajustados y un pulóver ancho negro como de costumbre. A menos que nadara en ropa interior no podía con esta ropa.

—Pues te queda la primera opción—se sentó frente a la piscina con sus pies dentro de ella y con una mano tocó el suelo a su lado vacío—Hablar o no hablar—

—Suena mejor que lo que tengo planeado—me senté a su lado mirando el azul del agua. Mientras él respetaba mi silencio. Cosa que creía que no iba a hacer como todos.

—¿Quién eres?—pregunté casi sin ganas por el llanto.

—Un chico atractivo que adora nadar—lo miré tras esa respuesta y siguió—¿Quién eres tú?—

—Una chica idiota a la que todos engañan—mi autoestima se había vendido abajo y me celular de repente comenzó a sonar. Mensajes de Carys, Betty, Sam, Lucas. Que por cierto no tenía ni idea de como tenía mi número.

—¿No piensas contestar? Me dejarán sin tímpanos—dijo algo divertido. Puse el celular en modo silencio y continué mi propuesta de hablar o no hablar.

—¿Qué te sucedió? No iba a preguntar pero parece que decidiste hablar así que es mejor que te desahogues para que te sientas mejor—hablaba como todo un psicólogo.

—Me acabo de enterar que el chico que me gusta pertenece a una banda de chicos que hacen apuestas y que mi ex es su primo y el jefe de ellos. De hecho me traicionó en el pasado solo por eso—

Su cara continuó con el mismo desaire de antes. No cambió, no se impresionó. Y eso lo hizo aterrador.

—¿No vas a decir nada?—

—¿Quieres que te pregunte algo? Todos conocemos a los hermanos S y su banda. Son unos estúpidos pero aún así ustedes les hacen caso. Al parecer no sabías nada de eso pero ahora ya lo sabes—sin darme un consejo ni nada me dejo con la boca abierta, esta vez mirándolo fijamente así que pregunté

—¿Me dirás al menos tu nombre?—

—Charlar con un extraño puede ser a veces mejor que con un conocido. Estamos algo rotos ambos así que no diré mi nombre—miró la hora en su celular y continuó—Creo que ya es hora de irnos a menos que queramos quedarnos la noche encerrados aquí. Un gusto hablar contigo si quieres conversar a partir de ahora ven. En el mismo lugar a la misma hora—me sonrió y estrelló un beso en mi mejilla para irnos.

Tantas emociones en un solo día solo te dejan con un sentimiento de vacío en el pecho que no sabes como aclarar...me sentía así, sin nada, extraña conmigo misma, insegura de mis acciones. Pero si de algo estaba segura era que Carys no era la culpable de aquel estrago del pasado y ahora lo entendía.

Amor psicópataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora